Contratiempos

XVI(+18)

-Ruiz! En 20 minutos salimos. Traiga el papeleo

  - Si, señor

  - Ah y trae el arma. Entras al último pero te necesito protegida por las dudas. No quiero que ocurra lo de París de nuevo. A propósito, cómo sigue la herida?
 
  - Duele aún un poco pero esta curada

  - Bien. Te veo abajo

Era la última semana de trabajo. Había negociado que si el operativo resultaba exitoso, podría retirarme con todos los beneficios y una recompensa extra que duplicaba mi salario. Sumado a los ahorros que ya tenía, podría vivir sin problemas en Argentina por 8 meses. Decidí volver, era junio y Javier me necesitaba. Tenía familiares lejanos que habían trabajado con uno de sus oponentes de las elecciones y conocía cómo operaban. Iba a ayudarlo pero desde el anonimato

Guardé mi joyería en una caja fuerte, dejé mi abrigo en el respaldo de la silla, peine mi cabello en una cola alta de caballo, acomodé mi jean sobre la remera, ajusté mis botas y tomé el arma para colocarlo en la funda. Cargué unas carpetas con permisos y algunos perfiles y salí directo al ascensor que me llevó al garage.

Allí estaba Nadia hablando con el jefe sobre a dónde debíamos llevar a las personas que íbamos a detener. Me subí a una camioneta con ella, el fiscal del distrito y dos agentes especiales armados.

  - Amiga, después de esto vamos al bar? -me preguntó Nadia-

  - No sé, cuando termine el papeleo veremos. Son 10 los que tenemos que interrogar.

  - Dale .

  - Igual nos juntamos el sábado para la despedida.

  - ¿Ya tenés alquiler allá?

  - Si, ya pague un temporario por un mes y luego quizá voy al interior con mi familia .

  - Buenísimo. Si la ves a mi vieja mandale saludos y cuidala porfa -me pidió Nadia-

  - Obvio.

  - Che ¿ Y el que no debe ser nombrado apareció?

Hacía mucho que no me preguntaban por Santiago. Tampoco recibí nada de él, es como si hubiera desaparecido.

  - Y ese apodo? Jajaja no, no hay señales de él.

  - Ya sabes, si te jode hacele la de John wick.

  - Estas obsesionada jajaja

Desde la práctica de defensa personal que me insistía en que se podía reducir un agresor con un lápiz .

Llegamos a destino y esperé a que los agentes bloquearan el paso de unos camiones provenientes de Italia que evadieron todos los controles fronterizos e ingresaron ilegalmente. Según la información había 10 criminales violentos, algunos prófugos de una cárcel del medio oriente

Una vez cesaron los disparos, por orden del sargento salí detrás del fiscal y ví que no eran diez los sujetos aprehendidos, sino 48.  Había inmigrantes ilegales, aparte de los que tenían antecedentes graves y pedido de captura por estar prófugos , algunos estaban con mujeres y niños pequeños.

Nadia realizó la identificación de cada uno en el lugar y yo las preguntas de rutina, luego ingresé a los vehículos a tomar fotografías de unos rayones y manchas en el interior para descartar privación de libertad. La gente no lo sabe, pero las paredes si hablan. Me escondí lo más que pude de la prensa detrás de unos lentes de sol y dándole la espalda a las cámaras. Finalmente subimos de nuevo a los coches para ir al centro de detención y control.