Capitulo 16

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Es sábado, hoy es el día de descanso de Alex, aunque me llevo hasta el trabajo y me prometió volver cuando acabará mi turno para acompañarme a casa, me sentí algo sola.
Estaba atendiendo a unos clientes, cuando Fernando, un chico de mi edad que igual trabajaba medio tiempo, me pidió que cuando acabará de atender a los clientes me dirigiera a la sala 3 para revisar que todos salieran y después recoger los contenedores donde normalmente ponían sus palomitas y bebidas.
Me dirigí a la sala en cuanto termine de atender a los clientes que tenía.
Todos estaban saliendo, una vez que acabó la función, pero ví que en una de las filas de arriba había alguien que seguia, así  pasaron varios minutos y está persona no se movía de dónde estaba, subí las escaleras, me acerque a la persona.

Traía una sudadera gris, su cabello tapaba su rostro, toque su hombro, pero no hubo respuesta, insistí y solo ocasionó que su cara se descubriera, entonces me quedé en shock, por dos cosas la primera, es que está persona es Clarrise, y la segunda tenía un horrible moretón cerca del ojo.

No sabía en qué momento entro al cine, pero por la forma que venía vestida, puede ser que por eso no la reconocí, y es que ella siempre trae ropa muy bonita, como si estuviera hecha para cautivar y llamar la atención de cualquiera. Ahora solo vestía unos pantalones deportivos grises, igual que su sudadera y unos tenis negros, como si quisiera pasar desapercibida.

Ella se movió y entonces despertó.

-Tú no has visto nada.

Trate de responder, pero ella volvió a hablar.

-Creo que veré otra película.

Se puso de pie y empezó a caminar.

-Si necesitas ayuda, no dudes en venir conmigo.

Se detuvo cuando empezó a bajar las escaleras.

-Si, claro, iré con la chica que me quito a mi novio,- me respondió con un gran sarcasmo.

-Yo no te quite nada.

-Claro que sí, siempre preocupado por ti, antes que su novia.

-Debes dejar ir a Alex, ahora sale conmigo, encontras a alguien más.

-¡No!, no quiero, no quiero Vannesa, tu no sabes lo horrible que es perder a alguien que amas!,-me grito enojada y empezó a llorar mientras seguía hablando,- yo me enamore de Alex desde que mis amigas me lo presentaron en una fiesta, siempre fue lindo y educado conmigo, con él me sentía bien, su presencia me hacía sentir paz, era feliz a su lado, verlo me daba fuerzas para poder soportar todos mis problemas.

Dejo de hablar y se cubrió los ojos con sus manos, me dolió verla así, pero ¿Que podia hacer?. Alex me había elegido a mí... Quiero decir me había pedido fingir.

No, lo importante aquí es el moretón que tiene, bueno también su corazón roto, pero debo ayudarla con lo primero.

-No hablemos de Alex, mejor dejame ayudarte, esa marca no pudiste haberte la hecho tú.

-No es asunto tuyo.

-Solo quiero ayudarte, si alguien te está lastimando debes buscar ayuda, no estás sola, puedes contarme y juntas...

-Tú y nadie puede ayudarme, se te olvidó que me quitaste a mi novio y ahora pretendes que con brindarme tu hipócrita ayuda yo aceptaré y me olvidare de lo que me hiciste.

-Yo no te hice nada, Alex termino contigo, nunca te engaño conmigo, paso un tiempo para que empezará a salir conmigo, deja de culparme por eso. Yo solo quiero ayudarte, porque estás sufriendo, alguien te está golpeando, y ahora se que esas marcas que te ví en el baño aquel día era moretones. ¿Quien te está lastimando?.

No me contesto y salió corriendo de la sala, no quiero armar un escándalo así que decido dejarla ir.
Vuelvo a mi área de trabajo, Dalia me sonrie en cuando llego.

-Mi esposo vendra, para dejarme algo de comida, ¿Me podrías cubrir un momento?.

-Claro.

-Te vez pálida, ¿Estás bien?.

Asentí.

-No lo parece, debe ser porque no vino Alex, te entiendo a veces quiero ver a mi esposo cuando estoy en medio del trabajo, y cuando termina mi turno, lo veo esperandome, voy directo hacia, le doy un beso y me pregunta si me fue bien

Sonrío, debe ser lindo estar casada con la persona que amas.

Después de unos minutos Dalia recibe un mensaje y me pide que la cubra, su esposo acaba de llegar. No tarda mucho y viene con una bolsa de comida y una gran sonrisa.

-Le pedí a mi esposo que agregara una porción extra para tí.

-No debiste molestarte.

-No hay problema.

-Por cierto, ¿Cómo van las cosas con Alex?.

-Bien.

-Anda, vamos cuentame la verdad de su relación.

-No hay ninguna relación.

-Si, claro, y yo soy soltera.

Termino aceptando y le cuento todo.

-Yo en tu lugar no habría aceptado.

-Lo dice la que se casó con un desconocido,- le digo en forma de broma.

Ambas nos reímos por lo que dije

-Si, Vanessa, cómo lo has dicho un "desconocido", no era ni siquiera mi amigo, pensé que no eran amigos, y lo de mejores amigos era una mentira para cubrir que son una pareja.

-Alex, es mi mejor amigo.

-No, Vanessa, a Alex ya no lo vez de esa forma, tú lo amas.

-No lo hago.

-Yo no habría aceptado, pero eso no quiere decir que todas a las que nos llegará a pasar eso deberíamos rechazar esa propuesta, me refiero a mí.
Y con respecto a tí, se que me dirás cualquier cosa para evitar esta conversación, no te juzgo, es tu vida y puede hacer lo que quieras, pero espero que mi consejo te ayude, uno se arrepiente más de las cosas no hizo, a de las que si hizo... Si amas a Alex debes decírselo.

Acarició mi cabeza, ella parecía una hermana mayor, que había pasado por muchas experiencias.

Después seguimos trabajando, Dalia me entrego un almuerzo cuando ella salió a comer el suyo, 30 minutos después yo estaba en la sala de empleados que era especial para comer, habían fresas con crema, espagueti, y salchichas asadas. ¿Le pondrían a ella lo mismo y en las mismas porciones?.
Quisiera comer mucho y seguir siendo delgada como Dalia.
Después de comer, fuí a mi puesto y le agradecí por la comida.

Cuando terminó mi turno, fuí directo por mis cosas, Dalia fue más rápida, y cuando me di cuenta ya no estaba.
Cuando llegue al estacionamiento Alex ya me estaba esperando, me acerque a él y ambos nos dimos un beso, sonreí,

¿Quién diria que esto se volvería tan normal?.

-¿Cómo te fué?.-me pregunta mientras me ayudaba a ponerme el casco.

-Bien.

Quería contarle lo de Clarrise, quería preguntarle si ya había visto moretones en ella cuando aún eran pareja, pero no me atreví.

Subimos a su motocicleta, el viaje fue muy tranquilo, cuando llegamos a casa, el me acompaña hasta la puerta de mi casa.

-Bueno, hemos llegado, mi bella dama.

Toma mi mano y le da un beso, sonrío ante el gesto.

Quiero tomarlo del cuello y plantarle un beso en los labios, pero corremos el riesgo de ser descubiertos, así que me contengo.

-Adios, Alex,- le digo mientras entro a mi casa.

Cuándo estaba a punto de subir las escaleras para llegar a mi habitación, soy detenida por la voz de alguien?.

-¿Desde cuándo Alex se despide así de ti?

NO TE ENAMORES DE TU MEJOR AMIGO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora