Capítulo 3: Clase 1-A

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La taza de aceptación del curso de héroes de la preparatoria U.A es de menos de uno en trecientos cada año.



Aparte de los cuatro admitidos por recomendaciones, 36 son admitidos a través de un examen regular. Esos 36 están divididos en dos clases, de 18 cada una. Aunque este año una clase tendría otro estudiante siendo 19 en total en una clase.




La alarma programada de Ryu a las 5:30 lo despertó, abriendo los ojos de golpe para sonreír y dar un salto para ir hasta donde estaba su celular y apagarlo, tomando un fuerte respiro, se tiro al suelo para hacer su calentamiento matutino, desde qu...

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La alarma programada de Ryu a las 5:30 lo despertó, abriendo los ojos de golpe para sonreír y dar un salto para ir hasta donde estaba su celular y apagarlo, tomando un fuerte respiro, se tiro al suelo para hacer su calentamiento matutino, desde que despertó su don sabia que o era un héroe global reconocido por múltiples países o era el narco más peligroso del mundo.



Tras varios minutos de hacer flexiones de brazos, abdominales y sentadillas, se puso de pie, su cuerpo traspirando por completo. —Ah, es verdad— Recordó lo que tenia que hacer esa mañana.




Se dirigió al baño para lavarse la cara y cepillarse los dientes. Se tomó su tiempo para prepararse, eligiendo cuidadosamente su uniforme de la U.A y asegurándose de que cada detalle estuviera perfecto. Una vez vestido, se miró en el espejo, sintiendo una mezcla de nervios y emoción por su primer día en la prestigiosa escuela de héroes.





—Espero que me quede bien, si no mamá me cagara a piñas por ir mal arreglado— Rio nervioso para luego taparse la boca al recordar que estaban todos durmiendo, dirigiéndose a la habitación de sus padres. Sabia que hoy seria un día ocupado para todos ellos, ya que tenían que comprar el resto de cosas antes de que llegara el camión de la mudanza.




Ryu se dirigió a la habitación de sus padres y tocó suavemente la puerta antes de entrar. Vio a su madre, Emi, durmiendo plácidamente y a su padre, Carlos, roncando suavemente al lado de ella. Se acercó a la cama y tocó el hombro de su madre.




—Mamá, papá, es hora de levantarse— Dijo en un tono suave pero firme.



Emi abrió los ojos lentamente y sonrió al ver a su hijo. —Buenos días, Ryu— murmuró, estirándose. —Hoy es un gran día, ¿verdad?



Carlos se despertó con un ligero sobresalto y se frotó los ojos. —¿Ya es hora?— preguntó, todavía medio dormido.





—Sí, papá. Tenemos mucho que hacer hoy— respondió Ryu, ayudando a su madre a levantarse de la cama.





El se volteo para dejar que se cambien, ambos acostumbraban a dormir en ropa interior y su madre apenas y llevaba una remera grande oversize blanca, su cuerpo diminuto hacia que por su hombro derecho se cayera un poco.





—Ve a despertar a tú hermana— Él asintió, para caminar hacia la puerta, pero grito asustado cuando vio a una mujer despeinada con ojeras y muy mal arreglada.




—¡¿Por qué gritas, pelotudo?— Preguntó alzando la voz Elena, que dejo ver su rostro.



—Puta madre pensé que eras la llorona, te ves como la mierda— Suspiro relajado, sin notar que Elena lo fulminaba con la mirada dispuesto a matarlo.




(.....)








Después de que todos se hubieran preparado y estuvieran listos para el día, se reunieron en la cocina para desayunar. Emi preparó un desayuno rápido mientras discutían los planes del día. Tenían que ir al mercado de muebles cercano para comprar todo lo necesario antes de que llegara el camión de mudanza con sus cosas.






—Vamos a necesitar algunas cosas esenciales primero, como una mesa de comedor y sillas,— comentó Carlos, revisando una lista que había hecho la noche anterior.





—Y no olvidemos las cortinas para las habitaciones,— añadió Emi, sirviendo el desayuno. —Quiero que la casa se sienta más acogedora antes de que lleguen todas nuestras cosas.—
Ryu escuchó atentamente mientras comía, emocionado por el día que tenía por delante.




—¿Y después de las compras, qué?— preguntó, sabiendo que todavía tenía tiempo antes de su primer día en la U.A.




—Después de las compras, volveremos a casa para organizar todo y preparar tus cosas para mañana,— respondió su madre, sonriendo. —Es un gran día para ti, después de todo.Ryu sonreiría cuando su madre paso a su lado acariciando su rostro, llevando los platos de los 4 para lavarlos.






—Nunca creí decir que extrañaría el ruido del canal Arriba Argentinos y su estúpido canal de noticiero— Dijo Ryu, causando la leve risas de todos, Elena dejo de tomar el mate para servir agua y acomodar la montañita, pasándoselo a Carlos que buscaba un canal para ver.






—Al menos no hace frio y eso que hace 17 grados





—Pero si estas toda tapada, bigote de leche— Se burló Ryu, recibiendo otro puñetazo en su hombro.





—Ay, pedazo de gila— Se quejo del dolor en su brazo, ella se burlo para sacar el dedo del medio.Él se giro a ver a su madre que lavaba los platos mientras miraba las noticias desde su posición.





—¿Segura que es mujer? Tiene la fuerza de un macho y cuando bebe es peor que albañil que recién cobro.





—Ja ja ja— Rio sarcásticamente Elena. —Ándate a la mierda, Ryu— Carlos y él se reirían por la situación.





—Bueno, ¿vamos?— Pregunto Carlos para levantarse de la mesa de billar que la volvieron una mesa común para poder desayunar.





Emi se seco las manos, para ir a ponerse una campera negra, sus hijos dejaron el mate al igual que el termo ya que luego volverían. —Tienes una hora antes de ir a la U.A, ¿entras 8:30 AM?— Preguntó Carlos a Ryu que asintió.




—Supuestamente si





—¿Cómo que supuestamente? Es si o no— Regaño Emi a su hijo que se encogería de hombros.





—Y que se yo, supongo que si, eso dice el Gmail que me enviaron hace una semana, ¿Aparte como cargaremos todo?— Preguntó curioso por saber como traerían todos los muebles.





—Buscaremos un flete— Carlos respondió con vagancia en su voz.





—Auch— recibiendo un golpe de Emi que le sonrió cálidamente.





—C-contrataremos a alguien por unas horas para traer todo,— informo a sus hijos que asintieron para ir a la entrada de la casa.







(....)








—Ya me voy a la academia— Dijo Ryu cuando su alarma sono indicando que tenia 40 minutos antes de ir hacia la U.A






Carlos dejo de cargar 6 sillas en su hombro derecho, dejándolas en el suelo.




—¿Ya te vas?— Pregunto sonriéndole a su hijo.





—No, me quedo a vivir aca— Respondió sarcásticamente.





—Dale boludo





—Y escucha la pregunta que me haces, papá. Sí, si ya me voy que si no llego tarde, avísale a mamá y Elena— Acercándose a el para darle un abrazo.




—Suerte, Ryu. Por cierto, se te ve muy bien con ese uniforme— Animó Carlos, antes de que el chico saliera del aquel mercado.





Desde Buenos Aires a U.A | Un argentino en Boku no Hero AcademyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora