Sofía Castañeda González, exnovia de Sebastián Córdova y mejor amiga de Igor ¿qué podría suceder si Sofía solamente acompaña a su mejor amigo a la fiesta de iniciación de el América? Lee para saberlo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Finalmente se dió el día de la fiesta y bueno yo no quería ir pero Caro me pidió que sí fuera para acompañar a Igor. La ropa que me iba a llevar era la misma de las fotos, al llegar Igor me presentó con algunos. — Ella es Sofía, mi mejor amiga será la nueva nutrióloga del club.—Dijo Igor presentándome. — Con gusto soy su paciente.—Dijo un alto moreno. (Malagón) — Epa.—Exclamó Kevin. — No mames, pensé en voz alta wey, perdón Sofía. Soy Luis Ángel Malagón Velázquez, portero del club.—Me dijo sonriendo avergonzado. — Un gusto, Ángel.—Dije sonriendo estrechando las manos. No lo voy a negar, si era bastante guapo. Saludé a los demás y eso.
Un rato después me presentaron como la oficial nutrióloga de el club, todos empezaron a festejar, tomar alcohol y bailar. Yo aproveché y me puse a bailar. — Ese Ángel no te quita la mirada de encima, Sof.—Me dijo Kevin entre risas. — No digas tonterías.—Respondí riendo y el sólo rió más. — ¿Y Córdova?—Preguntó y dejé de bailar automáticamente. — Terminamos ayer.—Admití mirándolo. — No mames ¡que chingon! Por fin eres libre de ese pendejo, nunca te valoró, no sé como lo aguantaste por 2 años.—Me dijo feliz. — Tampoco sé como aguanté todo eso...—Dije algo triste. — Pero no te pongas así, anda, tu sigue bailando.—Me dijo y se fue.
Kevin; Me dirigí automáticamente hacía Malagón. — Wey, tienes camino libre.—Le dije sonriendo. — ¿Eh?—Preguntó confundido. — Con Sofía, la mejor amiga de Igor, pendejo.—Respondí riendo. — Pero... Es imposible, ella anda con Córdova desde hace años.—Dijo confundido. — No seas wey y solo confía en mí.—Le dije y el solo rió y asintió.
.
.
.
Sofía: Al día siguiente... Finalmente era mi primer día en el club, me daba terror. Yo me encontraba en mi "oficina" mirando los últimos registros de los futbolistas, eran desde hace un año, desde hace un año no tienen nutrióloga. — ¿Cómo está la mejor nutrióloga del club?—Dijo Igor mientras entraba a mi oficina junto a Kevin. — Te ves medio chingada así que te trajimos una dona de chocolate y un capuchino.—Dijo Kevin extendiendo las cosas antes mencionadas. — Que amables.—Respondí sarcásticamente. — Hoy son las primeras pruebas ¿cómo te sientes?—Preguntó Igor. — Uhm, me da gusto pero terror a la vez.—Dije y los tres reímos. — Acá te van a pagar mejor y nosotros estaremos aquí por si necesitas algo.—Kevin mencionó y yo sonreí. — Gracias chiquillos.—Sonreí. — Y te va tocar aguantar la actitud de uno que otro mamón.—Añadió Kevin. — Creo que ya contigo aprendí como atender a mamones.—Respondí e Igor y yo reímos fuerte. — Groseros.—Dijo Kevin con un puchero.
Seguimos platicando hasta que tocaron la puerta y entró el superior. — Kevin, Igor, afuera por favor, ya empezará a atender a sus compañeros.—Indicó y ambos salieron. — Y ¿quién será el primero?—Pregunté curiosa. — Zendejas.—Respondió y yo asentí. Unos minutos después entró el antes mencionado. Empecé a hacerle la revisión como normalmente lo hago y al terminar salió y entró el chico de ayer, Luis Ángel creo. — Hola, Ángel Malagón ¿cierto?—Pregunté sonriente. — Ese mismo.—Confirmó y se sentó en la silla. — Necesito pesarte, así que por acá, por fa.—Dije y señalé la pesa. Él asintió y se paró sobre ella. — Y ¿de dónde eres?—Me preguntó para evitar el silencio incómodo. — Soy de Morelia, Michoacán pero me crié en Zamora.—Dije mientras ajustaba la pesa.—¿Y tú? — Yo soy de Zamora, Michoacán.—Dijo con una risa de por medio. — ¿Cómo es que antes no te ví? ¿Vas muy seguido?—Pregunté con intriga. — Sí, casi siempre ando allá por mi familia.—Me respondió amablemente.—¿Y tú? — Yo antes pues me la vivía allá pero tuve que irme a Nuevo León para trabajar en el "Club Tigres" y ahora acá en CDMX para trabajar aquí en el América.—Respondí mientras lo medía. — Cierto, tu trabajabas allá con los Tigres... ¿Extrañas allá?—Me preguntó mirándome. — Un poco, me llevaba muy bien con la mayoría y ahora extraño un chingo a un amigo muy cercano, a Diego Lainez.—Respondí sonriendo mientras anotaba los datos. — Bueno, acá estás mejor con nosotros, te haremos sentir en casa.—Mencionó con entre risas. — No me vendría nada mal.—Dije mientras registraba sus datos en la computadora. — ¿Cuántos más de nosotros te faltan?—Preguntó. — Ni idea, eres el segundo.—Dije riendo. — Bueno yo después de esto no tengo nada que hacer, te puedo esperar a que atiendas a los demás y de ahí te doy un recorrido por el club, y después si quieres nos vamos a tomar algo o te llevo a tu casa.—Ofreció gentilmente. — Claro, me encantaría. Podemos ir a tomar algo y ya después me llevas a mi casa... A casa de Igor.—Lo último lo dije bajo. — ¿Casa de Igor? Claro ¿desde cuándo se conocen ustedes?—Me preguntó curioso. — El llegó a jugar un tiempo en el Club Tigres y de ahí lo conocí y nos hicimos grandes amigos.—Dije sonriendo. — ¿A quién más ya conocías del club?—Cuestionó. — A Kevin, Igor, Zendejas, Emilio y a Brian.—Respondí. — Pues si son varios.—Rió un poco y yo también lo hice hasta que tocaron la puerta y entró Emilio. — ¿Qué onda mi Sof? ya estoy listo para las pruebas.—Dijo mientras entraba. — Bueno, enseguida empezamos, Larita.—Dije riendo un poco. — Muévete a la verga, Luis.—Dijo Emilio. — Siéntate acá, Ángel.—Respondí moviendo una silla y colocándola al lado mío. — Bueno, empieza ya.—Dijo Emilio y yo asentí. — Ay, Lara.—Me quejé y comencé a pesarlo y medirlo.
Después de dos horas, finalmente termine de atender a todos y de registrar todo. — Por fin terminé.—Dije riendo mirando a Ángel. — Va, pues vámonos entonces.—Sonrió y se levantó de su silla, yo apagué todo y salimos del consultorio. Me empezó a dar un recorrido pequeño desde los vestidores hasta la cancha y los demás consultorios de los fisioterapeutas, psicólogos, etc. — Se podría decir que eso es la mayor parte del club, te puedes confundir aún porque yo lo hago.—Dijo riendo. — Es muy grande.—Dije un poco asombrada. — Nah, ni tanto.—Me respondió y reí. — Vamos a tomar algo, yo invito.—Dije sonriendo. — Perfecto ¿A dónde vamos?—Dijo Igor junto a Kevin tras nosotros. — ¡Pendejo!—Grité asustada. — ¿A dónde vamos?—Preguntó Kevin. Desde ese momento mi tarde con ángel se arruinó por culpa de todo estos dos, así que tuvimos que ir los cuatro por un café a Starbucks y nos quedamos hablando sobre temas cualquiera a pesar de que estaban aquellos dos de metiches. Fue una tarde algo linda y pude conocer mejor a Luis Ángel. — ¿Te llevo a casa?—Se ofreció Ángel. — Me encantaría, pero sería a casa de Igor, a la mía no.—Dije mirándolo. — ¿Y eso?—Preguntó Ángel. — Digamos que ahora no tengo casa propia.—Dije acompañada de una risa nerviosa. — Entiendo, igual si ocupas otro lugar donde quedarte siempre tendrás la puerta de mi casa abierta.—Respondió sonriendo. — Gracias, que lindo.—Dije y ambos reímos.
Mientras me llevaba a casa de Igor, íbamos hablando sobre fútbol y música, cuando llegamos me abrió la puerta y me dejó en casa de Igor.