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Noeul observaba distraídamente el paisaje urbano que se extendía más allá de las ventanas del aula de literatura. Aunque intentaba concentrarse en las palabras impresas en su libro de texto, su mente estaba ocupada por una sola pregunta: ¿Cómo podría acercarse a Boss, el enigmático "chico invisible" del instituto?

Sus amigos Peat y Fort intercambiaban miradas expectantes, esperando que Noeul compartiera sus pensamientos. Finalmente, Peat rompió el silencio:

- ¿Qué piensas hacer, Noeul?- Noeul suspiró, sintiéndose abrumado por la tarea que tenía por delante.

- No estoy seguro, pero creo que necesitamos encontrar una manera de demostrarle a Boss que estamos genuinamente interesados en él como persona, sin invadir su privacidad.-Fort asintió con solemnidad.

- Podríamos empezar por descubrir más sobre sus intereses. ¿Qué sabemos sobre él hasta ahora?

- No mucho- admitió Noeul.- Solo que le gusta leer y que prefiere estar solo.

-Entonces, ¿por qué no le mostramos que compartimos su amor por la literatura?-sugirió Peat.- Podríamos invitarlo a unirse a nuestro club de lectura.- Noeul reflexionó sobre la idea. -Pero ¿qué pasa si no quiere unirse? No queremos hacerlo sentir incómodo.

-Podríamos invitarlo de una manera amigable, sin presionarlo a unirse si no quiere- propuso Fort.- Y si rechaza la oferta, al menos le mostramos que estamos dispuestos a ser amigos.

Noeul asintió, sintiendo que estaban en lo correcto.- Está bien, vamos a intentarlo.

Con su plan trazado, los tres amigos comenzaron a idear la manera perfecta de acercarse a Boss. Decidieron elaborar una invitación al club de lectura, adornada con ilustraciones de libros y firmada con sus nombres. Noeul la guardó en su mochila, sintiendo un atisbo de esperanza mientras visualizaba el momento en que Boss aceptaría su oferta y se abriría a una nueva amistad.

El timbre sonó, interrumpiendo sus pensamientos y marcando el final de la clase. Con determinación en sus corazones, Noeul y sus amigos se levantaron de sus asientos y se dirigieron hacia el siguiente desafío en su misión de hacer amigos con el chico invisible del instituto.

[...]

En el receso, Peat se acercó a Boss con la invitación en la mano, pero antes de que pudiera decir una palabra, Boss levantó la mirada y lo miró fríamente.

-¿Qué quieres? -preguntó Boss con voz cortante, sin hacer ningún intento por ocultar su incomodidad.

Peat vaciló por un momento, sintiendo la tensión en el aire. Decidió ser honesto:

-Nosotros, Noeul, Fort y yo, hemos estado pensando en comenzar un club de lectura y pensamos que te gustaría unirte. Aquí tienes una invitación.

Boss tomó la invitación, pero en lugar de mirarla, la dejó caer en el suelo.

-No me interesa tu club de lectura. Déjame en paz -dijo antes de darse la vuelta y alejarse, dejando a Peat sintiéndose desanimado.

Los amigos se miraron entre sí, sintiendo la decepción pesar en sus corazones. Sin embargo, decidieron no darse por vencidos y seguir buscando maneras de acercarse a Boss de manera respetuosa, aunque sabían que sería un desafío.

Con esa determinación en mente, Noeul y sus amigos continuaron explorando formas de construir una conexión con el esquivo chico invisible del instituto, sabiendo que incluso los obstáculos más difíciles pueden ser superados con persistencia y amabilidad.

The beautiful and Handsome invisible boy | BossNoeul Donde viven las historias. Descúbrelo ahora