Quizá hubiera sido menos obvio si no hubieran separado sus manos como si quemaran, si Martin no hubiera apartado sus cuerpos como si estuvieran haciendo algo más. Quizá pudieran haber dicho simplemente que se habían agobiado y habían salido a dar un paseo. Que darse la mano era algo que hacían los amigos de ahora.
Juanjo escuchó como Martin contenía la respiración a su lado, le miró y vio su cuerpo paralizado por el impacto, y eso le preocupó mucho más que el hecho de que su madre se encontrara plantada delante de ellos, aún con la duda plasmada en sus ojos.
- A tu hermana le están pidiendo matrimonio. Deberíamos estar todos dentro.- Fue lo único que salió de los labios de su madre.
- ¿Qué haces fuera?- Juanjo estaba en shock, completamente incapaz de pensar algo coherente para defenderse.
- He salido a por unas flores que tenía guardadas para regalarle en caso de que ocurriera.- Señaló el ramo de rosas blancas que efectivamente llevaba cargado en la mano.- Es un momento importante para Almu. Deberíamos entrar.- Su madre lo repitió. Aún parecía sorprendida, a pesar de que el tono en su voz denotaba una determinación absoluta. Un compromiso inquebrantable con lo que estaba diciendo.- Tu hermana va a querer un abrazo tuyo.
No se dirigió a Martin en ningún momento. Su voz imponente en contraposición con el silencio de la noche y la quietud del jardín. De fondo gritos de alegría en el interior del Palacio. A su hermana le estaban pidiendo matrimonio. Su hermana se iba a casar. La magnitud de ese hecho de repente le pareció abrumadora. A él mismo le habían pedido matrimonio hacía apenas quince minutos. Él se iba a casar también. Iba a ser rey.
Los ojos de su madre le invitaban a entrar delante de él. Como si no pensara moverse de allí hasta que Juanjo lo hiciera. Así que se movió.
Se giró para andar delante de su madre, de vuelta hacia la entrada de Palacio.
No llegó a entrar. En el recorrido hacia el portón del castillo dejó de oír la respiración entrecortada del chico al que hacía unos minutos había agarrado de la mano. Se giró para encontrarse con la espalda de Martin que andaba en dirección contraria, hacia la verja del jardín, decidido a escapar de allí cuanto antes para refugiarse en el bar de Álvaro y esperar a que todo estallara, quizá incluso volver a huir del país.
- ¡Martin!- Su voz paró el paso decidido del chico, que se giró a mirarle, aún con esa mirada de susto que Juanjo no llegaba a entender del todo. No era culpa suya, no había pasado nada, no estaban haciendo nada malo.- Si me esperas a que le de un beso a Denna te acompaño a eso tuyo que íbamos.
Su madre se giró para mirarles, sin abrir la boca aún. Juanjo sabía que preguntaría. Su madre no era tonta. Pero, justamente porque no era tonta, sabía que su madre no le preguntaría allí, donde todo el mundo los podía escuchar. Se esperaría a que llegaran a casa. Martin enarcó una ceja. Juanjo reafirmó su invitación con un gesto de cabeza.
Al final el príncipe accedió a la invitación. Tampoco quería parecer un maleducado delante de la marquesa. Juanjo entró por delante.
Cuando llegaron al salón, el mayor se acercó a su hermana para envolverla en un abrazo gigante, mientras su madre los observaba con ternura, esperando pacientemente para darle el ramo a su hija mayor, que tenía los ojos llorosos y un anillo con un diamante que a Martin le pareció obscenamente grande colocado en el dedo anular.
La reina los observaba desde el trono, con una sonrisa que Martin hacía tiempo que no veía en los labios de su madre. A su lado, su hermana miraba a su madre y a la pareja alternadamente, con esa expresión inconfundible que ponía la pelirroja cada vez que estaba conteniendo las ganas de echarse a llorar. Su mirada se cruzó en algún momento con la de su hermano. El príncipe, en respuesta, se encogió de hombros y trató de dedicarle una sonrisa tranquilizadora.
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La joya de la corona
RomanceLa mayoría de edad de la princesa implica un montón de cosas. Para Juanjo, concretamente, la oportunidad de convertirse en rey. Pero todo cambia cuando el hermano mayor de la princesa vuelve de su "retiro espiritual" para ponerlo todo patas arriba...