𝐴𝑓𝑓𝑖𝑎𝑛𝑐𝑎𝑡𝑒

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No era sorpresa que donde se encontrara Carlos estaría Checo y viceversa, para algunas personas a sus alrededores esto era normal, pero, para Max es una interrupción, este mismo siempre trataba de acercarse al pecoso de una manera coincidencial, con la presencia de Carlos su cometido no llegaba a cumplirse.

Sorpresivamente el destino movió un poco sus hilos causando que Kelly no apareciera en clase, lo cual le dio la oportunidad de juntarse con otros dos y esos dos ya tenían nombre, Carlos y Sergio, aunque dentro de si le encantaba llamarlo Pecas, claro que esto nunca sería revelado por el rubio, ni a sus propios amigos, tal vez a Kelly, pero solo si se encontraba bajo efectos de sustancias.

El sentarse al lado del castaño y adsober el olor que provenía de este se sintió como 5 minutos en el cielo rodeado de pájaros blancos y con la luz sobre el, al tener esto se golpeó mentalmente, ¿desde cuando anhelaba el sentir el olor del pecoso irritante?, simplemente hablaban una vez cada dos o más semanas, no había la necesidad de emocionarse, sin embargo, el tenerlo a su lado un poco más cerca despertaba una chispa dentro de si.

No había que negar que el mexicano también sentía ciertas cosas con el rubio a su lado, la principal era la curiosidad, como si fueran una misma persona, Carlos lo notó y formó una pequeña sonrisa, ninguno de los tres conocía por completo al otro.

Para Carlos, Max no era mucho de su agrado pero era interesante el ver como el rubio y el castaño congeniaban de una extraña manera, para Sergio, Max era un mundo nuevo que le gustaría conocer, lo encontraba fascinante como un animal exótico que podría ser peligroso, para Max, Carlos era un obstáculo, tampoco lo veía como una amenaza, sabía que era su amigo, aun así, su cercanía con el pecoso no le agradaba, por otro lado, Sergio es algo como una figura de porcelana como las que miraba en la casa de su abuela, algo tan hermoso y frágil, recuerda que una vez rompió una por jugar con ella.

Con estos pensamientos la clase pasó muy rápido para el gusto de algunos, Sergio se puso de pie para hablar con Carlos antes de su siguiente clase, al voltear este ya no se encontraba, lo encontró raro, de reojo vio como Max guardaba sus cosas, ni siquiera se había dado cuenta de que saco algo, tan poco concentrado se encontraba al momento de la clase.

Se sabe que el mundo es extraño, cada quien tiene un pensar diferente, cada mente es un mundo, con esto dicho aunque pusieras estos pensamientos para no juzgar a una persona no todos los días ves a una darse en golpe sola, probablemente si vieras eso, te cuestionarias muchas cosas.

—¿Qué carajos?—la voz del neerlandés resonó en el salón ahora vacio—. Cuando me pareces extraño, me sorprendes aun más.

Sergio lo miro sin expresión alguna, lo cual llamo la atención del contrario, verdaderamente lo sorprendía más y por alguna razón, le encantaba.

Me parece un poco corto la verdad, lo lamento, la llama de mi creatividad anda fallando, igualmente puede ser que el aburrimiento me dio una paliza, nuevamente, lo lamento

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Me parece un poco corto la verdad, lo lamento, la llama de mi creatividad anda fallando, igualmente puede ser que el aburrimiento me dio una paliza, nuevamente, lo lamento. 

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Hasta el próximo capitulo.

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