Después de la emocionante noticia del embarazo, Noeul y Boss se dedicaron a preparar todo para la llegada del bebé. Su hogar se llenó de alegría y expectación mientras transformaban una de las habitaciones en el cuarto del bebé, decorándola con tonos suaves y detalles tiernos.
Boss se convirtió en un experto en antojos, siempre atento a las necesidades de Noeul. Una tarde, mientras descansaban en el sofá, Noeul expresó un antojo inesperado.
—Boss, ¿podrías traerme helado de menta con chocolate? —pidió Noeul, sonriendo.
Boss se levantó de inmediato, riendo suavemente. —Claro, amor. Vuelvo enseguida.
Otra noche, Noeul despertó a Boss a medianoche con un deseo repentino. —Boss, ¿podrías conseguirme mango fresco?
Boss, aunque medio dormido, se levantó sin dudar. —Por supuesto, Noeul. Lo que quieras.
El amor y la dedicación de Boss hacia Noeul durante este tiempo solo fortalecieron su vínculo. Cada día, Boss leía en voz alta libros sobre paternidad y juntos planificaban el futuro, soñando despiertos sobre los momentos felices que estaban por venir.
Finalmente, llegó el día de su primera ecografía. Sentados en la sala de espera, Boss sostenía la mano de Noeul, sus dedos entrelazados en un gesto de apoyo y amor. Cuando el técnico finalmente les mostró la imagen de su bebé en la pantalla, ambos sintieron una oleada de emoción y asombro.
—Ahí está —dijo el técnico con una sonrisa—. Todo parece estar en perfecto estado.
Las lágrimas de felicidad llenaron los ojos de Noeul mientras miraba la pequeña figura en la pantalla. —Es nuestro bebé —susurró, apretando la mano de Boss.
—Sí, lo es —respondió Boss, con una sonrisa radiante—. Y vamos a hacer todo lo posible para darle la mejor vida posible.
Mientras salían del consultorio, con las imágenes de la ecografía en la mano, Noeul y Boss sabían que su vida estaba a punto de cambiar de una manera maravillosa. Juntos, estaban listos para embarcarse en esta nueva aventura, emocionados por el futuro que les esperaba como familia.
Las semanas pasaron rápidamente, y Noeul comenzó a notar los primeros movimientos del bebé. Cada patadita y cada giro eran recibidos con alegría y asombro. Boss no podía contener su emoción cada vez que ponía su mano sobre el vientre de Noeul y sentía a su hijo moverse.
—Siento que ya lo amo tanto —decía Boss, con una sonrisa radiante.
—Yo también, Boss. No puedo esperar a tenerlo en mis brazos —respondía Noeul, acariciando su vientre con ternura.
Durante este tiempo, también comenzaron a recibir visitas de familiares y amigos que querían compartir su alegría y ofrecer su apoyo. Los padres de Boss y Noeul estaban especialmente emocionados, trayendo regalos y compartiendo consejos sobre la paternidad.
Un día, mientras Boss y Noeul estaban acomodando los nuevos regalos en la habitación del bebé, Boss se detuvo y miró a Noeul con una expresión seria.
—Noeul, quiero que sepas que siempre estaré aquí para ti y para nuestro hijo. No importa lo que pase, siempre seremos una familia.
Noeul sonrió y lo abrazó con fuerza. —Lo sé, Boss. Y yo siempre estaré aquí para ti también. Juntos, podemos con todo.
A medida que la fecha del parto se acercaba, la emoción y la ansiedad se entrelazaban en sus corazones. Cada día era una mezcla de preparación y espera, pero también de amor y apoyo incondicional.
[...]
La mañana de primavera en que Noeul sintió las primeras contracciones fue el comienzo de una experiencia llena de emoción y desafío. Boss, manteniendo la calma, ayudó a Noeul a llegar al hospital con rapidez y seguridad. La anticipación y el nerviosismo se mezclaban mientras esperaban en la sala de maternidad.
Con cada contracción, Boss se mantuvo a su lado, sosteniendo su mano y murmurando palabras de aliento. Noeul, aunque nervioso, sentía el amor y el apoyo de Boss como una fuente de fortaleza. Las horas pasaban lentamente, pero finalmente llegó el momento tan esperado.
Después de lo que pareció una eternidad, los llantos del recién nacido llenaron la habitación. Las lágrimas de felicidad corrieron por las mejillas de ambos padres mientras sostenían a su bebé por primera vez.
—Es perfecta —susurró Noeul, mirando con asombro a la pequeña figura envuelta en mantas—. No puedo creer que esté aquí.
Boss, con los ojos llenos de lágrimas, acarició suavemente la cabecita del bebé. —Sí, es perfecta. Y vamos a hacer todo lo posible para que tenga una vida maravillosa.
Los días siguientes fueron una mezcla de alegría y adaptación. Noeul y Boss se acostumbraron a las nuevas rutinas de cuidar a un recién nacido, descubriendo cada día algo nuevo sobre su hija. La casa se llenó de risas y pequeños llantos, creando un ambiente de amor y calidez.
Las visitas de familiares y amigos se volvieron más frecuentes. Todos querían conocer a la nueva integrante de la familia y compartir su felicidad. Los abuelos, especialmente, estaban encantados con su nieta y ofrecían su ayuda y consejo a los nuevos padres.
Una tarde, mientras Noeul descansaba con la bebé en brazos, Boss se acercó con una sonrisa. —Noeul, ¿has pensado en un nombre para nuestra hija?
Noeul asintió, mirando con ternura a la pequeña. —Sí, he estado pensando en llamar a nuestra hija Nara. ¿Qué te parece?
Boss sonrió, sintiendo que el nombre era perfecto. —Me encanta, Nara Chaikamon. Es un nombre hermoso para nuestra pequeña.
Los meses pasaron rápidamente, y Nara creció rodeada del amor y la dedicación de sus padres. Noeul y Boss enfrentaron juntos los desafíos de la paternidad, siempre apoyándose mutuamente y aprendiendo cada día algo nuevo. Sus vidas habían cambiado de manera significativa, pero ambos sabían que esta nueva etapa era la más hermosa de todas.
Una noche, mientras observaban a Nara dormir, Noeul se volvió hacia Boss con una sonrisa. —Boss, no podría haber imaginado una vida mejor. Gracias por estar siempre a mi lado.
Boss tomó la mano de Noeul y la besó suavemente. —Noeul, tú y Nara son lo más importante para mí. Juntos, podemos enfrentar cualquier cosa. Y estoy emocionado por todo lo que está por venir.
Mirando a su hija dormida, ambos padres sintieron una profunda gratitud y amor. Sabían que el futuro traería más desafíos, pero también sabían que, mientras estuvieran juntos, podrían superarlo todo. Y con esa certeza, se abrazaron, listos para continuar su viaje como una familia.
Si, muy corto para mí, pero tengo que aprovechar el tiempo que me queda ya que el lunes irán por mis calificaciones y no está chevere eso, y pues posiblemente me quiten el celular y pues aja, perdón si es muy corto chikitines 💔💔💔
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The beautiful and Handsome invisible boy | BossNoeul
FanfictionEn un rincón tranquilo de un bullicioso instituto, se encuentra Boss, un joven callado cuyo aura discreta le ha ganado el apodo de "el chico invisible". Aunque su presencia apenas se nota entre sus compañeros, Boss encuentra consuelo en los libros y...