La revelación

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¡Maldita sea! No es suficiente con la presión del día y ahora voy manejando con un dolor en mi centro que no me deja descansar, mi ropa interior me incomoda; maldigo a mi yo hormonal porque sencillamente no piensa, prometí no acostarme con Nicholas porque es un mujeriego que ve a las mujeres como una máquina de placer ¿Pero lo de hoy? Eso nunca lo había vivido, estar amarrada le daba un toque a la situación y tener encima mío a un Nicholas dominante era super excitante. 

Ignoro todos mis pensamientos insanos cuando llegó al piso donde están los centros de estética del comando, este centro está diseñado para cambios de identidad; te ponen cabello, maquillaje en fin, te cambian de cara.

– ¡Hola corazón! — Ya las chicas están arreglándose y yo me siento dándole la imagen de referencia a la estilista que necesito para hoy. 

– Alguien está distraída hoy— Dice Mia. 

– Solo pienso un poco, todo esto me tiene los pelos de punta.

– A mi también, dicen que de la mafia italiana nadie sale vivo— Dice Kathe poniéndome los pelos de punta. 

– No creo que nos reconozcan, estaremos irreconocibles y todo saldrá bien— Espero. 

– Ay pero no hablemos de eso chicas mejor hablemos de las nuevas botas Carolina Herrera. — Dice Mia iniciando una conversación controversial la cual hace que pasemos un rato ameno, con el pasar de las horas ya ninguna nos reconocemos con las pelucas y pupilentes, Mia ya no tiene su cabellera rubia si no que ahora es castaña, Kathe dejó a un lado su abundante pelo castaño y ahora tiene un pelinegro corto; a mi? A mí es imposible reconocerme, mis emblemáticos ojos azules ahora son color miel y mi abundante pelo negro se convirtió en un rojizo. 

– ¡Quedamos divinas! — Dice Mia saltando — Está parte me encanta. 

Para mí escogí un vestido rojo platinado que resalta mi busto, es elegante pero no deja de ser atrevido en ninguna parte… Bajamos a la sala de juntas donde ya nos están esperando los demás y mi día se amarga al ver a las tres arpías sentadas alrededor de Nicholas y el está lo suficientemente entretenido como para notar nuestra llegada. 

¡WoW! Chicas están irreconocibles — Dice Alan atrayendo toda la atención hacia nosotras pero me sorprende totalmente la mirada lasciva que me da Nicholas. 

– Espero que sepan mantener sus papeles. 

– No somos novatos así que lo mismo va para ustedes comandante.— La sala queda en silencio y la mirada asesina de los cuatro no se hace esperar. 

– Cuidado agente Blake, le está faltando al respeto a un superior— Dice Scarlett. 

– Tu no te metas ¿Si? — Digo harta de esta tipeja. 

– Bueno ya no? Em Acompáñame a terminar de alistar todo. — Dice Christian y yo lo sigo sin ganas de quedarme en ese ambiente. 

– ¿Que pasa Em? — Cuando me dice mi apodo es que algo está mal. 

– Nada, solamente me enherva esa tipeja. 

– Eso o que esté al lado del comandante? — Intento hablar pero él es más rápido— Em, no soy quien para juzgarte y mucho menos por tus sentimientos; pero si soy alguien para decirte que tengas cuidado porque si no saldrás herida. 

– Me siento confundida Chris, amo a Paul pero es que no puedo evitar pensar en Nicholas todo el dia y este tipo de asuntos me confunden aun mas.  

– No amas a Paul Emily, amas la seguridad que te da y eso es muy distinto; Paul es un patan que se cree mejor que tú y que todos nosotros pero al parecer tú eres la única que no se da cuenta — Dice dandome un toque de verdad — El comandante te ha dado un mundo distinto y por eso la confusión. 

En ruinas (borrador) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora