Volviendo A Mí (FreenBecky)

13. Cena

Rebecca estuvo ansiosa todo el día esperando que se hiciera de noche. Sentía mucha emoción por pasar tiempo nuevamente con Freen. Ya la extrañaba pero temía admitirlo. Agradeció que la castaña hubiera comenzado la conversación, porque ella simplemente no lo habría dicho; ya se estaba obligando a acostumbrarse a estar sin ella.

Sus mejillas se sonrojaron al ver a Freen acercarse sudada y peinando su cabello hacía atrás. El entrenamiento había finalizado y se veía agitada.

— No entiendo cómo te ves tan bien estando tan destruida.

— No sé si debo sentirme alagada u ofendida -dijo Freen sentándose a su lado

La castaña sacó una toalla de su bolso y empezó a secarse, Rebecca observaba cada uno de sus movimientos sin disimular, cualquiera podía darse cuenta de lo mucho que disfrutaba de ver a Freen haciendo algo tan ordinario.

— ¿A dónde me vas a llevar? ¿Debo vestirme elegante? -preguntó la castaña poniéndose un sueter holgado arriba del vestido deportivo —Debo de ir a casa a bañarme, ya cerraron las duchas.

— Iremos a Frankie's, no hay que ser tan formal.

Freen la miró ofendida.

— Semanas sin pasar tiempo juntas y me llevarás a una cafeteria cualquiera -expresó enojada la castaña haciendo un puchero

— Lo siento, mi presupuesto no alcanza para nada más.

— Desventajas de que tu amiga sea pobre -dijo Freen mientras cerraba el bolso

— ¡Oye! ¡No seas malagradecida! -dijo Becky molesta, dandole la espalda y cruzando sus brazos — No te llevaré a ningún lado entonces.

Freen simplemente se echó a reir, la abrazó por detras, y posó su cabeza en el hombro izquierdo de Rebecca. Ésta se parilizó al sentir su respiración en el oido.

— Sólo molesto, estoy feliz de ir a cualquier lado contigo -dijo y le dio un beso en la mejilla

Rebecca puso sus manos sobre las de Freen evitando que se separara, y giró su rostro hacía el de ella, rozando su nariz con la de ésta.

— Eres una desagradecida -susurró la rubia, casi tocando los labios de Freen — Debería castigarte.

Freen no retroció, sólo sobó el costado de su nariz contra el de la rubia suavemente.

— No me vendría mal -dijo acercando sus labios más a los de Rebecca

— ¡Señoritas, ya se van a cerrar las instalaciones! -gritó un guardia desde abajo de las gradas, apuntandolas con una linterna.

Ambas chicas se separaron inmediatamente sintiéndose avergonzadas al ser atrapadas en esa posición. Se dirigieron a la cafeteria con un tanto de timidez, al llegar ordenaron la comida favorita de Freen quien se emocionó al punto de olvidar que se sentía extraña con la otra hace un momento.

— Para ser un castigo, es uno muy bueno -dijo Freen tomando de su bebida

— ¡Hey! ¿Quién dice que este es tu castigo? -preguntó y le dio un golpe en el hombro a Freen

— Lo único que dije fue decirte fue la verdad, no sé porqué te ofendes.

Rebecca la pisó y está la pateó suavemente en respuesta. Empezaron a molestarse mientras reían. Depronto el rostro de Freen quedó completamente neutral.

— ¿En serio la invitaste? -preguntó con molestia

Rebecca giró su cabeza confundida, no sabía a quién se refería. En la entrada del restaurante, estaba de pie Jane hablando por telefono.