Circunferencia del amor (Caché)

Capitulo 43 - Despedida

El tiempo se había alargado aún más y aunque para algunos fuese una bendición, para otros no lo era tanto. Finales de noviembre e inicios de Diciembre había llegado, las calles estaban dejando de ser marrones por las hojas de los árboles que se preparaban para las heladas del año.

La esperanza de vida de Martha cada día bajaba más y más y su familia era consciente de eso, la familia Calle y alguno de sus amigos más cercanos ya habían ido a darle lo que sería su última visita en vida. Todos se encontraban resignados y en la espera de que su día  llegase.

Poché tenía que viajar muchas veces en una misma semana solo para pasar el mayor tiempo con su madre y su hermana, Juan Carlos igual no se había apartado de ellas en ningún momento pero igual su relación no era tan buena como con la menor.

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23 de Noviembre.

Muchos tienen una forma de ver la vida y se vivirla muy diferente al resto, podemos creer que encontramos a alguien que piensa y hace lo mismo que yo pero por dentro puede estar pensando otra cosa complementado diferente.

El significado de vivir para muchos solo abarca el respirar, el estar en el planeta y tener conciencia de eso pero para otros vivir significaba caminar, reír, sentir, explorar y compartir. Para Martha la vida significaba gozar, poder tener la libertad de moverse de un lado a otro y de probar las cosas que quisiera cuando lo deseaba pero ahora ya no tenía esa libertad, para ella su vida ya no era vivible.

Había llegado al punto de la enfermedad donde ya no podía hablar, aunque no estuviera medicada, el cáncer había logrado propagarse por todo su cuerpo hasta dejarla inamovible en su cama. Un médico particular iba a revisarla cada mañana para administrarle sueros y nutrientes por las venas ya que no contaba con la capacidad estomacal para digerir por su propia cuenta.

Si la casa antes era silenciosa ahora lo era mucho más...

No quería preocupar a nadie pero tampoco quería pasar sus últimos momentos de agonía sola, claro que su esposo se encontraba a su lado como siempre pero el estaba en un profundo sueño. Sus párpados se debilitaban más y más pidiéndole cerrar sus ojos pero sabía que el momento había llegado.

Hizo un último esfuerzo para mover al hombre, tocó su espalda unas veces más hasta que se despertó, de inmediato se rascó los ojos e incorporó en la cama.

—¿Qué ocurre?.

La máscara de oxígeno y la debilidad me impedía hablar pero lo único que hizo fue buscar la mano de su marido, Juan Carlos entendió todo.

—¿Quieres que vaya por las niñas?. — Negó.

Quería pasar sus últimos momentos con el a solas, con su ayuda retiró la máscara de su rostro y se acurrucó más en su cuerpo. El pobre hombre no podía contener las lágrimas que amenazaban con caer de sus ojos, su mujer estaba muriendo entre sus brazos y no podía hacer nada al respecto más que dejarla ir.

La noche anterior había sido el momento perfecto para la despedida, estuvo con sus dos hijas, su madre y su esposo, rieron y platicaron hasta tarde en el patio, fue tiempo de satisfacción.

Cada segundo que pasaba la abrazaba con más fuerza como si eso detuviera a su alma, supo que todo había terminado cuando la mano que apretaba una de las suyas dejo de ejercer fuerza...

Lo había soltado.

4:33 A.M.

Pasó los siguientes minutos ahogando el llanto que quemaba su garganta, se arrepentía de muchas cosas que la había hecho pasar a lo largo de su matrimonio, todas las peleas y los gritos, los momentos felices, el nacimiento de sus hijas, cuando compraron su casa, todo pasó por su cabeza.