Todos sabemos y hemos presenciado que en la vida existen dos cosas, tanto existen las cosas buenas como existen las cosas malas.
Después de que Poché saliera de casa de Daniela tuvo un serio debate mental sobre cuál decisión sería la mejor. Subió de nuevo a su habitación y miró la hora en su celular, marcaban las 6:47 de la tarde-noche y en su bandeja de notificaciones tenía un par de mensajes de las mellizas.
Tomó nuevamente las llaves de su coche y su celular y bajó para ponerse en marcha rumbo a la casa de sus amigas, ella sabía que su comportamiento no había sido el mejor y que había descargado toda la frustración que había acumulado del encuentro con su ahora ex novio con su amiga.
Hizo una parada para comprar sushi en el lugar favorito de las tres, ordenó y esperó a que le entregaran el pedido mientras le dejaba un mensaje a su mamá avisándole que estaría en casa de el par. Con el pedido en mano volvió a conducir a su destino, esperaba que el resto de sus amigos ya se hubieran marchado.
Calle no entendía como el ser de pequeña estatura que había aparecido en su vida hace algunos meses la hizo cambiar tanto, ella nunca había tenido una relación pero estaba segura que lo que tuvo con Roberto no podía llamarse ”amor" o ”relacion" pero de lo que si estaba segura es que sentía algo por la peliazul, ese algo permitía que defendiera a la peliazul a capa y espada y lo peor de todo es que ella tenía en sus manos su estado de ánimo.
Una simple notificación de un mensaje o de que actualizó en su cuenta de instagram con una foto de ella la hacía sonreír pero así de fácil como la hacía sonreír así le podía quitar la alegría, en su cabeza solo rondaba la confesión que le había dicho, ella estaba segura de que lucharía por tenerla a su lado pero no sabía si ella quiera que luchara por estar juntas o incluso si quisiera tener algo con ella.
Ya estaba dentro de la propiedad y como de costumbre la señora de servicio estaba esperándola a fuera.
—Buenas noches, no esperabamos que regresará.
—Buenas noches y perdón porque tuvieron que escuchar nuestra pelea.
—Nosotros conocemos nuestro lugar en esta casa, usted no se preocupe.
La llevó al interior de la casa y le pidió que esperara en la sala de estar mientras avisaba de mi llegada, puso el sushi en la pequeña mesa y sacó su celular para husmear un momento, Roberto le había enviado algunos mensajes intentando arreglar las cosas.
El no tenía ni la más mínima idea del porque habían terminado o incluso de porque durante la relación parecía que nada de lo que hiciera era del agrado de su novia, siempre parecía molesta y trataba de evitarlo y por más que intentó preguntar con sus amigos más cercanos, ellos simplemente le dijeron que no sabían nada y que debía preguntarle directamente a ella.
Calle no quería quedar como la mala de la historia al saber que el pensaba que lo había engañado con alguien más, sabía que debían hablarlo más pacíficamente pero primero debía resolver otros problemas. Probablemente mañana la escuela sea todo un caos por la noticia, los rumores corren más rápido que el propio viento en un huracán.
Regresó su celular a su antiguo sitio al ver llegar a ambas amigas dentro de su perímetro, rápido se puso de pie sintiéndose una niña que había cometido una travesura y sus papás estaban a punto de reprenderla.
—Seguiría contigo pero hay dos cosas que no me lo permiten, la primera es que trajiste el sushi de nuestro lugar favorito y la segunda es que sabemos lo difícil que es esto para ti. Ven acá. — La rubia se acercó a ella extendiendo sus brazos.
—Perdonenme.
Ya no pudo contener más su llanto y empezó a llorar en los brazos de su amiga. Las dos hermanas se miraron sin saber que hacer pero actuaron rápido dejando que Calle volviera a sentarse y posandose una en cada costado para tratar de consolarla.

ESTÁS LEYENDO
Circunferencia del amor (Caché)
Hayran KurguTodos sabemos que una circunferencia es el contorno que rodea al centro, en este caso, Calle y Poche cuentan con una circunferencia propia donde cada una es el centro del suyo. Probablemente han estado cerca la una de la otra pero no lo suficiente c...