Capitulo 8 - Disimular

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Habíamos pasado al menos 20 minutos besándonos en la habitación, sentía que mi cuerpo me exigía a gritos el parar para respirar pero inconscientemente seguía besándola. Ahora entiendo perfectamente el deseo de las parejas de estar juntas y besarse en cada oportunidad que tenían.

En un descuido Calle terminó acostada en la cama y yo recargada en ella sin cortar el beso aún, nos detuvimos un momento para alejarnos y mirarnos a los ojos.

—Tal vez ya es hora de bajar. — me incorporé de nuevo en mi lugar.

—Tienes razón.

—Usaré el baño primero, te veo abajo.

Calle asintió y se levanto rumbo a la puerta, me dio una última mirada mientras sonreíamos y abandonó la habitación.

Mi cabeza era un completo fiasco y debía ordenar mis ideas.

¿Qué pasaría ahora con Mario?

¿Qué pasaría ahora con Calle?

Esto era un ganar-perder de cualquier forma posible y volvía otra vez a la idea principal, esto era más que obvio que no podía suceder o mínimo avanzar.

Fui al baño y después de orinar me mire al espejo un momento, definitivamente el hecho de que labios están hinchados, el labial corrido y lo rojo que estaban muy mejillas me delataba sobre lo que había pasado con Calle. Tomé un respiro y me lave la cara con agua fría para ahuyentar el calor de mi cuerpo, me limpié con la toalla el labial de mi boca y salí de ahí.

No estaba segura de cuánto tiempo habíamos estado arriba pero si que había menos gente de la que vi durante el pequeño incidente, caminé para la parte trasera y el grupo de amigos ahora estaba de pie al rededor de la mesa jugando beer pong. Calle ya estaba de nuevo bajo el brazo de Roberto y yo me acerque a Mario que jugaba, al notar mi presencia se desconcentró lo que hizo perder su tiro.

—¡Punto! Mario te toca....

—¡Shot! ¡shot! ¡shot! ¡shot! — todos los presentes entonaron.

—Bien bien ,yo sí cumplo así que pásenme el shot.

Le sirvieron lo que parecía ser vodka y en cuestión de un pestañeo se empinó el vaso por completo. Todos aplaudieron satisfechos.

—¿Dónde estabas? Te busqué por toda la casa.

Nos alejamos un poco del grupo para poder hablar, el ya olía un poco a alcohol pero podía notar que seguía en pleno uso de sus 5 sentidos.

—Me manche la ropa y subí con Calle y Laura a limpiarnos.

—Laura bajó enseguida pero tú te quedaste con Calle ¿Verdad?.

—Uhm. — Traté de no arrepentirme de lo que saldría de mi boca — Ya tengo mi respuesta.

—¿Eh?. — me miró confundido.

—Si quiero ser tu novia.




Ya había pasado un mes y debía admitir que las cosas estaban yendo igual de bien, mi relación con Mario seguía sin ningún problema y la de Calle se podría decir que estaba normal, ambas habíamos acordado el seguir con nuestras relaciones y aunque en dos ocasiones más ocurrió el besarnos ninguna hablaba sobre ello.

Por mi parte ninguno de mis dos amigos sabía sobre eso pero Alejo tal vez sospechaba. Esas dos ocasiones donde Calle y yo nos habíamos besado Alejo nos había visto con el labial corrido y aunque la primera vez me preguntó y al no recibir alguna respuesta, la segunda lo dió por alto.

Circunferencia del amor (Caché)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora