Ha pasado una semana desde el terremoto por el cual no pude contarle a Alis mi secreto, ahora ya no puedo hacerlo está destrozada si le digo puede que no me perdone jamás. Su corazón no aguantara otro duro golpe. En esta última semana se ha acercado un poco más a mí, la nota que le deje en su tocador la hizo sonreír nuevamente, hacía mucho que no lo reía. –En serio le dejaste una nota – pegunta asombrado Raúl. –Si amigo, luego me quede observándola desde lejos y ahí estaba su sonrisa mágica –Cuenta, ¿cuenta Setur que le escribiste? –¡Oh no, no!! eso no se cuenta amigo mío – respondí encogiéndome de hombros. –Vamos eso conmigo no amigo yo te cuento todo a ti, incluso mis intimidades con Taima – replico con su mirada pícara – además sabes que soy una tumba – dijo entre dientes
–¡Ok Ok Raúl, si abres la tumba te mato – asegure mirándolo fijo a los ojos –Aaa!! después me cuentas tú como te va con Taima. –Claro, pero vamos dime que le escribiste – suplicó con sus manos.
… Alicia tienes la sonrisa más bonita del mundo, si solo te queda una, dásela a este loco enamorado …
PD: Ese viaje a la playa queda pendiente. Setur.
–Oh si hasta poeta es mi amigo – rio con sarcasmo. –Basta no te burles Raúl o sino –Señor Setur – interrumpe Clara. –Dígame Clara. –Tiene una llamada de los Estados Unidos, ¿se la paso? –Si por favor – respondí intrigado por la llamada. –Aloo!, ¿hablo con el señor Setur? – preguntó con acento americano. –Si el mismo que desea – respondí aún más intrigado que antes. –Soy el capitán John Thatcher de la policía de New York City. –Sucedió algo capitán? – pregunte a la vez que me bajaba un nudo por la garganta. –Tranquilo joven son buenas noticias, hemos encontrado los hermanos de su esposa la señora Alicia debajo de los escombros, todo un milagro. –Excelente noticia capitán Thatcher, gracias por la información – exclame a la vez que me ponía de pie y colgaba el teléfono –Setur que paso para que te pusieras tan feliz, mírate saltas de alegría – preguntó Raúl sintiendo curiosidad. –Amigo nos han devuelto las esperanzas han encontrado con vida los hermanos de Alicia, no veo el momento de contarle todo. –Pues para luego es tarde Setur vamos – indico con su mano la salida –Clara por favor dos boletos de avión a Nueva York para mañana a primera hora. –Ahora mismo llamo a la aerolínea y los compro señor Setur. El regreso a casa se me hizo eterna tenia tantas ganas de contarle las buenas nuevas a Alis, entré a toda velocidad por el corredor hasta el gran salón donde fui interceptado. –Señor Setur bienvenido a casa, ¿necesita algo? preguntó el mayordomo con su acento andaluz. –Gracias Álvaro estoy bien, ¿solo busca a Alicia la has visto? –Hace un rato la vi caminar rumbo a las caballerizas – respondió el español. Atravesé toda la mansión, el verde jardín hasta llegar a las caballerizas y ahí estaba ella, vestía pantalones vaqueros y chamarra negra, su pelo perfectamente trenzado realzaba el rubor de sus mejillas y el color avellana de sus ojos. Por unos minutos me quede a varios metros observando la ternura con la que peinaba a la vez que acariciaba a la Paloma, su yegua favorita. Me fui acercando lentamente sin hacer ruidos para no asustarlas. –Alis, Alis – la llame con voz baja. –Ey hola Setur, que tal tu día de trabajo, te esperaba más tarde – sonrió mientras me hablaba. –Salí antes porque tenía que darte una excelente noticia que te alegrara tu vida a partir de ahora. –No me dejes con la duda que es? –Me hicieron una llamada de Nueva York han encontrado a tus hermanos querida Alis. –Ohhh!!! Santo Dios no lo puedo creer Setur, no lo puedo creer – dejo caer el cepillo con el que peinaba su yegua y me dio un fuerte abrazo el cual no esperaba, no moví un músculo me que petrificado solo percibía su perfume el cual quedó impregnado en mi camisa, era la primera vez que la sentía tan cerca de mi piel, la primera vez que me abrazaba por su propia voluntad. –Perdón Setur me he emocionado no debí hacer eso lo siento, me deje llevar, hoy me has devuelto las esperanzas. - Tú te lo mereces Alis, has pasado por mucho este último tiempo – le dije mientras me agachaba a coger su cepillo y se lo entregaba en su mano. –Gracias Setur. –Por qué, por el cepillo, eso no fue nada. –No, por todo lo que has hecho en estos últimos días – se alzo y me dio un pequeño beso en la mejilla quedé nuevamente inmovilizado por el nerviosismo –Vamos ya casi es hora de la cena y a tu madre no le gusta que lleguemos tarde. –Vamos y prepara las maletas, mañana a primera hora viajamos a los Estados Unidos de América.
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Atada a tu amor
Teen FictionAlicia una Joven de 17 años es forzada por su madre a un matrimonio arreglado, dada las circunstancias tiene que aceptar sin reparos dejando atrás los sentimientos que tiene por un misterioso desconocido que le escribe cartas. Durante su matrimonio...