Capitulo 15

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—Te voy a extrañar un monton mi Juliancito—Decia cami, abrazando al cordobes, quien habia insistido en acompañarla al aeropuerto.

—No quiero que te vayas—Le decia Juli a cami, mientras no separaba sus brazos del cuerpo de la morocha

—Te prometo que vamos a hablar todos los dias

Camila ya tenia que irse a Inglaterra, el Manchester City la esperaba... Esataba totalmente nerviosa, claramente, pais nuevo, idioma nuevo, trabajo nuevo... Todo nuevo. Ademas estaria sola, ya no estaba con el tio Lio, o con sus amigos, o con su papá. Esta vez era ella sola, estaba sola por su propia cuenta.

Pasajeros para el vuelo 345 con destino a Manchester, Inglaterra... Acercarse a la puerta de abordaje

Juli miro a Camila con un puchero inconciente formandose en sus labios... No queria que la chica se fuera, pero sabia que era para cumplir su sueño, no podia ser egoista. A su vez se queria morir, segun el, su plan de 5 meses para que cami se enamore de el no estaba haciendo frutos, todavia creia que le faltaba mucho para gustarle a Camila.

Cami limpio una lagrimita traicionera que caia por la mejilla del jugador, antes de agarrarlo de las manos. No queria irse, y menos alejarse de aquel jugador que... Debia admitir, le gustaba tanto, en realidad no solo le gustaba, era mucho mas que eso. 

—Por cierto... Tengo un regalito para vos, antes de irme—Dijo cami con una nerviosa sonrisa.—Cerra los ojos

El jugador rapidamente obedecio la orden de la chica, mientras sentia su corazon latir a mil al sentir la cercania de la fotografa. Cami miro al jugador mientras se mordia su labio inferior, indecisa. 
Sin pensar mucho mas, cami poso sus manos en las mejillas del jugador para acercarse a el, dejando un muy suave y casto beso, sobre los labios de aquel cordobes que tanto le gustaba. 
El beso era ligero y corto, como si fueran niños dando su primer beso. Pero en aquel simple choque de labios, tanto Juli como Cami sintieron como si fuegos artificiales estallaran en sus estomagos.

Cami sabia que ella no era nadie en especial, solo otra chica de ojos abiertos, que estaba desesperadamente enamorada de el. Sabia que despues de aquello nada seria igual entre Julian y ella, pero no tenia miedo... De hecho, tenia un pequeño destello de esperanza, casi imposible.
No seria capaz de tener una relacion a distancia, lo sabia, no seria tan egoista de pedirle aquello a Julian, pero... No podia contener mas la necesidad de tener los labios del jugador sobre los suyos. 

Apenas se separaron cami, tomo su mochila y se fue hacia la puerta de abordaje del avion, sin mirar atras, sabiendo que si lo hacia volveria corriendo hacia el jugador, lo meteria en su mochila y se lo llevaria a inglaterra. 

Julian quedo parado en medio de aeropuerto, pasmado por lo que acababa de pasar, aunque con una sonrisa radiante en su rostro, internamente el jugador estaba saltando de la felicidad, la chica que le gustaba lo habia besado... Pero habia sido un beso de despedida. Lo que le dolia.

Aunque estaba seguro que ese 19 de julio no seria su despedida.

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En aquel avion se encontraba Camila Demichelis, con su cabeza apoyada en la ventana de este mismo. Observaba las nubes mientras pensaba en todo lo que cambiaria en su vida a partir de ese momento. 
Ahora viviria en Inglaterra, en un hermoso departamento a 5 minutos del predio del City, estaria ella sola contra el mundo, lo cual la asustaba. Tenia solo 21 años y ya estaba sola. Sus papas estaban en Alemania, sus amigos en Italia, España y Argentina. El chico del que estaba enamorada estaba aun en River. Su mejor amiga estaba en Portugal. 

Al bajar del avion, cami fue a buscar sus valijas para asi pedirse un taxi para ir a su nuevo departamento, el cual estaba en el piso 13 de un hermoso edificio. Era mas que obvia la eleccion del piso por la chica, por suerte su mejor amigo se habia encargado de que la casa tuviera muebles, y este decorada, solo faltaba la ropa de la chica y la comida... Bueno, tambien faltaba Olivia. La gatita de Cami.

—¿Te gusta la nueva casa, Liv?—La morocha miro a su fold escocesa, quien parecia inspeccionar la casa.

Olivia era la gatita que Cami habia adoptado hace 3 años, su nombre era por Olivia Benson, la gata de Taylor y el personaje de una de sus series favoritas. Aquella gata la acompañaba para todo y era su psicologa personal, aunque la gata no suela prestarle atencion, o se durmiera cada vez que cami le hablara de algo, la amaba igual.

La gata miro a su dueña, maullando, dandole a cami una respuesta, segun ella, afirmativa. Rapidamente Olivia se fue al sillon gris, acostandose sobre este mientras la morocha llevaba las valijas a su habitacion.

—Gracias por tu ayuda—Se quejo la fotografa hacia su gato, mientras arrastraba sus valijas al segundo piso del departamento. 

Era un piso bastante grande para ella sola, eran dos pisos... Abajo estaba la cocina comedor, el living, un baño, y un estudio, al igual que habia un balcon. En el segundo piso estaba su habitacion la cual tenia baño propio, otra habitacion extra, y otro baño. 
Era demasiado para ella, pero habia sido un regalo de su papá, por lo que no podria negarse. A su vez en el garage del edificio estaba el regalo de su mamá, un hermoso jeep WRANGLER RUBICON, color negro. 
Ella insistio en que era demasiado, pero Evangelina decia que era su regalo de cumpleaños, por lo que se vio obligada a aceptarlo. 

—Voy a tardar todo el dia—Dijo Cami mirando su propia valija, a la cual se le tuvo que subir encima para poder cerrarla. Un maullido llamo su atencion, y Cami se giro hacia Olivia quien la miraba.—Tenes razon, primero vamos a comer algo

La chica dejo todo como estaba y tomo las llaves del auto, al igual que tomo a su gata. Fue al garage para subirse a su auto, y sentar a Olivia en el asiento del copiloto y poner en google maps la direccion de algun mcdonalds para comprarse algo rapido para comer, asi al menos estaria de buen humor para acomodar todo lo que debia.
Aunque sabia que, hasta que no se fuera de su cabeza aquel recuerdo de ese pequeño pero signifivativo beso... No podria hacer nada.

—¿Hice bien en besarlo?—Le pregunto Cami a Olivia quien la miro y maullo—Tenes razon, tengo que dejar de pensar en eso... Gracias Liv.

ME!- Julian AlvarezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora