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Finalmente era 18 de mayo, el 2do partido de el América contra Chivas, el partido que decidiría quién iba a la final.
Últimamente estos dos días me la he pasado con Ángel, cada vez nos volvemos más cercanos y eso me gusta.
Ahora voy llegando junto a Igor a el hermoso "Estadio Azteca" en unas horas era el partido y ellos tenían que entrenar obviamente antes de el juego, yo hoy nuevamente llevaba la jersey de Kevin en su honor ya que no podrá jugar nuevamente por su lesión.
— Hace mucho calor, wey.—Me quejé con Igor mientras caminábamos hacía las canchas.
— Sabía que no era el único loco.—Dijo Brian detrás mío y los tres reímos.
— Yo no entiendo como no se andan muriendo en los entrenamientos.
— Pues si nos andamos medio muriendo.—Dijo Igor y yo reí.
— Si ganan este partido les invitó unos taquitos.—Ofrecí con una sonrisa.
— ¿A todos?—Dijo Lara pasando a un lado mío.
— A todos menos a tí.—Respondí obviamente bromeando y éste me miró mal.
— Mala.—Respondió riendo y se fue corriendo hacia las canchas.
— Uy ¿acaso me quieren robar a mi mejor amiga? Sé que eres una persona genial pero nooo.—Dijo Igor dramatizando.
— No seas dramático, Linchnovsky. Mi único mejor amigo eres tú.—Respondí mientras lo empujaba levemente y este revolvió mi cabello.
— ¡Nooo! Me lo planche hoy, Igor.—Dije molesta y le pegué en la mano.
Yo te veía igual de despeinada que siempre.—Me dijo riendo.
— Por eso te voy a cambiar por Kevin.—Dije rodando los ojos.
— Bueno, nadie te va a querer más que yo y Caro.
— Lo de Caro y yo es aparte.—Respondí y este me miró sorprendido.
— La traición.—Dijo dramático como siempre.
— Estás bien loquito.—Dije mirándolo raro.
Así me quieres.—Me respondió y yo solo rodé los ojos.
— Un poquito nada más, no te emociones.—Dije antes de salir a las canchas y ellos se fueran a calentar, en estos momentos no sabía ni qué hacía aquí.
— ¿Pronóstico para hoy?—Preguntó Alan Mozo mientras me ponía sus manos en mis hombros.
— Fácil, les ganamos.—Respondí con una sonrisa burlona.
— Ya quisieran.—Me dijo mientras se sentaba a un lado mío.
— Pues con ese portero si nos la ponen difícil, el Malagón cada vez es más bueno.—Dijo mirándolo entrenar.
— Es Zamorano ¿qué querías?—Dije yo riendo un poco.
— Es cierto, tú también eres de allá ¿nunca lo conociste?—Preguntó y yo negué.
— No que yo recuerde.—Respondí y él asintió.
— ¿Cómo te ha tratado el América?
— Bastante bien, me pude incorporar muy pronto.—Dije feliz.
— Me alegra mucho.

Después de mi plática con Mozo el se fue a entrenar y yo me quedé mirando a todos entrenar, en especial a Ángel, no es porque me guste ni nada pero la verdad a mejorado bastante.
Empezó el partido y todo iba bastante bien, ambos equipos estaban jugando tan bien, llegó el medio tiempo y todo normal, planeando la próxima jugada, empezaron a jugar hasta que en el minuto 60' se miraba a Igor con el balón, muy decidido hasta que lo pasó a Isra y efectivamente señores
GOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOLL DE ISRAEL REYES.
Yo salté de la emoción feliz ya que bueno creo que ya teníamos más que asegurada la final, pero nunca hay que confiarse.
Pero como mi intuición nunca falla, el partido terminó y nos vamos a la final damas y caballeros.
— ¡Mala!—Grité y fuí corriendo hacia Malagón para abrazarlo, estaba tan feliz de que ellos lograran nuevamente irse a la final.
— Lo logramos.—Dijo feliz mientras me soltaba.
— Lo lograron.— Respondí feliz sonriendo.
— ¿Y yo qué?—Dijo Igor mirándome fingiendo estar indignado.
— Ya, ya, ya voy.—Dije y me acerqué a abrazarlo.
— ¿Qué se arma para celebrar?—Preguntó Zendejas mientras se acercaba a nosotros.
— Una peda.—Dijo Emilio a su lado.
— Ande pues.—Respondí riendo un poco.
¿O se fresea doctora?—Dijo Malagón y yo reí.
— Que se va a andar freseando, no la vieron cuando estaba en Tigres aún y festejó la victoria de la final.—Respondió literalmente quemándome frente a ellos y yo lo golpee ligeramente.
— Cállate, Igor, solo me viste porque Diego te mando videos.—Respondí mientras rodé los ojos y Malagón, Zendejas y Emilio rieron.
Hasta parecen hermanos.—Dijo Zendejas y lo miré fingiendo estar ofendida.
— Nunca.—Dijimos ambos al unísono.

ᴇʟʟᴀ ɴᴏ ᴇꜱ ᴛᴜʏᴀ - 𝘓𝘶𝘪𝘴 Á𝘯𝘨𝘦𝘭 𝘔𝘢𝘭𝘢𝘨ó𝘯Donde viven las historias. Descúbrelo ahora