Me convertí en la gemela villana de la novela

Capitulo 31

Un par de días después, Baimei por fin se puso en contacto con ella para asuntos de trabajo. Aunque, la sorpresa vino cuando le dio más detalles al respecto.

-Se trata de una gala de moda, donde se van a dar unos premios a los mejores diseños y diseñadores del año- le explicó su amiga, dejando claro que figuras importantes se encontrarían reunidas en ese lugar.-Aunque lo más llamativo es que hemos sido invitadas por el agente de Si Ma Shou, ya que él es uno de los modelos que han estado trabajando para algunos de esos diseñadores. ¿Me puedes explicar qué tipo de relación tenéis vosotros para que pase esto?

-Bueno... Somos amigos cercanos- fue todo lo que ella pudo decir.-Aunque Shou ya me dijo que me iba a llevar a alguna gala para ayudarme con mi trabajo, no pensé que de verdad lo iba a hacer.

-¿No sólo lo estuviste trabajando contigo en el reality, haciéndole ir de aquí para allá, si no que encima te hace favores?- soltó Baimei, asombrada.-¿Qué tan bien lo has entrenado?

-Solo hace estas cosas porque es una buena persona y, desde el programa, hemos estado hablando mucho.

No quería explicarle lo ocurrido con Wu Jian en la puerta de su edificio, ya que, si lo hacía, también tendría que explicarle que salió con Shou para celebrar su cumpleaños y el beso que este le había dado y que tanto alteró a su jefe.

Si en esos días, Baimei no la llamó alterada, era porque Wu Jian dejó a un lado ese tema, sin advertir que su representada debía llevar cuidado. Y, conociendo a su amiga, si supiera lo sucedido, estaba segura de que empezaría a gritar como una loca, exigiendo saber todo lo ocurrido entre ellos dos con todo lujo de detalles, aunque no fueran más que amigos.

A Baimei siempre le entusiasmó la idea de que ella se enamorara de otra persona que no fuera Wu Jian, ya que este las trataba tan mal y era una gran piedra en su camino que quería que se acabara cuanto antes lo que sintiera por él. Asi que no había sido raro que, incluso cuando su contrato lo estipulaba, su amiga le hubiera tratado de presentar a diferentes hombres.

Baimei tenía un amplio círculo de amigos fuera del mundo del espectáculo, ya que sus padres estaban bien posicionados, por lo que conocía a hombres no muy mayores que podrían hacerla vivir bien durante el resto de su vida. En realidad, el hecho de que viniera de una familia así había hecho que fuera más sencillo que su agente siguiera a su lado, a pesar de sus 5 años de poco trabajo, por lo que la propia Baimei, como su representante, no ganaba mucho tampoco, ya que, cuanto más trabajo tuviera, más dinero ganarían ambas.

Pero ella fue fiel y se mantuvo a su lado durante las vacas flacas, teniendo que vivir de sus padres durante ese tiempo, así que quería compensarle por ello tan pronto como pudiera, rodeándola de lujos para que viera que no fue una mala decisión confiar en ella durante tanto tiempo.

Aunque había otras cosas sobre las que pensar en ese momento.

-Si hay una gala, tendré que comprar un vestido- comentó en voz alta, aún con Baimei al otro lado de la línea.

-Si tuvieras patrocinadores, ellos se encargarían de dejarnos algo en este tipo de situaciones. Pero aún no hemos llegado a ese nivel- se lamentó su amiga por teléfono, escuchándola suspirar.

No era raro que, si una marca te patrocinaba, te dejaran productos para lucirlos durante diferentes eventos. O, si tu cara y fama eran reconocibles, otras marcas ofrecieran sus productos en un tipo de alquiler a cambio de la publicidad que les generaría. Pero no tenían ni una cosa ni la otra.

-¿Volvemos a la tienda de tu amigo? ¿No crees que le gustará saber que uno de sus vestidos estará en un evento como ese, donde el diseño está siendo premiado?- sugirió, tras pensar un poco.