Estábamos en su habitación, parados en medio de la oscuridad.
-¿Qué haces aquí?.- me preguntó Alex.
-Queria verte.
Agradezco que todo esté oscuro, porque de no ser así, el vería el rubor de mis mejillas.
-Ya veo, entonces ahora tu quieres meterte en mi cama.- me dijo con sarcasmo.
-No vine a eso, necesitamos hablar.
Él no dijo nada.
-Thomas no me gusta.- volví a tomar la palabra.
Lo abrace, él me correspondió.
-Enserio, Thomas no me gusta.
La persona que no solo me gusta, si no a quien amo con todo el corazón eres tú.
Quería gritarle eso, pero una parte de mi tenía miedo.
Miedo a ser rechazada.
Miedo a echarlo todo a perder.
Pero también quería quedarme con él, que Alex sintiera lo mismo, o por lo menos una mínima parte de lo que yo sentía.
-¿Porqué estabas con él?.- pregunto al fin.
-Fui a ver a Clarrise.
Se separó de mí y fue a encender la luz.
Se veía cansado, como si estos días no hubiera podido dormir.
-¿Para qué?.- me preguntó seriamente, después se cruzo de brazos.
-Queria ayudarte,- mentí,- para ver si podía hacer que dejara de molestarte y a mí también.
Él asintió
-De acuerdo, te voy a creer, porque Clarrise no se ha acercado a mí.
¿Qué?.
Entonces, ¿Eso significa que pronto esto se tendría que acabar?.
-Entiendo,- dije sin muchos ánimos,- pronto seremos libres.
Él asintió y nos quedamos viendo.
-¿Quieres pasar la noche aquí?.- me propuso Alex.
-¡Si!, si quiero.- conteste con demasiado entusiasmo.
Al parecer eso lo tomo por sorpresa.
Ambos fuimos directo a la cama.
-Me siento como una recién casada.- bromeé.
-¿Así?.- pregunto Alex.
Estaba a punto de contestarle, pero el me cargó, como si fuera una novia.
Cómo dije como una novia, recién casada, lista para su luna de miel.
Alex me dejó en la cama, con gran suavidad, después el se acostó a mi lado.
Apagó las luces y me abrazó, pero yo no quería dormir aun.
-¿Me podrías contar un cuento, Alex?.
-Si, hace mucho que no hago eso.
Respiro hondo y empezó a hablar.
-Hace muchos años, existió un reino de hadas, el cuál estaba gobernado, por el rey Elifith, era un gran monarca, adorado por todos; era justo, valiente y noble.
Pero todo cambio en un día de verano.Las hadas que sirven en el castillo, estaban organizando todo para la fiesta que se haría en honor al cumpleaños del rey.
El ambiente era alegre, todos los invitados bebian vino y de vez en cuando dedicaban brindis en honor de su majestad.
ESTÁS LEYENDO
NO TE ENAMORES DE TU MEJOR AMIGO.
AléatoireVanessa y Alex son mejores amigos desde los cinco años, siempre han sido molestados con la idea de que terminarán enamorados, pero ellos no se ven de esa forma, todo está a punto de cambiar cuando Alex le pida a Vanessa fingir ser su novia para libr...