𝑇𝑢 𝑒𝑑 𝑖𝑜, 𝑖𝑜 𝑒 𝑡𝑒

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El recorrido se había vuelto interesante para los dos, incluso Max se encontraba sorprendido con cada pieza de arte a su alrededor, no habian hablando mucho debido a que Sergio se la pasaba de un lado al otro mirando cada pintura que era mostrada, en medio de estas acciones nunca se soltaron de la mano, pronto llegaron a las pinturas de Jean Charles Blais, Sergio lo consideraba un buen artista, sin embargo no era su favorito, tal vez Lita Cabellut ocupaba ese puesto, igualmente Van Gogh y Claude Monet buscaban ocupar el lugar de la española.

—¿Cual es ese?–interrogo el rubio señalando una de las pinturas—

—Si no mal recuerdo, su nombre es Dos—dio una respuesta rapida el castaño mirando el oleo—

—Es bonita...—la confianza en Max poco a poco se restablecia, lo cual le permitio dar un paso más—. Me recuerda a nosotros, claro que tu serias la chica, yo soy más de...¿Que?.

—¿Me estas diciendo mujer?—el pecoso alzo la ceja mirando a su acompañante que solo lo miraba con una sonrisa en el rostro—

Max no respondio tan solo comenzo a reir gracias a las caras que el pecoso hacia recordando la conversación y su insinuación.

—Lo que quiero decir, es que somos nosotros dos, tu y yo—volvió a hablar el rubio dando una mejor respuesta—

De un momento a otro el ambiente se sintió más agradable, los dos sintieron la timidez del otro, Max se acercó un poco más, sin embargo como si fuera un balde de agua fría, el mirar a Sergio lo hizo reflexionar y se alejo, el pecoso no estaba totalmente enterado de eso, aun miraba la pintura.

¿Qué pensaba hacer?¿Besarlo?, el no besa a gente como Sergio, no besa a gente en realidad, nunca lo hizo, una parte de él estaba decidida a que el primer beso fuera con el pecoso, otra parte le reprendia por siquiera pensar en besar a Sergio, en primer lugar ¿Porque lo invito?, no debía olvidar que Sergio no era nada para el, estaba siendo demasiado cortés con alguien raro y marginado a su parecer.

—Tu y yo, yo y tu—menciono el pecoso sonriendo un poco, Max lo miro, más no sonrió—

—Si tu lo dices suena mejor-ya recordaba, era cortés porque le atraía algo en el—. ¿Seguimos?

Sergio asintió volviendo a caminar dejando la pintura junto a los pensamientos del rubio en ella, este mismo ya comenzaba a entender ciertas cosas referente al pecoso, nuevamente, un lado de el estaba encantado mientras el otro soltaba maldición tras maldición sobre la atracción hacia Sergio, en definitiva comenzaba a tener problemas.

Es algo corto pero muchas ideas por ahora no tengo, por lo menos pienso que es medio aceptable el capítulo

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Es algo corto pero muchas ideas por ahora no tengo, por lo menos pienso que es medio aceptable el capítulo.

También esto algo triste por la situación con George, ojalá no le vuelva a pasar algo parecido a mi pobre británico, es un sentimiento agridulce pues Leclerc se encuentra en el podio.

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Mucho texto, nos vemos en el siguiente.

𝐴𝑝𝑝𝑎𝑠𝑠𝑖𝑡𝑜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora