Charlotte esperaba fuera de la casa de Rebecca. Tenía un regalo entre sus manos, y la mochila a un lado. Rebecca se sorprendió al verla ahí, durante todo el fin de semana, se había olvidado de responder los mensajes de la pelinegra, y a pesar de eso, ahí estaba ella. Luciendo tan guapa que cualquiera se lanzaría a besarla sin pensarlo.
— Char -la saludó amablemente
— Hola, Bec. Toma, no pude enviarte mi presente -dijo la chica alta entregándole un regalo — Estuve muy ocupada con los entrenamientos.
— Muchas gracias, no tenías que preocuparte.
— Es un gusto para mí -expresó la pelinegra sonriendo — Por cierto, escuché que la pasaron muy bien.
— Sí... Más de lo que pensé, la verdad -respondió Rebecca casi que sonrojándose al recordar como había finalizado su gran noche de cumpleaños
— Lamento habermelo perdido, me hubiese encantado estar contigo.
— Ajá, a la proxima.
Charlotte asintió sonriendo. Se dirigieron juntas a la universidad. Hablar con Charlotte era sencillo, la chica siempre tenía algo que decir. Era inteligente y bonita. Rebecca deseó en algún punto poder verla de la forma en que veía a Freen, pero no podía. Su corazón parecía tener un candado al que sólo su amiga tenía acceso. Se despidió de la pelinegra al ingresar a la universidad, ambas pertenecían a facultades diferentes. Siguió su camino recordando con una sonrisa el cuerpo de Freen sobre el suyo. Su regalo se había multiplicado, y eso la hacía sentir victoriosa.
Se detuvo al ver a la protagonista de su recuerdo abrazando a June en el pasillo. Su sonrisa se desvaneció de golpe, sintiendo como la felicidad empezaba a ser reemplazada por amargura. ¿Cómo podía abrazarla como si realmente la quisiera? ¿No había significado nada para ella lo que había pasado ayer? Se cuestionó rapidamente, pero decidió pasar de largo y fingir no verlas.
— ¡Hey, Bec! -la saludó la castaña alegremente
Freen se ofendió al ser ignorada. Durante las clases, Rebecca no le dirigió la palabra, era extraño porque ésta siempre hacía algún comentario tonto. Al terminar la última clase y notar como se iba sin decir nada, Freen no lo soportó. No iba a aceptar que la rubia simplemente la ignorara sin darle una razón. Así que aceleró el paso, la alcanzó, la tomó del brazo y la llevó al baño.
— ¿Se puede saber por qué me estás ignorando? -preguntó con molestia
Rebecca resopló indignada y rodó sus ojos. ¿Ella realmente le preguntó eso cuando la vió abrazando a June hace unas horas?
— Responde, no te quedes callada -le exigió la castaña mirándola agresivamente
— Estuvimos juntas -expresó la rubia enojada — Ayer hicimos el amor tres veces seguidas, y hoy estás como si nada abrazando a esa estúpida.
Freen frunció el ceño.
— No te confundas, Becky -dijo la castaña seriamente — lo que pasó entre tú y yo, no es diferente de lo que pasa entre June y yo.
— Ahh, o sea que sólo es sexo para ti -afirmó Rebecca ofendida llevándose una mano al pecho
— Exacto, no confundas las cosas -dijo Freen secamente
Becky la empujó, no le gustaba ser agresiva pero realmente estaba enojada.
— Entonces supongo que será solo sexo -dijo y se marchó dejando a la castaña en el baño
Estaba herida, podía admitirlo. Nunca espero que Freen se convirtiera en ese tipo de persona. Acostarse con las personas solo porque sí, ¡¿Cómo podía?! Si ella misma le había recalcado anteriormente que nunca estaría con alguien por quien no sintiera algo. Entonces, cayó en cuenta de que no sólo ella había cambiado en el transcurso del tiempo que no recordaba, sino que su ex novia también lo había hecho. Detestaba esta versión de Freen tanto como detestaba la que ella había descubierto que había sido en el pasado.
Reflexionó por un tiempo, y llegó a la conclusión de que Freen cargaba con una herida que ella misma le había ocasionado. Estar enojada con la castaña no arreglaría nada, después de todo, era su culpa por asumir que lo que había pasado cambiaría las cosas, y volverían a ser como antes. No podía exigirle a la castaña que la amara como solía hacerlo. Era normal que ésta ya no sintiera lo mismo.
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Freen se encontraba sentada sobre las gradas de la cancha, su mirada perdida. Aún estaba un poco sudada por el entrenamiento. Estaba cansada pero no quería irse a casa. Se estaba sintiendo mal al no haber hablado con Rebecca por una semana. Sabía que lo que le había dicho no fue amable de su parte. Sin embargo, ella no quería crear falsas expectativas en la rubia. Ella no podía ofrecerle nada más.
— ¿A dónde van los patos en invierno? -preguntó una voz depronto sacándola de sus pensamientos
Freen la miró, tomó el refresco que le ofrecía y sonrió.
— ¿Es esa tu forma de hacer la paz? -le preguntó a Rebecca que se sentaba a su lado
— Uhm, creo que si espero a que cedas, me creceran raices -respondió la rubia
— ¿A dónde van los patos en invierno? -preguntó Freen
— No lo recuerdo, realmente -respondió encongiendo sus hombros
— ¡¿Por qué me preguntas eso si no sabes la respuesta?!
— Ay, qué se yo -dijo Becky tomando un sorbo de su bebida — Para romper el hielo.
Freen le dio un pequeño golpe en la frente. Ambas rieron. Estuvieron hablando el resto de la noche, hasta que un guardia les indicó que debían salir de las instalaciones. Freen la llevó hasta su casa, asegurándose que no le pasara nada. Siempre había sido muy protectora con la pequeña, y al menos eso, no había cambiado.
— Becky, es mejor dejar atrás lo que pasó ese fin de semana -dijo la castaña sentándose en la escalera
Rebecca asintió, estaba de acuerdo con ella. No podía acostarse con Freen y fingir que sólo lo hacía por mero placer o necesidad. Sus sentimientos por ella eran tan fuertes como cuando eran adolescentes. Si insistía en algo más, sus sentimientos por ella nunca desaparecerian, y su amiga podría sentirse incomoda y aislarse como lo hizo cuando terminaron.
— Lo sé... Pero... ¿Me puedes dar un último beso? -preguntó Becky casi que rogando
Freen sonrió, dudó en darselo pero no se pudo resistir a la mirada inocente que le daba la rubia. La besó. La besó suavemente mientras acarciaba su rostro gentilmente con sus dedos. Era como si se despidieran finalmente de lo que en el pasado no pudieron concluir de buena forma.
— Supongo que una vez infiel, no hay vuelta atrás -expresó la voz de Charlotte con desagrado haciendo que estas se separaran
— Char, qué haces...
— Ni siquiera sé porque me molesto en venir a verte -dice molesta la pelinegra interrumpiendo a Becky — claramente ya tienes a quien tanto querías a tu lado.
— Char, Freen y yo no...
— Y pensar que pasé mucho tiempo planeando separarlas para nada.
— ¿De qué estás hablando? -preguntó Freen con evidente enojo en su voz
— Nada -respondió Charlotte sonriendo sarcásticamente — Disfruta a tu querida traidora.
Freen suspiró con enojo. Se levantó para seguir a Charlotte pero Becky la detuvo agarrando su muñeca.
— Dejala ir, sólo está herida -expresó la rubia
— Yo también me voy -dijo Freen secamente — Nos vemos mañana.
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Volviendo A Mí (FreenBecky)
FanfictionDespertar en una habitación blanca, luminosa y extraña, puede ser confuso, ¿Cómo terminó ahí? Sin embargo, despertar y darse cuenta que todo en su vida había cambiado y no tener ningún recuerdo de ello, era aterrador. Rebecca se encuentra en una s...