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||Into The Storm||

||Into The Storm||

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En cuanto el sonido de otro trueno retumbó de nuevo en el cielo, Noah asomó la cabeza por la ventanilla del Mercury y miró hacia arriba

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En cuanto el sonido de otro trueno retumbó de nuevo en el cielo, Noah asomó la cabeza por la ventanilla del Mercury y miró hacia arriba. Las nubes eran totalmente negras, prueba de que pronto iniciaría una fuerte tormenta.

La chica soltó un fuerte suspiro cargado de frustración.

Esa tarde, cuando las clases habían terminado, Noah optó por seguir el consejo de su hermano, decidió esperar en el auto a que su entrenamiento terminara para poder ir a casa.

Honestamente, había hecho eso porque, aparte del hecho de que no le interesaba para nada el fútbol, sinceramente no tenía ganas de entablar conversación con Helen, ni tampoco tenía ganas de ver a Ethan.

Suficiente tendría con pasar el día con ellos en First Beach ese fin de semana.

Repentinamente, la chica notó como varios chicos que salían del entrenamiento comenzaban a dirigirse a sus autos. Noah giró la cabeza hacia la entrada del edificio y vio a su hermano, quien salía acompañado de Ethan, Helen, Phelps y otros chicos del equipo.

La castaña quiso suspirar de alivio, pero entonces, Nathan le dirigió a Noah una mirada que claramente le decía que habría un problema.

El muchacho se acercó hasta el auto en unas cuantas zancadas y Noah rápidamente se apresuró a bajar la ventanilla.

— Noah, mi hermosa Noah. Mi querida hermanita — dijo en un tono completamente acaramelado.

Noah frunció el ceño. Sabía que esa era la táctica que utilizaba su hermano siempre que iba a pedir algo.

— ¿Qué quieres? — le preguntó, completamente harta.

El chico le dirigió una de sus mejores sonrisas, aquellas que todo el mundo siempre consideraba tiernas y encantadoras. Sin embargo, Noah era completamente inmune a ellas.

— Helen acaba de recibir una llamada de su padre. Le dijo que llegaría muy tarde a casa hoy, así que ella y Phelps acaban de invitarnos a mí y a los otros chicos del equipo a pasar la tarde en su casa — Noah abrió la boca para objetar, pero el chico continuó: — Y antes de que te enfades y comiences a sermonearme, ya llame a mamá, y ella dijo que estaba bien.

𝓑𝖾𝖺𝗎𝗍𝗂𝖿𝗎𝗅 𝓒𝗋𝖾𝖺𝗍𝗎𝗋𝖾𝗌 || 𝗦𝗲𝘁𝗵 𝗖𝗹𝗲𝗮𝗿𝘄𝗮𝘁𝗲𝗿Donde viven las historias. Descúbrelo ahora