Contratiempos

VIII

Desperté abrazando una almohada, era una mañana fría de sábado por lo que me tapé y me quedé pensando unos minutos. Santiago no estaba a mi lado y escuché la ducha encendida en el baño por lo que asumí que estaba ahí.

Me levanté rápido sin hacer ruido y revisé su portafolio. Al fin podía saber cómo me encontró... Había un certificado de nacimiento con mi nombre y de otra chica con el mismo nombre, los contratos de alquiler de los departamentos del último año. Los papeles del auto... No me sorprendió casi nada, todos eran papeles que pueden conseguirse con las influencias apropiadas ... Influencias que claramente consiguió de alguna forma. Guardé todo como estaba y regresé a la cama.

Cerré los ojos unos minutos y me despertaron unas manos grandes y cálidas acariciando mi cuerpo debajo de la ropa

  - Buenos días, dormilona - besó mi cuello y me abrazó fuerte -
  - Buenos días -me giré y termine acostada en su pecho,- ¿Qué hora es?
  - Cerca de las diez, ¿Querés desayunar?
  - No tenés que ir a ver a tu amigo, ese que contrae matrimonio hoy?
  - Eso es a la noche. No sé si quedarme mucho tiempo en la despedida de soltero. Mañana domingo si, a la mañana debo ir a la ceremonia pero podemos hacer algo luego - mintió acariciando mi cabello -
  - Está bien -lo besé -

Era incómodo, pero no sé dió cuenta. Lo seguía amando con locura, pese a que había despejado mis dudas. Decidí ignorar esa revelación y continuar. Santiago ya era mío y yo suya, supongo que todo lo demás no es importante .

  - Santi, ¿Querés ir a desayunar y luego vamos a mi casa? Almorzamos ahí, vemos una película. O salimos a caminar, hay un parque divino en frente- le di besos en toda la cara-

  - Si, me parece un gran plan - me puso sobre sus piernas- pero primero quiero verte así, con esa ropa interior tan linda

  - ¿Te gusta? Es nueva

  - Si, me gustaría verla más de cerca -se mordió un labio y me besó-

  - Mm entonces vas a tener que esperar -me levanté, agarré mi ropa y fui al baño - En casa tengo juguetes!

Me dí una ducha rápida y me puse el vestido que tenía anoche.. Cuando volví a la habitación, Santiago miraba su celular y se estaba poniendo una camisa celeste y un pantalón beige. Me quedé afirmada en el marco de la puerta del baño viendo cómo abrochaba su cinturón y doblaba las mangas de la camisa cuando me vió

  - ¿Todo bien, amor? - dijo mientras tomó un saco del armario y se puso lentes de sol -

  - Si, todo perfecto -lo miré pensativa -

  - ¿Vamos? - agarró mi bolso y me abrió la puerta para salir
 

Desayunamos en la terraza de una cafetería y camino a mi casa entramos en un supermercado. Si bien tenía para cocinar, necesitaba otras cosas más. Santiago tenía ganas de comer lasaña así que fui a buscar todo para prepararla, y él fue a las bebidas. Cuándo fuí con él, miraba unos vinos y eligió dos .

  - ¿Podés tomar alcohol hoy? -Pregunto haciendo referencia a la pastilla que había tomado el día anterior -

  - Em si, pero esperemos a la noche

  - Bien

Llevó el carrito a la caja para pagar y le cedió el lugar a una señora mucho más grande que nosotros. Luego de agradecerle a Santi, la señora le dijo algo que no pude escuchar bien porque estaba ocupada buscando mi billetera

  - Yo pago, no te preocupes. Si necesitas algo más para la casa trae yo te lo compro.

  - Está bien, tengo todo -lo agarré del brazo - Qué dijo la señora? No me digas que las mujeres de todas las edades quieren seducirte ... -susurré en su oído -
 
  - No seas celosa -se rió queriendo contener una carcajada - ¿De verdad querés saber qué dijo?