ᴇʟʟᴀ ɴᴏ ᴇꜱ ᴛᴜʏᴀ - 𝘓𝘶𝘪𝘴 Á𝘯𝘨𝘦𝘭 𝘔𝘢𝘭𝘢𝘨ó𝘯

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| Narra Mala |

El tipo con lentes oscuros y traje negro regresó al vestíbulo como si fuera dueño del lugar. Caminaba con pasos firmes, su cara seria, aunque no podía ver sus ojos detrás de los lentes. Se plantó justo frente a Ángel y a mí, cruzando los brazos.

—Nuevamente ¿Dónde está Sofía?—soltó directo, sin ni siquiera presentarse.

Ángel lo miró desconcertado, y yo no pude evitar fruncir el ceño. ¿Quién se creía para llegar preguntando así otra vez?

—¿Y tú quién eres?—le pregunté, antes de que Ángel pudiera responder.

—David.—dijo con calma.—Soy su hermano mayor.—

Ángel y yo nos volteamos a ver, claramente sorprendidos. Hermano. Sofía nunca nos había hablado de su familia, mucho menos de un hermano.

—¿De verdad?—respondí, sin poder ocultar mi desconfianza.—Porque Sofía nunca mencionó nada de un David.—

Él sonrió con suficiencia.—Eso no me sorprende. Sofía y yo somos los únicos que nos llevamos en la familia. Si no me crees, revisa en su Instagram. Busca las fotos de cuando éramos morros.—

—¿Instagram? ¿Neta?—solté, cruzándome de brazos.

—Sí, búsquenle, chavos—dijo, relajado, metiendo las manos en los bolsillos del saco de su traje.—Ahí van a ver que no estoy inventando nada.—

Ángel suspiró y me lanzó una mirada.—¿Tú traes el celular?—

—Obvio.—respondí, sacándolo del bolsillo.

Entré al Instagram de Sofía, y Ángel se inclinó sobre mi hombro para mirar. Empezamos a buscar entre las fotos más viejas, y efectivamente, encontramos varias donde salía un niño que se parecía al tipo frente a nosotros. El mismo cabello, la misma nariz y las mismas pecas que tenía el morro. Todo encajaba.

—Bueno, parece que sí eres su hermano—dije, levantando la mirada.—Pero eso no explica por qué llegaste como detective privado. ¿Qué quieres con ella?—

David se encogió de hombros.—Solo quería asegurarme de que todo esté bien. Sofía no nos habla mucho de su vida, pero sabía que hoy era importante para ella. Y por cierto—dijo mirando a Ángel con una media sonrisa—te sacaste la lotería con mi hermana. Cuídala bien.—

Ángel lo miró con seriedad, como tratando de leer sus intenciones.—Siempre lo haré. ¿Vas a subir a verla?—

David negó con la cabeza.—No. Ya sé que está bien. Solo quería estar aquí por si algo pasaba. Además, no creo que sea el momento para que me vea y se emocione de más. Ya suficiente tiene con el estrés de hoy.—

Me quedé callado, tratando de entender al tipo. Algo en su actitud me desconcertaba, pero al mismo tiempo, parecía genuino y muyyyy pero muyyy egocéntrico.

—Bueno, pues si eso es todo, creo que deberías dejarnos manejar esto.—le dije, señalando hacia el auto que nos esperaba.

David asintió con una sonrisa ligera.—Por supuesto. No quiero estorbar. Solo no se olviden de mencionarle que estuve aquí.—

El tipo se quedó parado frente a nosotros con esa actitud medio fresca y confiada, todavía con sus lentes oscuros puestos, a pesar de que estábamos dentro del hotel. Después de soltar todo eso de ser el hermano de Sofía y mostrarnos su sonrisa de comercial de pasta de dientes, terminó la conversación como si él marcara el ritmo.

—Pues ya estuvo, weyes.—dijo, ajustándose la corbata.—Nos vemos en la ceremonia, ¿no? Y obvio también en la fiesta. Espero que estén listos para el bailongo, porque la neta, yo sí vengo con todo.—