Capitulo 44 - Mia

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A veces me daban ganas de detener el tiempo o tener una máquina para poder viajar a través de el y revivir en carne propia todos los momentos donde fui feliz, me tendría que conformar por el momento con tener esos momentos grabados en mi memoria.

14 De Diciembre.

A pesar de todas las complicaciones que tuvimos este año, para ser más específica estos últimos tres meses, no quise que el cumpleaños y por supuesto nuestro aniversario pasará por alto

Tuve que mover absolutamente toda mi agenda para apartar la semana completa para mí y para ella, estuve pensando por varios días cuál sería el mejor destino al cual llevarla pero al final me decidí por la playa.

Cartagena de nuevo.

Faltaban tan solo unas horas para su cumpleaños y ambas corríamos por todo el aeropuerto para evitar que el avión nos dejase, por falta de tiempo hasta hace un par de horas atrás le di la noticia de que saldríamos de la ciudad, claro que su manager ya estaba enterada sobre su ausencia, había logrado conseguir su contacto y intercambiar un par de mensajes para lograr estar de acuerdo.

—¡Corre amor!. — La gente nos veía como locas pero no nos importaba, lo primordial era llegar a tiempo.

—Para la próxima que me digas un día antes ten por seguro que irás tu solita a ese viaje.

Sabía lo muy en serio que lo decía, solo tragué saliva con pesadez y me detuve para tomar su mano, seguimos corriendo pero ahora con las manos entrelazadas.

Habíamos logrado llegar a tiempo, abordamos el avión y tomamos nuestros asientos tratando todavía de recomponer la carrera que nos habíamos dado.

—Solo a ti se te ocurre Maria José. — Su cara era seria, sabía que estaba enojada conmigo pero ver su rostro me causa risa y ternura. — Deja de sonreír.

—Está bien está bien, perdón.

—¿Por qué no me dijiste antes?.

—Primero porque era una sorpresa y segundo porque estuviste toda la semana metida en tu trabajo y no tuvimos tiempo para hablar tanto.

—Existen los mensajes.

—No es lo mismo. — Rodé los ojos.

—¿Asi que será una semana de playa?. — Ya había cambiado su tono de voz, del enojo pasó a uno pícaro.

—Playa y mucho amor.

Me estiré hasta ella y pegué nuestras narices para frotarlas como si fuésemos una pareja gatuna.

El fue relativamente corto y sin ningún problema, al llegar ya había un Uber esperándonos que nos dejó hasta la casa que sería nuestra los siguientes días, está vez si me había tomado la molestia de rentar una, no quería molestar a Mafer y Germán pidiéndoles su casa vacacionista.

La casa no era tan extravagante pero era suficiente para ambas y lo que más me había gustado y al parecer a Calle también era que la playa estaba a 5 minutos caminando.

—Es hermosa. — Ella se encontraba embobada desde que entramos, yo la seguía desde atrás. — Te perdonaré que llegamos tarde al vuelo solo porque hiciste un buen trabajo consiguiendo la casa pero ¿por qué no le pediste a mis papás su casa?.

—No los quise molestar. — Sonreí y me acerqué más a su espalda, la abracé.

—Te salía mejor pedirles su casa gordi.

—Gastar en algo nuevo y más si es para ti es mucho mejor.

—Ahora andas muy amielada.

Eso me ofendió, siempre fui así con ella. Me alejé de inmediato de ella indignada.

Circunferencia del amor (Caché)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora