Prólogo, Primera Parte.

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—Ahora bésense, no hay fotografía que sea más romántica que eso.

—No—se negó Sabrina.

Magnus apretó un lado de su cadera.

—Quiero decir que no...porque tengo una gripe horrible y me duele mucho la garganta—fingió toser palmeando su pecho.

—Cariño, duermen en la misma habitación lo que tu tengas lo tiene Magnus—lo miró fijamente.

—Tienes razón—concordó Magnus.

—Magnus—murmuró Sabrina—. No quiero besarte.

—Es por los niños.

—Fingiremos que nunca pasó.

Triple Jaque MateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora