| Perspectiva Igor |
Sofía era más que una amiga para Carolina y para mí. Era una hermana, una segunda madre para mis hijas, Trinidad e Isabella, y alguien que traía luz incluso en los momentos más oscuros. Durante años, nuestra casa fue su refugio. Allí se sentía segura cuando su vida con Sebastián se convertía en un infierno.
Recibir su invitación de boda con Luis Ángel fue como un rayo de esperanza. Finalmente, parecía que Sofía tenía la oportunidad de ser feliz, lejos de la pesadilla que había sido su vida con Sebastián.
La ceremonia
El salón estaba decorado con tonos blancos y dorados, y cada detalle parecía sacado de un cuento de hadas. Carolina y yo ocupábamos la tercera fila, junto a nuestras hijas, quienes estaban emocionadas por ver a su "tía Sofi" como la protagonista del día. Cuando Sofía apareció al final del pasillo, tomada del brazo con su padrino y todos contuvieron el aliento.
Era imposible no notar su belleza, pero más que eso, era la serenidad en su rostro lo que llenaba el lugar de emoción. Luis Ángel la esperaba en el altar con una sonrisa que reflejaba todo el amor que sentía por ella.
Pensé que, por fin, Sofía estaba recibiendo el final feliz que tanto merecía.
Todo iba perfecto, hasta que vi a Sebastián en la parte trasera del salón.Su presencia era como una sombra que amenazaba con devorar la felicidad de ese día. Su mirada estaba fija en Sofía, y había algo inquietante en su expresión. Carolina también lo notó, y cuando nuestras miradas se cruzaron, supe que ambos estábamos pensando lo mismo: no lo dejaríamos arruinar esto.
Pero antes de que pudiéramos hacer algo, Sebastián se levantó de su asiento y comenzó a caminar hacia el altar.
Todo pasó en un abrir y cerrar de ojos. Sacó un arma y, con una expresión de locura en el rostro, gritó:
—¡Si no eres mía, no serás de nadie!
El primer disparo resonó en el salón, seguido de los gritos de los invitados. Sofía cayó al suelo, su vestido blanco empapándose de sangre. Corrí hacia ella mientras Carolina gritaba su nombre. Luis Ángel, ileso, se lanzó sobre Sebastián, logrando quitarle el arma antes de que pudiera hacer más daño.
En el hospital
Las luces frías del hospital eran insoportables. Estaba sentado en la sala de espera, con Carolina a mi lado, sosteniendo mis manos mientras intentábamos aferrarnos a la esperanza de que Sofía sobreviviera. Luis Ángel, con el rostro desencajado, caminaba de un lado a otro. Había conseguido inmovilizar a Sebastián hasta que llegó la policía, pero eso no aliviaba su culpa por no haber podido proteger a Sofí.
Una enfermera salió finalmente con una expresión grave.
—Lo siento mucho. Sofía no lo logró.
Las palabras cayeron como un martillo. Carolina rompió a llorar, y yo me quedé inmóvil, incapaz de procesar lo que acababa de escuchar.
El funeral
El día del funeral fue gris y pesado, como si el mundo mismo lamentara la pérdida de Sofía. El lugar estaba lleno de flores blancas, y cada rincón parecía impregnado de su presencia.
Mis hijas, Trinidad e Isabella, estaban conmigo, preguntando por qué su
"tía Sofi" ya no iba a regresar.Mientras los asistentes se despedían de Sofia, los recuerdos comenzaron a invadirme. Una vez, Sofía llegó a nuestra casa golpeada y cojeando, con los ojos llenos de lágrimas y la voz temblorosa. Sebastián había tenido un mal día en los entrenamientos, y como siempre, descargó su frustración en ella.
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ᴇʟʟᴀ ɴᴏ ᴇꜱ ᴛᴜʏᴀ - 𝘓𝘶𝘪𝘴 Á𝘯𝘨𝘦𝘭 𝘔𝘢𝘭𝘢𝘨ó𝘯
FanfictionSofía Castañeda López, exnovia de Sebastián Córdova y mejor amiga de Igor ¿qué podría suceder si Sofía solamente acompaña a su mejor amigo a la fiesta de iniciación de el América? Lee para saberlo.