Circunferencia del amor (Caché)

Capitulo 35 - Día de golf

Domingo por la mañana.

La mayoría de personas "normales" ocupaban este día para descansar, dormir hasta tarde, eran libres de sus jornadas exhaustas de trabajo y la pasaban junto con su familia pero, para las personas "ricas" o con un estatus social por arriba del normal... el domingo era el día perfecto para levantarse temprano, ir a algún club y reunirse con sus "amigos" o ir a alguna cafetería y ahí verse con ellos para tomar el primer alimento del día juntos y ponerse al día.

En el caso de las tres Garzón Guzmán, su tradición era que esté día muy temprano se iban a un club al que pertenecía su mamá para jugar tenis o nadar.

Aunque Poché ya se había mudado de casa, no quería dejar de pasar tiempo con su dupla preferida que todos la veían como un clon versión menor de ella.

Desde las 7 de la mañana se había alistado para estar puntual a las 8 fuera de su antigua casa, ahora estaba en la sala en espera de su hermana.

—Solo te quedan 3 meses de prácticas, ya vez que después de todo la cosa no era tan mala.

Su madre trataba de hacerle una pequeña charla para que el tiempo pasara más rápido pero en lugar de eso, parecía estar reprochando algo.

—Uhm.

—Tú papá y tú abuelo ya tienen todo listo para que cuando llegues solo firmes y el nombre pasa a estar bajo licencia tuya.

—Bien.

—¿Puedes dejar de responder solo con eso?. — Miró a su hija negar, trataba de corregirla después de 23 años así que era obvio que no lo lograría. Bufó y se levantó de la silla del comedor. — ¡Valentina apúrate!, las espero en el auto.

Poché solo asintió y siguió sentada en su lugar, su mente había logrado estar calmada después de año nuevo. Sus amigos de la universidad al verla decaida después de su cumpleaños no dijeron nada pero hicieron todo lo posible para subirle los ánimos cosa que si funcionó, Emily había estado presente cuando ella llegó ese día al departamento al punto de tener un colapso nervioso, tampoco dijo mucho pero tendió su hombro como buena amiga para que lo ocupara si quería llorar.

Había tenido que hacerle algunas modificaciones a sus rutinas pero seguía concentrada en sus objetivos principales que eran:

1. Pasar tiempo con su hermana.

2. Terminar la universidad con buenos promedios.

3. Ser la mejor en negocios.

—Ya estoy lista. — La pequeña al fin apareció dando saltitos por los escalones, su sonrisa era tan amplia y blanca que podía dejar ciego a alguien si la luz se reflejaba en ellos.

—¡Al fin!.

Caminaron juntas a la puerta de garaje y entraron a sus autos, esperó hasta que su madre avanzara primero y después siguió la ruta que le estaba trazando.

Después de 20 minutos manejando llegaron al amplio club de fin de semana para exclusivas personalidades, para ser miembro de el debías pagar una buena cantidad o ser conocido del dueño y en el caso de ellas tres, eran conocidas de la esposa del dueño con quién se reunian cada fin de semana junto con sus hijos.

Ninguna de las hijas Garzón era muy fanática del hablar con alguna persona ajena a ambas a menos que fuera por única cortesía por lo que normalmente se pasaban las siguientes horas jugando golf, bádminton o en alguna de las piscinas techadas para evitar broncearse de más.

—¿Vas a algún lado después de aquí?. — Caminaban por el estacionamiento, su madre se acomodó su cabello y después se colocó sus lentes de sol.