Volviendo A Mí (FreenBecky)

7. Progreso

Los meses pasaron y Rebecca había mejorado mucho su retención de información. Ésta había cumplido con su palabra: había estudiado día y noche, asistido a sus terapias, puesto en práctica todo lo que le enseñaban. A veces se le hacía dificil recordar ciertas cosas, pero era mínimo comparado con lo que no podía cuando recién se recuperaba del accidente.

Durante ese trayecto, se hizo muy cercana a su tutora, Jane, ésta era égresada de su carrera y manejaba a la perfección los temas. En ocasiones, Freen también la ayudaba a estudiar, ventajas de que ambas hayan optado por estudiar lo mismo cuando estaban más pequeñas.

De alguna forma, todo parecía volver a la normalidad. Freen era nuevamente su amiga. Hablaban y bromeaban como solían hacerlo. Su relación se había restaurado al punto que parecía nunca haber sido manchada por la deslealtad.

Junto con Nam e Irin, volvieron a hacer planes juntas. Cuando Rebecca y Freen cortaron, la dinámica de la relación de las cuatro chicas cambió drasticamente.  Freen se aisló y dejó de hablar con las demás. Nam fue la única que insistió y  siguió visitandola aunque ésta la evadiera la mayor parte del tiempo. Y ahora, las cuatro estaban siendo el mismo grupo inseparable. Si bien es cierto, ya no se veían con la misma frecuencia en que lo hacían en el pasado, ya que todas tenían diferentes horarios y  responsabilidades.

— ¡Dios mio! ¡Qué alguien me arranqué los oidos! -gritó Freen mientras se tiraba al suelo dramáticamente

Era noche de karaoke, y todas parecían arrepentirse de la idea al ser torturadas por la voz de Irin.

— Parece un gato siendo atropellado -dijo Nam también tirandose al lado de Freen

— El gato herido sería más amable con nuestros oidos -expresó Becky llevándose las manos a ambos lados de su cara

Irin siguió cantando a pesar de los comentarios de sus amigas. Estaba disfrutando viendo como se retorcían. Tiempo después, Becky se le unió para molestar a las demás, y entre las dos, cantaban de tal manera que se podría pensar que alguien estaba siendo destripado.

— ¿Estás lista para el lunes? -preguntó Nam sentándose al lado de una exhausta Becky

— Sí, tengo nervios al no conocer a nadie, pero estaré bien -respondió la rubia

— ¿Qué dices? -preguntó Freen dejando la cerveza en la mesa — Me conoces a mí.

— Pero tú estás en cuarto semestre

— Uhm, no -dijo Irin negando con la cabeza — Freen está en tercero

Becky entrecerró sus ojos, confundida. Por lógica, la castaña debía estar en cuarto semestre, al igual que ella estaría si no hubiese ocurrido el accidente.

— Yo suspendí el segundo semestre -explicó la castaña llevándose unas papas fritas a la boca — cuando terminamos.

— ¿En serio? -preguntó Becky sorprendida

— Ajá, dramático pero necesario -respondió Freen con la boca llena

Irin y Nam compartieron una mirada.

— Lo bueno es que ahora no estarás completamente sola -dijo Nam rápidamente, sabía que Rebecca se estaba sintiendo mal — Será como cuando estudiabamos juntas.

— ¡Ay, no! -se quejó Freen de inmediato — No puedes ser molesta como en ese entonces.

— ¡Oye! Yo no era molesta -dijo Becky indignada

— Claro que sí, eras una ladilla -replicó Irin riéndose

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De vuelta a clases... Aunque en realidad, para Rebecca, era como su primer día completamente. Fue saludada en el pasillo por algunas personas, aunque no los recordaba, les sonreía amablemente. Freen caminaba a su lado enseñandole el camino, ésta era saludada por casi todo el mundo. Se tenían que detener varias veces porque la castaña entablaba conversaciones cortas con muchas personas.

— ¿Cómo es que eres tan popular? -preguntó Rebecca

— Soy hermosa -respondió Freen orgullosa — soy inteligente y soy la dos veces ganadora de tenis a nivel regional. ¿No es eso razón suficiente?

Becky rodó sus ojos, la modestía nunca ha sido algo que vaya de la mano con su amiga.

— ¡BECKY!

Ambas chicas se dieron vuelta, el rostro de Freen se frunció de inmediato al ver de quién se trataba.

— Charlotte, hola -saludó a la pelinegra mientras ésta la abrazaba

— Me alegra verte, te compré algo por tu primer día de clases -dijo y empezó  a buscar en su mochila

Freen se dio la vuelta y empezó a caminar. Rebecca la vió alejarse y se llenó de nervios.

— Lo siento, Char. Llego tarde, me lo das más luego.

— Espera, espera -la detuvo la pelinegra mientras veía cómo Freen se alejaba mucho mas

— Toma -dijo Charlotte ofrenciéndole una caja de chocolates

— ¡Aww! -expresó encantada Becky — ¿Cómo sabes que son mis favoritos?

— Estuvimos juntas, aunque no parezca -respondió Charlotte

— Muchas gracias, nos vemos pronto- dijo Becky mientras salía corriendo detrás de su amiga

La clase fue tranquila. El profesor se presentó y les dio una breve introducción a la materia. Freen no había intercambiado palabras con Rebecca, a pesar de que ésta a veces le decía cosas para llamar su atención. Freen parecía enojada. 

— ¿Estás bien? -cuestionó Rebecca viendola guardar sus cosas en el bolso

— Ajá -respondió secamente Freen

— ¿A dónde vas?

— Iré a ver a June.

— Ah.

Rebecca no se explicaba la actitud cortante de Freen, hace una hora venían hablando con normalidad, y de repente, ella parecía haber puesto un muro alrededor de sí misma, como si hubiese hecho algo que la enfadara.

Durante la siguiente clase, Freen se sentó en el puesto de delante de Becky, no a su lado. Lo que la hizo considerar que la razón del enojo de Freen era a causa de Charlotte. Sus amigas le habían comentado sobre la rivalidad entre ellas, y tal vez... tal vez... tal vez su amiga estaba celosa.
Una sonrisa se dibujó en el rostro de Rebecca, Freen la celaba incluso cuando eran solo amigas... Ya tenía otra forma de molestarla.

Becky empezó a peinar el cabello de Freen.

— ¿Qué haces? -preguntó Freen despacio, evitando llamar la atención del profesor

— Me gusta tu cabello -dijo Rebecca

La rubia llevó sus manos debajo del cabello de Freen y las posó sobre el cuello de ésta, acariciándolo suavemente. Sonrió al sentir cómo la piel de ésta última se erizaba al tacto.

— Estás un poco estresada para ser el primer día -afirmó Rebecca masajeando sus hombros — te puedo...

— Señoritas, esto no es un spa -las reprendió el profesor

Sus compañeros las miraron y se rieron, Becky también se rio, mientras que Freen agachó la mirada avergonzada.

— Podemos continuar el masaje en casa -susurró la rubia con descaro

Freen suspiró, sus cachetes estaban rojos por la vergüenza. Las clases junto a Rebecca serían un completo desastre, pensó.