—Todos la queríamos mucho —aseguró Baby5, y después, con un suspiro largo, retomó el tema—. ¿Tiene alguna preferencia en muebles?
A ________ le habría gustado hacer más preguntas, en especial sobre Doflamingo, pero sintió que Baby5 no quería hablar más de aquello y desistió.
—Siempre me gustaron los sofás Victorianos.
—Allá —apuntó Baby5 y la condujo hasta uno de los rincones del ático, mostrándole uno maravilloso.
Pocos minutos después, habían apartado el sofá junto con una mesa de té Reina Ana, una pequeña silla y una butaca, además de una mesa entre ambas y un escritorio.
—Ordenaré que lleven todo esto a la habitación, una vez que lo haya limpiado —aseguró Baby5 mientras se quitaba el polvo de las manos.
Volvió a sentirse decadente porque otros realizaban el trabajo y dijo con tono de disculpa:
—Espero no ser una molestia.
—No —le aseguró Baby5 con una cálida sonrisa—. Estoy muy contenta de que esté usted aquí. En todos estos años me he preocupado mucho por el señor Doflamingo —hizo una pausa, miró el rostro de ________ y continuó con voz calmada y triste—: Recuerdo, como si fuera ayer, su conmoción al saber la muerte de su madre. Él tenía 7 años... una edad muy vulnerable, muy impresionable. No lloró cuando su padre le dio la mala noticia. Durante el velatorio y el funeral no derramó ni una sola lágrima. Luego, todos regresaron a casa. Después de un momento, me di cuenta de que Doflamingo faltaba y fui a buscarlo. Lo encontré en la sala de su madre. Estaba llorando. Dejó de hacerlo cuando yo entré. Traté de explicarle que las lágrimas eran saludables, pero él, con esa mirada fiera, me dijo que no quería volverse a sentir así. Dijo que jamás volvería a preocuparse por una persona como lo había hecho por su madre. En aquel entonces, pensé que se trataba sólo de un dolor infantil, como cuando dice que te iras de la casa y a los minutos vuelves a ella y pensé que pronto se sobrepondría y lo superaría. Pero hasta ahora, jamás se ha interesado de veras en nadie. Incluso sus sentimientos hacia su padre se enfriaron, como si hubiese construido una pared alrededor de sus emociones. Odié la idea de verlo crecer y convertirse en un hombre frío y duro... cuando éramos niño él no era nada asi, pero usted ha cambiado eso. Usted le ha enseñado cómo amar de nuevo —tomando la mano de ________, Baby5 la sostuvo cálidamente durante un largo mentó—. En lo que respecta a mí, usted jamás será una molestia.
—Gracias —pudo decir ________, mientras desaparecían todas sus esperanzas de lograr que Doflamingo aprendiera a amarla. La voz de su razón estaba en lo cierto. Él sólo trataba de suavizar la situación en la que lo habían obligado a participar.
Regresó al ala que compartía con Doflamingo y entró en la sala de billar. Después de colocar las bolas, golpeó una con tanta fuerza que hizo que las demás corrieran locas por toda la mesa.
—Caramba —murmuró con rabia.
—No me digas que no sabes jugar al billar —dijo Vergo desde la puerta. Suspiró con exageración, al mismo tiempo que entraba y añadía con tono mordaz— Mi padre cree que eres perfecta. Piensa que yo debería conocerte mejor... que eres capaz de mejorar a cualquiera.
—No juego bien al billar, no soy perfecta y no tengo el hábito de tratar de mejorar a otras personas —respondió ________ tensa, deseando decirle que se marchara, pero insegura de tener derecho a comportarse con rudeza.
—¿Te importa si juego? —preguntó Vergo. La pregunta fue estrictamente retórica, puesto que ya estaba cruzando la habitación y cogía uno de los tacos—. Empiezo yo; si no meto ninguna bola, entonces será tu turno.
________ se encogió de hombros y dio un paso atrás, observando tirar a ese hombre que no le agradaba en nada.
—La bola tres en la esquina —dijo Vergo y la bola llegó con perfección hasta su destino. Se enderezó y caminó despacio alrededor de la mesa, para decidir cuál sería su próximo ataque. Hizo una pausa cuando se detuvo justo enfrente de ________ y la observó—. Debo admitir que estoy muy sorprendido de la elección de esposa de mi hermano.
—No más de lo que yo estoy —respondió ________ con honestidad.
Una débil sonrisa apareció en el rostro de Vergo.
— Jamás pensé que le gustara ayudar a gente... humilde, la bola número siete en la esquina —dijo y de nuevo, con la experiencia de un veterano, hizo que la bola obedeciera su orden. Se enderezó otra vez y miró a su adversaria—. Mi hermano ha dedicado toda su vida al trabajo y yo detrás de él. Siempre supuse que, en caso de que se casara, lo haría por interés... como los reyes, que solían casarse para asegurar sus fronteras o incrementar sus posesiones. Estaba seguro de que elegiría a una esposa rica o que tuviera acciones en alguna compañía que a él le interesara, no a una... mecánica de un taller que sabrá Dios el nombre—un reto malicioso brilló en los ojos de Vergo y _______ no quería ceder ante sus provocaciones—. ¿Tienes algún talento oculto, ________?
—No —________ logró aplacar el grito que amenazaba con subir por la garganta.
Vergo conocía muy bien a su hermano ya que, a diferencia de Rocinante, él pasaba más tiempo con Doffy. La sonrisa seguía en el rostro de Vergo cuando volvió a concentrarse en la partida de billar.
—Bola número seis en la esquina —volvió a hacerlo y de nuevo miró a ________ con el ceño fruncido—. Es difícil imaginar a Doffy enamorado. Nunca pensé que él conociera el significado de esa palabra. Siempre fue muy frío al respecto y sus puntos de vista acerca del matrimonio han sido cínicos, por decirlo con suavidad.
________ se sintió aniquilada y se puso tensa. Ya tenía suficiente Vergo por el momento.
—Quizá —sugirió cortante—, sólo estaba reaccionando ante algunos matrimonios que veía a su alrededor.
—Bola número ocho en la esquina —espetó Vergo, y le pegó a la bola con tanta fuerza que perdió el tiro. Cuando miró a ________, sus ojos eran de hielo—. Mi padre ha sido la razón por la cual mis matrimonios han fracasado. Constantemente me amenazaba con desheredarme y me acusaba de elegir con irresponsabilidad. Él es muy responsable —la malicia apareció en las profundidades de los ojos de Vergo—. Él cree que tú eres un ejemplo viviente de responsabilidad. Dime, ________, ¿cuál es el primer paso que debo dar para lograr ser más responsable?
—Podrías empezar aceptando la responsabilidad de tus propios errores —le respondió con frialdad.
Dejando a un lado el taco, Vergo se apoyó sobre la mesa y se inclinó hacia ________.
—Mi padre —dijo con sarcasmo—, sin que yo lo supiera, le dio dinero a mi tercera esposa para que me dejara.
—Una mujer que se vende es mejor no tenerla como esposa.
—¿Y qué me dices de un esposo? ¿Qué me dices de ti? —espetó Vergo con mirada retadora.
Muchas Gracias por leerlo y no olviden VOTAR y darle una oportunidad a las nuevas historias que hay por venir.💖🦩💗
ESTÁS LEYENDO
Al Mejor Postor - Donquixote Doflamingo X READER 💗🦩🍋
FanficPara __________, el casarse con el arrogante desconocido era la única manera de saldar la enorme deuda con la que se veía presionada por el cruel alcalde del pueblo. Para Doflamingo, era la única forma de lograr el control total de los negocios de l...