Llamamiento

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Que el día más importante de su vida empezara haciendo cola en la modista no era algo para lo que Juanjo, planificador empedernido y detallista hasta niveles enfermizos, estuviera preparado. La presentación en palacio empezaba a las cuatro y en el checklist extensísimo y minucioso que había preparado para ese día, no se incluía que a su camisa favorita, la de la suerte, la única que Juanjo contemplaba ponerse ese día, se le cayera un botón. Juanjo podría jurar que en esa cola no había nadie que necesitara ayuda tan urgentemente como él. No podía creer que hubiera gente comprando sus vestimentas con tan poca antelación.

Su hermana trataba de dedicarle palabras tranquilizadoras, en vano:

- Juanjo, puedes ponerte otra camisa...

- Almu...- Había tantos motivos por los que eso era mentira. Pero no se sentía con ganas de discutir.- No tienes ni idea. ¿Por qué no te vas yendo? ¿No tienes que pasar por la peluquería?- La presencia de su hermana era, de todo, menos tranquilizadora en ese momento.

- Es a las doce. Te recuerdo que aún son las nueve de la mañana. Además, mamá ha insistido en que no te deje aquí solo. Teme que te dé un paro cardíaco, o peor, que te pegues con alguien que se meta en tu camino.- Juanjo bufó. Por alguna razón, nadie en su casa entendía la magnitud de ese día.

- No pienso pegarme con nadie. Solo faltaba que me detuvieran y me lo perdiera...

- ¿Tan importante es?

- ¿Tú sabes lo que significa que la princesa cumpla veintiún años?

- ¿Que ya puede beber?- Denna intentaba aligerar el ambiente.

- Eres un caso perdido...

- Y a ti te van a salir arrugas como vivas todo el rato en tensión... Vamos Juanjo... Sabes que es casi imposible que no se enamore de tí en cuanto os conozcáis... Además, es un secreto a voces que eres el favorito de la reina. Dudo que la princesa le lleve la contraria en algo a su madre.

- Por eso tiene que salir perfecto... Ya tengo mucho camino hecho. No es momento de cagarla.

- No entiendo la obsesión con ella.- Denna parecía verdaderamente indiferente.

- Es... A todas luces perfecta.

- Demasiado, diría yo.

- Eso no es posible, ser demasiado perfecta. Además...

- La corona.

- Sé que piensas que es una gilipollez pero...

- Es que creo que no entiendes la responsabilidad que implicaría ser rey. No es solo una joya bonita en la cabeza...

- Ya lo se, Denna. No hace falta que me trates como si fuera un crío.- Juanjo estaba aburrido de repetir la misma conversación en bucle con todos sus familiares.

- Es que, teniendo todo lo que tenemos... El dinero, los títulos...Sabes que el título de marqués de la familia es tuyo. Realmente me parece un sueño muy infantil y codicioso. Me parece que has idealizado lo que es llevar la corona en la cabeza. Por algo se fue él.

- Por Dios Almu... Todo el mundo sabe que él se fue porque era un niñato consentido.

- No le conocemos...

- Ni falta que me hace... Cualquiera que rechace la corona por un viaje de desfase no es más que un altivo insoportable, sin ningún sentido de la responsabilidad. ¿Qué hubiera hecho la familia Real si no hubiera tenido una hermana pequeña? ¿Qué hubiéramos hecho todos?- Denna permaneció reflexiva. Aún sin convencerse demasiado con las palabras de su hermano, así que este continuó- Dicen que ha estado viviendo en albergues, por el amor de Dios... Saliendo de fiesta a los peores antros de capitales europeas y hasta he leído por ahí que participó en una orgía en Budapest.

La joya de la coronaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora