Capitulo 25

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Una de las cosas buenas que tenía el piso nuevo a dónde la habían trasladado era que un centro comercial quedaba cerca, ya que, al ser una zona con varios edificios de viviendas alrededor, era evidente que era necesario un lugar donde hacer compras. Así que hacía allí se dirigió Li Shui.


No era como si tuviera dinero para derrochar a expuertas, pero se le pagó el trabajo del drama de espías, su sueldo de la serie web y también el del programa, así que tampoco estaba tan pobre como solía ser, casi viviendo día a día cómo había hecho en su minúsculo apartamento.


Y estaba deseando que esos dos últimos trabajos salieran al aire, ya que, a través de ellos, podría encontrar más trabajos.


Si la gente la veía y se interesaba por ella, por mucho que el cerdo de Wu Jian quisiera bloquearla y mantenerla abajo, iba a tener que permitir que trabajara.

Otra opción que existía era salir de su compañía e ir a otra donde no tuviera enemigos que la quisieran hundir, pero, para eso, tendría que pagar la multa por incumplimiento de contrato si quería romper con ellos antes del tiempo establecido en el contrato. Y, por supuesto, no tenía el dinero que una empresa como la de entretenimiento Wu le pedía, exigiendo millones de yuanes para aceptar dejarla ir, así que, por el momento, solo le quedaba apretar los dientes, trabajar todo lo que pudiera e ir trepando hacia arriba, incluso aunque se dejara las uñas por el camino.


Su mal humor pareció esfumarse un poco cuando las puertas del centro comercial se abrieron y el aire frío del interior la hizo sentir más cómoda.


Cada vez estaba haciendo más calor, por lo que ella había salido con unos simples vaqueros claros y una camiseta de tirantes anchos blanca.


De todas formas, no habría mucha gente que reconociera su cara aún, así que no sentía la urgencia de usar una mascarilla, como hacían otros artistas cuando tenían renombre y necesitaban salir a la calle.


No estaba allí para hacer una gran compra tampoco.


Solo necesitaba llenar un poco su nevera y mirar en algunas tiendas baratas más cosas de decoración, ya que su nuevo piso era tan grande en comparación con su anterior casa que había demasiados espacios y paredes vacíos, dándole un toque demasiado desolador como para que ella pudiera sentirse cómoda.


-Si no encuentro algo aquí, no lo encontraré en ningún lado- se dijo, echando un vistazo al espacioso interior.


Aquel lugar era un centro comercial de más de tres pisos y, en la planta baja, en el espacio más abierto del lugar, incluso contaba con una fuente, que hacía aún más fresco el espacio y creaba una relajante sensación gracias al sonido del agua.


Fue precisamente al pasar por allí que vio un hombre, vestido con unos pantalones grises y una camisa ligera negra, que estaba mirando a su alrededor, como si estudiara las tiendas que podían ver desde allí.


Aunque tenía cierto aire oriental, era más que evidente que era mestizo, con su cabello claro, así que, tras observarlo por un segundo, lo único en lo que pudo pensar Li Shui, mientras lo veía parado allí, era que se había perdido y no sabía cómo ubicarse.


No era raro que los extranjeros acabaran perdidos, queriendo curiosear lejos de las zonas que los guías de viajes les recomendaban. Pero, si no pedía ayuda directamente, seguramente nadie haría la intención de acercarse a él y echarle una mano.


Así que Li Shui, sintiéndose medio occidental gracias a la recuperación de sus recuerdos, no dudo en acercarse a él.


Era un hombre casi una cabeza más alto que ella, con el cabello castaño claro y los ojos oscuros. No era tan esbelto como un hombre chino se vería, si no que parecía más bien fuerte. Si no fuera por su expresión, que parecía estudiar las tiendas a su alrededor, ella no se habría acercado, ya que resultaba bastante imponente.

Me convertí en la gemela villana de la novelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora