Capítulo 13 "Miedos"

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Pasaban los días, las semanas y mi temor crecía. ¿Descubrirá Alicia quien soy realmente? ¿Me podrá perdonar si lo descubre?

Mis miedos eran patentes no podía dejar de pensar si ese momento llegaba. Me consumía la culpa por no contarlo desde el principio, por no ser un hombre de verdad, por no ser lo suficientemente valiente. Ahora tenía que cargar con las consecuencias fueran las que fueran si todo salía a la luz. Escuche una voz conocida que me alejo de mis pensamientos

-Señor Setur es hora de almorzar y que deje de trabajar, tanto trabajo hará que pierda la razón.

-Gracias Clara que haría sin una secretaria tan eficiente como tú, enseguida voy. -Desea algo más señor Setur? -No , gracias Clara! , bueno pensándolo bien si -Dígame jefe -Cancela la junta de esta tarde no estaré aquí , quiero pasar tiempo con mi esposa. -Como usted diga.

Eran las tres en punto, en casa seguro ya estaban tomando el té. Iba totalmente decidido le contaría todo a Alicia le suplicaría perdón de rodillas si era necesario, siempre fui muy obstinado cuando tomaba una decisión no daba marcha atrás.

-Vamos Raúl, a la mansión.

-Cuál es la prisa amigo el fin del mundo aún no llega -Querido amigo he decidido despojarme de mis miedos le contare todo a mi esposa. -Estas seguro de lo que vas hacer Setur - pregunto -piénsalo antes de dar este paso -Es un hecho Raúl ya esta mas que decidido. -Cómo tu amigo te sugiero que lo valores, Alicia ni siquiera te mira a la cara. -Enciende el auto amigo, enfrentare las consecuencias. -Como quieras Setur - se volteo y hecho andar el auto.

Al llegar a casa como lo había imaginado habían terminado el té ya pasaban de las tres y media. Pregunte por Alicia la abuela me dijo que no había bajado a tomar el té, que lo bebió en su habitación. Subí la larga escalera de madera hasta la planta alta donde se encuentran las alcobas, débilmente le di dos toques a la puerta y la escuché desde adentro responder

-Adelante -Hola Alis como has pasado el día? -Si se pude estar peor, viviendo donde no quiero, casada con quien no quiero, entonces puedo decirte que bien. -Por favor Alicia no quiero discutir contigo -Yo tampoco Setur así que déjame descansar - esas fueron sus duras palabras ante de voltearse -No me des la espalda por favor, hablemos. -Ya déjame en paz Setur, vete. -Alis no puedo dejarte tengo algo muy importante que decirte - le dije casi entre dientes. -Pues dime y vete. -Aquí no, vamos a un lugar que te va a encantar, allí podremos hablar con tranquilidad ya Raúl nos espera abajo. -Dame diez minutos enseguida bajo, espero la conversación sea seria - me dijo mirándome fijamente con sus ojos color avellanas, los cuales nunca quisiera que me dejaran de mirar.

El auto se movía a cien kilómetros por hora, estábamos a cinco minutos de nuestro destino. Se podía percibir ese olor a playa provocado por el sulfuro de dimetilo, olor tan agradable que viaja por el viento llevándolo hasta nuestras narices. Volteé a mirarla y por primera vez la vi sonreír a mi lado, los hoyuelos en sus mejillas eran tan hermosos, no pude más que quedarme adormecido observando tan hermosa mujer, era perfecta. -Ya estamos aquí - habló Raúl desde el asiento del conductor mirando por el espejo.

Abrí la puerta, la ayudé a bajar y caminamos sin hablar por dos minutos sobre la arena, las olas rompían en nuestros pies descalzos borrando las huellas que dejábamos detrás. -Dime Setur que era eso tan importante que tenias que decirme -rompió el silencio entre los dos -Emm ... verás Alis yo no soy ... -ALICIAAA!, ¡ALICIAAA!! al fin te encuentro amiga, gracias a Dios y a Raúl por decirme. -Que sucede Taima por qué esa agitación - contesta Alicia alarmada. -Algo terrible ha pasado - decía mientras lloraba como una niña desconsolada.

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