𝑁𝑜𝑚𝑒

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Aun siendo horario de clases para algunos, el lugar parecía totalmente desierto, abandonado como si de un sitio postapocaliptico se tratara, le causaba una sensación extraña, simple nostalgia con algo más entre ella.

Se podría decir que el pecoso compartía el mismo sentimiento, cada paso lo hacía volver más al pasado, era algo sin explicación, una vez fue a una biblioteca cercana a su casa, aprendió una palabra que describía perfectamente el ambiente, algo inefable.

El silencio también aumentaba ese sentimiento, sus pasos de vez en cuando alteraban los diversos pensamientos, sobre todo el ambiente, hasta un punto, parecía que sus mundos chocaban.

—La profesora—nuevamente hubo una alteración—. Ella...pidio bicarbonato y tizas, deben estar en el...

—Segundo piso—con otra voz presente aquel sentimiento disminuyó—

Max asintió comenzando a caminar a las escaleras, el otro tan solo lo siguió, reflexionando un poco, nunca había visto al chico, al menos no recuerda, muchas veces la gente pasa cerca de él pero al momento de estar enfrente entablando una conversación no parecer darse cuenta que alguna vez vio a dichosa persona, aquello le causa un verdadero conflicto, sin embargo, no trata de encontrar un algo para que cambie la situación.

—¿Como dices que te llamas?—la voz se presentó una vez más al momento de que su mano tomara la perilla—

—Eso no importa—contesto comenzando la búsqueda de los objetos necesarios—. ¿No hay luz por aquí?

Sergio movió sus manos por ciertas partes de las paredes, ningún interrumpor parecía obstruir su camino, tuvo que comenzar una caminata algo difícil, el no ver nada causaban cierta ansiedad sobre su persona, hubo momentos en donde se golpeó con alguna caja o estante, incluso en un instante los dos chicos se golpearon entre si, eso incómodo a Checo y molesto a Max.

—¿Enserio, ni un interruptor?—parecía una adivinanza, pues su respuesta fue ver las miles de cajas a su alrededor, el pecoso encontró el interruptor—

Su búsqueda se vio más facilitada, Checo comenzó a preguntarse la hora, aun si la profesora lo mandó a hacer alguna actividad o recado, no le gustaría llegar tarde a la clase, también pensó en carlos, ¿ya estaría allí? ¿se encontraría preocupado?

—Oye—vocifero el rubio mirando al otro fijamente—. ¿Te quitas?

El mexicano no mencionó nada por su actitud y simplemente se hizo a un lado, tampoco mencionó ninguna palabra durante el camino al salón, al entrar se encontró con la mirada preocupada de Carlos, por su parte, Max solo dejó las cosas en el escritorio de la profesora tomando asiento junto a Kelly.

—Pensé que por fin un tiro te quito la vida—susurro dejando su libreta a un lado-

—Hablar contigo para mi, cuenta como uno—miro de reojo a la chica y se acomodo mejor en su asiento—

—¿Y ese?—volvió a hablar señalando al pelicastaño—. ¿Alguien por fin decidió aguantarte romanticamente?

No mencionó nada, anteriormente se hubiera molestado por las palabras de Kelly, sin embargo, no protesto en lo absoluto, llego a la conclusión de que tratar de irrefutar aquello le causaría cansancio, simplemente dejo a la chica pensar lo que quisiera, solo bastaba con saber que nunca saldría con alguien así, no lo malinterpreten, le da igual si es hombre o mujer, era algo más que lo hacía pensar que nunca saldría con alguien, daba igual su aspecto, color, altura, voz, complexión, solamente pensaba así, nunca se había planteado completamente una broma de Kelly como ahora, lo sintió diferente por alguna razón.

—¿Te dio algo?—la voz de la chica se hizo presente—. ¿Ya estas pensando cosas para hacer con el?

—¿No te para la boca?—Kelly le regalo una sonrisa, su tono le hizo saber que la chica buscaba esa reacción—

—Ya, no lo tomes personal—el sonido de su libreta siendo abierta se presentó a la conversación—. Ni siquiera debes saber su nombre, el romanticismo se pierde cada vez más.

Una mirada fue suficiente para la chica, volvió a sus asuntos manteniendo una conversación de vez en cuando, era aburrido solo recibir ciertas respuestas, por lo tanto, el diálogo se perdió rápido.

—Por eso, no sabes su nombre—concluyó la chica dejando su asiento y abandonando la sala—

—Por eso, no sabes su nombre—concluyó la chica dejando su asiento y abandonando la sala—

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Normalmente no hago mucho la interacción con ustedes, entonces, ¿que tal les pareció?

Igualmente feliz race week para ustedes.

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Nos leemos el próximo miércoles.

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