Sinopsis: Ryu Moretti, un estudiante argentino de intercambio, llega a la U.A en busca de una nueva vida debido a la difícil situación en Argentina y al trabajo de su padre como narrador de eventos en Japón. Con un poderoso quirk llamado "Espíritu A...
Los alumnos de la clase 1-A estaban sorprendidos de ver que en la entrada de su salón, se encontraran muchos estudiantes de diferentes cursos obstruyendo la salida.
—¡¿Q-Qué está sucediendo?!— Exclamó realmente sorprendida la castaña del don de gravedad cero.
—Oigan avancen, antes de que me apoyen todo en el culo— dijo Ryu un poco molesto cuando lo chocaron detrás.
—¿Qué asuntos tienen con la Clase A?— preguntó directo y formal el presidente de la clase dando un paso al frente.
—Hijo de mil...— Ryu dio media vuelta y casi se choca con Momo que estaba sorprendida por todo el escandalo.
—Lo siento, voy a dar la vuelta— se disculpo tomándola de los hombros para apartarla y caminar hacia Midoriya.
—Esta bien.
—¡No podemos salir! ¿Para que vinieron?— cuestionó molesto Mineta alzando su puño.
—Ah, esto era— Ryu no pareció tan sorprendido como sus compañeros de clases, vio esto varias veces en series y películas.
—Vienen a ver al enemigo, basuras— explicó perezosamente Bakugo, caminando con las manos en sus bolsillos.
Mineta volteó a ver a Midoriya en busca de una explicación de por qué le había gritado aquel cenizo. Ryu solo miró de forma seria a todos los estudiantes de diferentes clases.
—Ese es Kacchan en neutral— trato de tranquilizar Izuku a su pequeño compañero.
—Nosotros fuimos quienes sobrevivimos al ataque de los villano— continúo su hipótesis.
—Probablemente quieren investigarnos antes del Festival Deportivo— se paró frente a los estudiantes en la puerta.
—No tiene sentido hacerlo— les dijo directamente mientras observo a cada uno rápidamente, estando en la puerta.
—¡Fuera de mi camino, extras!— Dijo en forma de orden con el ceño pronunciado.
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En ese momento, Iida, Uraraka y Izuku se alarmaron por el tonó y el comentario abusivo de Bakugo.
—Opino lo mismo, demuestren su valía en el Festival Deportivo— Apoyó Ryu colocándose al lado del rubio ceniza, que se sorprendió pero mantuvo su rostro con el ceño fruncido.
—Vine a observar a la clase A de la que tanto hablan— continúo hablando la voz de un estudiante, que paso alrededor de los que estaban más adelante.
—Pero parecen que soy muy arrogantes— termino de decir, mostrando la figura del hablador.Ryu examinó rápidamente al chico, un peli morado con ojeras.
—¿Todos los estudiantes del curso de héroes son así?— preguntó aquel chico.
Bakugo se molesto por el comentario y el resto negó con su cabeza rechazando que lo vean de esa manera.
—Lo mío no es arrogancia— dijo Ryu con una sonrisa burlona.
—Si que tienes orgullo— volvió a decir el peli morado dando otro paso adelante. —Si, por que eso soy— admitió Ryu con voz firme, su tonó dejando claro su orgullo, parándose frente a frente al chico, mirándose fijamente.
—Soy Ryu Moretti, vine a darles un par de clases a todos ustedes— declaró el extranjero con una sonrisa burlona curvando sus labios, varios estudiantes vieron con molestia la actitud de aquel pelinegro, era peor que la de su compañero al lado.
Su confianza era inquebrantable, y no podía evitar sentirse orgulloso al ver a los "oponentes" como se hicieron llamar, venir a su salón a la hora de salida para comprobar con sus propios ojos cómo eran los que derrotaron a los villanos en la USJ.
Nadie apartaba la vista. Las miradas eran intensas, llenas de expectación y desafío. Cada respiración parecía resonar en el aire denso del pasillo. Izuku Midoriya, parado entre la multitud de sus compañeros que observaban la escena con diferentes reaciones, sintió un nudo en el estómago. El ambiente era tan pesado que casi podía cortarse con un cuchillo. El aura plateada que emanaba de Ryu era inconfundible y poderosa, irradiando desde él como un halo resplandeciente.
Ryu permanecía en silencio, observando al pelimorado como un depredador a su presa, su mirada fija y decidida. La plateada aura detrás de él brillaba con intensidad, reflejando su determinación y fuerza interna.
Momo tragó saliva, sintiendo la presión del momento. No podía apartar la vista de la escena que se desarrollaba ante él. Ryu Moretti no solo estaba listo para enseñarles una lección a todos, sino que también estaba listo para demostrar por qué merecía estar en la Clase 1-A.
