11. ¿Celos?

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Rebecca sentía que volvía a ser ella misma, en realidad, si no se hubiese enterado de lo que aconteció anteriormente, podría decir con seguridad que ella nunca había dejado de serlo. Hubiese pensado que nunca había cambiado, y  que seguía teniendo la misma esencia, sólo que ahora actuaba con un poco más de madurez.

No obstante,  reconocía que había algo nuevo en ella, que a la vez era propia de la étapa que estaba viviendo; le gustaba salir los fines de semana a bailar. No lo hacía a menudo por sus obligaciones académicas, pero cuando sus amigas armaban el plan, no podía decir que no. Le resultaba divertido bailar con ellas, charlar con desconocidos y la sensación de hormigueo que provocaba el alcohol en ella. Por suerte, sus amigas siempre le ofrecían quedarse en casa de alguna de ellas para evitar que su madre la viera en condiciones bochornosas. 

— Mira, esa te está viendo Bec -apuntó Nam a un chica alta que estaba sentada en la barra del bar y las veía descaradamente  — deberías ir a hablarle.

— ¡No! -manifestó Freen de inmediato  haciendo que las tres chicas la vieran — No creo que sea prudente que ella sea quien se acerque. 

— ¿Por qué no? -preguntó Irin — Si espera que alguien más lo haga, puede que le salgan raices.

— Pues, Becky es lo suficiente bonita como para...

— ¡Hola, Becky! -una voz familiar interrumpió la conversación de las amigas

— ¡Jane! -saludó Rebecca a quien fue su tutora, se levantó y la abrazó  — ¡Meses sin saber de ti! ¿Cómo has estado? Ven, sientate con nosotras.

— No quiero incomodarlas, de todas formas vine con mis amigas, son esas que están allá -dijo la hermosa mujer señalando a su grupo de amigas — Sólo quería saludarte.

— Me alegra que lo hayas hecho -manifestó Rebecca sonriendo mientras su rostro se tornaba rojo

La tutora hizo un gesto amable para despedirse de todas, Rebecca la vió irse mientras sonreia complacida.

— ¡Te gusta! -dijo Irin poniendose de pie al lado de Rebecca

— ¡¿Qué?! -exclamó la rubia avergonzada sentandose de golpe — Sólo estoy feliz por verla.

— Sí, claro. Yo conozco esa mirada cuando alguien te parece lindo.

— Claro que no, sólo me hace feliz verla -declaró Becky bajando la mirada — Hace mucho que no sabía nada de ella.

— Pues, parece que es mutuo -señaló Nam haciendo que todas vieran hacía donde estaba sentanda Jane. Ésta les sonrió a todas.

— Voy al baño -dijo Freen levantándose depronto

Irin y Nam continuaron molestando a Rebecca, la verdad es que hacerlo era divertido para ellas. Rebecca solía apenarse muy rápido y ellas se aprovechaban de eso.

Cuando Freen regresó del baño, se dió cuenta que su grupo estaba incompleto. Faltaba alguien esencial en la mesa que compartían; faltaba la pequeña que tanto cuidaba con recelo para que ningún inescrupuloso se aprovechara de ella.

— ¿Dónde está Becky? -preguntó sentándose entre sus dos amigas

Nam señaló con los labios hacía una esquina donde se encontraban sentabas Rebecca y Jane hablando muy cerca de la otra. Tomó de su cerveza evitando mostrar alguna reacción. No pudo evitar sentir malestar. No debía hacerlo. Ni siquiera se lo podía permitir a decir verdad, pero algo en esa mujer no le agradaba. Era mucho mayor que su amiga y que ella, ¿Qué hacía hablando con su amiga de una forma tan intima? Tomó otro trago de su cerveza y trató de ignorarlas. Estaba pensando de más, después de todo, Jane ayudó por mucho tiempo a Becky a mejorar, es normal que ésta última le tenga aprecio, y quiera saber de su vida.

Sin embargo, su molestia pareció incrementar al verla bailar con ella.  Jane posaba sus manos sobre las caderas de Rebecca, y las sobaba sensualmente al ritmo de la música. Por suerte, June llegó al lugar y se lanzó sobre sus piernas llenando su cara de besos, obligandola así a distraerse... o eso quiso pensar. En realidad, mientras June le besaba el cuello, seguía viendo a su amiga. No podía evitarlo aunque quisiera. Depronto, sus ojos se encontraron con los de Rebecca, quien le dio una sonrisa traviesa al percartarse de ser observada. La rubia puso su mano en el cuello de Jane y le susurró algo mientras continuaba viendola. ¿Lo hacía a propósito? Se preguntó. Entonces besó a June y levantó la mirada rápidamente esperando ver la reacción de la rubia. Para su sorpresa, ésta también besaba a su ex tutora.

Freen alejó a June bruscamente y se dirigió al baño. Estaba enojada pero no podía admitirlo, y aunque lo hiciera, no podía hacer nada al respecto.  Rebecca y ella no eran más que amigas, pero... ¿Por qué seguía sintiendo celos? ¿No se supone que ya la había superado meses atrás? ¿Por qué ver besando su ex novia a alguien mas dolía tanto como cuando se enteró de que ésta le había sido infiel? La noche la dejó con interrogantes cuyas respuestas no creía obtener nunca. Lo suyo con Becky había terminado definitivamente, y eso no iba a cambiar.

Salió del lugar sin despedirse de nadie, sólo envió un mensaje al chat grupal diciendo que su mamá la necesitaba. Realmente no quería dar explicaciones porque ni siquiera ella creía tenerlas. 

Al día siguiente, no se abstuvo de ir a la casa de Rebecca. Es cierto que no podía reclamar nada pero al menos podía manifestar su incomodidad ante la diferencia de edad entre su amiga y esa mujer. No obstante, su marcha se detuvó al ver a Rebecca sentada en la entrada de su casa hablando felizmente con la tutora, quien tenía su mano sobre la pierna izquierda de la rubia. Freen suspiró profundamente y  decidió retroceder y regresar a casa. No tenía sentido interrumpirlas, no sabría tampoco qué excusa dar. Rebecca podía cuidarse sola, ella no tenía por qué meterse en sus asuntos.

Volviendo A Mí (FreenBecky) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora