Capitulo 45

338 48 12
                                    


Li Shui se sintió bastante satisfecha con el trabajo de aquel día, ya que cuando tuvo que leer sus líneas junto con Zhao Xue, los dos estuvieron sumergidos en sus personajes y la conversación del guión fluyo de manera natural entre ellos, luciendo como si de verdad ella estuviera enamorada y Zhao Xue, sin darse cuenta de nada, solo disfrutaba de un momento agradable al lado de una persona que le caía bien.


El personaje de Zhao Xue era uno de los ministros más fuertes y leales al emperador, siendo casi su mano derecha y a quién recurriría para evitar cualquier peligro. Pero, debido a que la madre de su personaje había sido una bruja de las montañas, él mismo contaba con un cierto poder mágico que lo había ayudado a luchar y acabar con los villanos que querían reclamar el imperio para ellos, haciendo que se ganara fuertes enemigos que querían acabar con sus existencia.


La protagonista femenina, como hija del general, había aprendido a pelear desde que era joven, transformándose también en alguien difícil de vencer, así que, los dos protagonistas, juntos, eran una fuerza difícil de derribar, lo que hacía que, al final de la historia, se alzarán victoriosos y acabaran con los enemigos que se encontraban dentro del propio palacio del emperador.


Sin embargo, el papel de Li Shui no era ser una fuerza más de Zhao Xue de forma abierta, ayudándolo a crear el imperio perfecto, si no más bien un lugar de calma, junto con quién podría disfrutar de las flores antes de tener que volver a pelear.


A pesar de que era su concubina, el personaje de Zhao Xue solo le concedió ese título para ayudarla después de creer que la habían raptado y atacado, ya que ella le dijo que no tenía a dónde ir ni quién pudiera ayudarla después de todo por lo que había pasado. Pero, por supuesto, jamás le puso las manos encima. Podían hablar o beber el té juntos, pasear por los jardines de su mansión o simplemente estar sentados juntos, pero Zhao Xue nunca ponía una mano encima a Shuang, a pesar de su título de concubina. Así que sus diálogos siempre parecían los de dos amigos, a pesar de que uno de ellos quería ser algo más que eso.


-Lo que me impresiona es que no te has puesto nerviosa en ningún momento, mientras actuabas con él- le soltó Baimei, mientras ambas se dirigían a la salida del edificio, luciendo bastante emocionada.-Si yo tuviera que actuar junto a un hombre tan guapo y reconocido como él, a penas me podrían salir las palabras.


-Somos actores y nuestro trabajo es actuar. Si no puedo hacer eso, tendría que desaparecer de este mundo- fue lo que ella soltó en respuesta, luciendo bastante tranquila.


Aunque aún recordaba demasiado bien lo desastre que había sido Li Shui en sus inicios, no destacándose en lo más mínimo con su actuación cuando había podido trabajar.


Querer ser actriz cuando se tenía un fuerte complejo de inferioridad era casi una misión imposible de cumplir. Pero, por fortuna, había podido cambiar su destino antes de que todo fuera demasiado tarde.


-¡Esa es nuestra Xiaoshui!- exclamó Baimei, envolviendo sus hombros con un brazo, luciendo una sonrisa radiante en su cara.


Una vez más, quedaba claro que la agente no podía estar más satisfecha por el golpe que su amiga se llevó en la cabeza, comprobando lo lejos que estaba llegando desde entonces.


Sin embargo, fue precisamente Baimei la que primero se dio cuenta de que alguien caminaba tras ellas mientras se dirigían al coche.


Al notar como ella se tensaba, la propia Li Shui usó los reflejos de los escaparates que tenía a su alrededor para percatarse de quién era la figura que tenía a su espalda. Y, una vez que pudo verlo a través de los cristales de una tienda, suspiró.

Me convertí en la gemela villana de la novelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora