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Hoy era la gran final... Nos encontramos en el bello Estadio Azteca, los chicos ya se encontraban entrenando y yo... Discutiendo nuevamente con el nutriólogo del Cruz Azul.

— Iván, entiende, tienes que darles algo de comer, están entrenando duro y en el momento del juego no estarán jugando bien porque no comieron nada, incluso hasta desmayarse pueden.—Reclamé y el rió un poco.
— ¿Entonces que propones?—Preguntó burlón y lo miré mal.
— Sino quieres que estén tan cargados pues una pequeña colación, o sushi, el sushi se baja rápido pero si calma el hambre.—Sugerí y el me miró dudoso.
— No sé... No me convences del todo y para que los chefs preparen tiene que ser autorizado por ambos.
— Que enfadoso eres.—Dije rodando los ojos y el rió, al ver que el no accedía pues claramente no iba a rogarle entonces me fui donde estaban las bancas y me senté a verlos entrenar.

— Esa cara, mujer.—Dijo Antuna mientras se acercaba a mi, me llevo bastante bien con el, lo conozco por Sebastián pero logré tener una linda amistad con él y su familia.
— Agradécele a tu nutriólogo.—Dije forzando una sonrisa y el rió.
— ¿Iván? Si el es un amor, casi nunca nos da de comer pero es un amor.
— ¿Un amor? Es un enfadoso, no les quiere dar ni una colación como la otra vez.
— Así es, le gusta chingar un rato, luego se le pasa y si ve que estás enojada se le pasa más rápido.—Me dijo guiñándome un ojo y yo reí.
¿Cómo ha estado Penny? Hace un montón no nos vemos.—Pregunté refiriéndome a su esposa y el sonrió.
— Muy bien, ya estamos en espera de otro bebé.—Me confesó y yo lo miré sorprendida.
— No mames, muchas felicidades, wey.—Dije sonriendo mientras le daba un pequeño abrazo.
— Gracias, Sof.—Respondió sonriendo.
— Tengo que verla pronto ¿va a venir al partido?—Pregunté y el asintió.
— Simón, va a venir y va a estar allá por los VIP.
— Muy bien, para darme una vueltita por ahí con ella y saludarla.

Después de hablar con él un rato, los chicos tuvieron sus 30 minutos de descanso del entrenamiento y ví como los meseros les entregaba un pequeño recipiente con fruta, los miré extraña para después ver a lo lejos a Iván con una sonrisa y me guiñó un ojos, yo le sonreí forzadamente.

— ¿Qué miras?—Preguntó Ángel mientras se sentaba a un lado mío.
— Estaba viendo que siempre si les dieron la colación.—Respondí mientras lo miraba con una pequeña sonrisa.
— ¿No nos iban a dar?—Preguntó y yo negué.
No, el pendejo de Iván no quería.—Dije cruzándome de brazos.
— Ya no te enojes, hermosa.—Me dijo al oído y yo sonreí.
— No es mi culpa.
— Me voy a poner las pilas para la final.
— ¿Y eso? ¿Por qué tanto entusiasmo?
— Si ganamos la final pasaremos a la competencia de "campeón de campeones" y nos tocaría jugar contra los tigres y estoy mas que listo para hacer sufrir a Sebastián tapándole todos los goles que quiera hacer.—Me dijo sonriendo y yo reí un poco.
— Eso suena muy romántico.

Después de seguir platicando ellos volvieron a sus entrenamientos y yo recibí una llamada.

Kev 💗

— Bueno.

— Holaa, Sof ¿cómo andas?

— A las carreras JAJAJA, pero echándole ganitas.

— Eso mamona.

— Menso JAAJJA

— Necesito un favorsoteeee.

— Soy toda oídos.

— Cuando empiece el partido ven por mí a la casa.

ᴇʟʟᴀ ɴᴏ ᴇꜱ ᴛᴜʏᴀ - 𝘓𝘶𝘪𝘴 Á𝘯𝘨𝘦𝘭 𝘔𝘢𝘭𝘢𝘨ó𝘯Donde viven las historias. Descúbrelo ahora