El preocuparse por diversas cosas siempre le ha sido una tarea sencilla, solo consta de levantarse y tener miles de preocupaciones, algunas suyas, otras de personas a su alrededor, pero, siempre tendría alguna en su lista de pendientes, ¿su vida sería más fácil sin ellas?, es un claro si, ¿le gustaría no tenerlas?, lo duda, el no tener en sus pensamientos las diversas preocupaciones lo hacen tener un silencio mental que le causa ansiedad, prefiere tener ansiedad por otras cosas que por su silenciosa consciencia, al menos eso dice siempre que le preguntan, no es más que un simple engaño para el mismo.
—¿Qué opinas?—una mirada curiosa espera con anhelo su respuesta—
—No le veo sentido—aquella mirada de anhelo se dio por terminada—
Un pequeño silencio algo incomodo se formó entre ellos, a su alrededor el sonido de personas hablando de su vida, el enojo de algunos profesores por las actitudes de sus alumnos, los pasos apresurados, todo eso aun seguía sonando, menos ellos.
—Tu nunca le ves sentido a mis opiniones—el madrileño declaró como si fuera obvio—
—Tal vez porque de verdad no lo tienen—mostró su punto el mexicano dándole un pequeño empujó para dar inicio a su camino—
Detrás de él, su mejor amigo desde que tiene memoria o al menos esa es la palabra que usan todos, el piensa que es su mejor amigo desde que pudo abrir los ojos y mirar el exterior, o tal vez desde que se toparon en el jardín del madrileño debido a que sus madres cospiraron para aquello.
—¿Piensas en mucho hoy?—Carlos se acerco para quedar justo a su lado—
—No tanto, solo estoy viendo recuerdos—una mueca de confusión se mostró en la cara de su amigo causando una pequeña risa de su parte—
Carlos asintió y siguieron su camino en silencio, por eso Checo amaba tenerlo de amigo, sus silencios no eran incómodos sino confortables, le gustaba tener ese sentimiento con una persona ajena a su familia, podía jurar que Carlos comparte el sentimiento.
Lamentablemente no podían quedarse juntos mucho tiempo, su primera clase era diferente, por lo tanto, los salones igual, con una mirada se despidieron tomando caminos separados para comenzar su rutina estudiantil.
Aunque nadie lo mire, el mexicano siempre trata de llegar lo más presentable que puede a cualquier aula, esta misma aun no se encontraba llena lo cual le parecía perfecto, tomo asiento en una silla cercana a la ventana pero no demasiado, dejo un asiento libre al lado del suyo, aquella fila de silla se encontraban a la mitad del salón, no estaba tan atrás pero tampoco tan adelante lo cual le daba más seguridad para poder participar, con esto, Checo puede decir que es el lugar perfecto.
Su mochila toco el piso sacándole un suspiro, poco a poco tomo lugar en aquella silla un tanto oxidada, sin que se diera cuenta una persona tomo el lugar de al lado.
—Buenos días—la persona a su lado saludo amablemente, solo alcanzo a asentir—
De reojo miro a la persona que lo saludo, un chico algo bajo y con rasgos asiáticos, se veía con una actitud pacífica, alguien agradable.
—Soy Yuki por cierto—se presentó después de sentir por mucho tiempo la mirada del pecoso—
—Un gusto, soy Sergio—hablo por mera educación—
La responsabilidad es principal para la supervivencia estudiantil, sin ella, muchos no llegarían a donde están ahora, claro que, existen excepciones, mínimas pero las encuentras, en el caso de un chico de ojos azules, la responsabilidad no era parte de su personalidad.
Para el rubio el tener constancia estudiantil le suena demasiado aburrido, igualmente tener un mal porcentaje le parecia totalmente terrible, por lo tanto, el mantenerse en el medio de estos dos lo mantenía más contento, si su yo de la infancia lo mirara ahora diría que es un bueno para nada, pero, con el tiempo se dio cuenta que el sobre salir empeña abandonar cosas, una de ellas es el poder vivir y disfrutarlo.
La frase "tener la facha de un repetidor y la nota de un aprobado" definía muy bien al neerlandés, mostraba su estilo de vida, un estilo despreocupado ante la escuela pero aún así ninguna de sus calificaciones pasaba del 8.
—¿Max?—una mano apareció en su campo de visión—. ¿Estas bien?
Algo confundido asintió, se había olvidado incluso de donde se encontraba, las mañanas eran difíciles, el tener que despertar a una hora asignada para llegar temprano a una clase que posiblemente no te ayudaría mucho en el mundo laboral, siempre se preguntaba porque en su horario estas eran las primeras.
—Entonces, ¿Qué dices?—sus dos amigos lo miraron esperando una afirmación sobre un tema que no había escuchando en lo absoluto—
—¿Sobre?—rendido de tratar de adivinar por el rostro de los otros contesto con una pregunta—
—Charles es el encargado de organizar cada evento este semestre—el francés dio una explicación resumida sobre todo lo que el monegasco explico no tan brevemente—. Quiere que lo ayudemos con eso.
—Más bien, suplico por su ayuda—corrigió el pelicastaño con una sonrisa algo nerviosa—. ¿Entonces?
Un nuevo asentimiento se mostró en el neerlandés, no había contemplando tanto el ofrecimiento, posiblemente en un futuro se arrepienta, mayormente pasaba cuando se ofrecía o hacía obligatoriamente una nueva actividad importando muy poco si era sobre algo estudiantil o simplemente una actividad tan simple como el lavar los platos.
—Gracias—su amigo sonrió al mismo tiempo que el profesor se presentaba en el aula—
Dieron por terminada la platica y aquella aburrida clase buena para nada dio comienzo.
Ya tenemos nueva historia, puede que también llegue otra, aun estoy decidiendo eso.
Pueden seguirme en mis redes para mirar el otro lado.
Twitter_@𝑞𝑢𝑒𝑟𝑟𝑜_𝑐𝑜𝑝
Tiktok_@𝑞𝑢𝑒𝑟𝑟𝑜_𝑐𝑜𝑝¡Gracias por leer!
Me alegra que disfrutarán el capítulo.
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𝐴𝑝𝑝𝑎𝑠𝑠𝑖𝑡𝑜
RomanceCheco desde que tiene edad para el uso de la razón ha mostrado que su estabilidad emocional es escasa, esto causa el no poder expresarse y tomar la confianza para relacionarse con las personas. Max es una persona que sabe manipular, no ve por los s...