Capítulo 21: Mal Momento

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—¿Deseas algo, Vergo?

—Había olvidado deciros que he organizado para ustedes una pequeña fiesta, a fin de presentar a ________ a nuestras amistades —respondió con inocencia visiblemente fingida—. Será hoy, una cena.

—¿Una cena, hoy?

—Es una especie de recepción postmatrimonial —aclaró Vergo.

—Debiste haberme consultado antes de hacer planes —la reprendió Doflamingo, irritado—. ________ y yo estamos cansados. Es mejor posponerlo un par de días.

—Puedo cancelarlo —señaló Vergo con tono retador—. Pero, si lo hago, nuestros amigos creerán que ________ no desea conocerlos o, aún peor, que estás avergonzado de ella y no quieres presentarla. La mirada de Doflamingo se oscureció de modo peligroso.

—Está bien. Enfrentémonos a tu fiesta. ¿Es formal o informal?

—Formal. Le ofrecería a ________ algo para ponerse, pero me temo que mi ropa no le quedará bien —el tono de Vergo era el mismo que el de un gato ofreciendo disculpas.

—Estoy segura de que encontraré algo para ponerme —dijo ________ odiando los pequeños juegos de Vergo, pero sin saber qué hacer para detenerlos.

Baby5 apareció de pronto tras Vergo, con los brazos llenos de la ropa nueva de _______.

—Me llevaré éstos para plancharlos antes de colgarlos, señora Donquixote —dijo la mujer.

La sonrisa de Vergo bajo y le dedico una sonrisa fingida, mientras miraba alejarse a Baby5.

—Doflamingo ha debido estar muy ocupado en Nueva York la última semana — comentó Vergo con sarcasmo, insinuando que toda aquella ropa la había comprado él.

—No quería que ________ careciera del atuendo adecuado. Y ahora que ya nos has informado de tu pequeña fiesta, ¿por qué no bajas?

Pero Vergo aún no había terminado. Al acercarse a Doflamingo con paso titubeante, le salieron chispas de los ojos.

—Supongo que al casarte dejarás ese agradable apartamento que tienes en la ciudad, ese que usas para, oh, para tus reuniones de negocios y para cuando estás demasiado cansado para regresar hasta aquí.

—Ya lo he alquilado —le respondió, y por la tensión que reveló en sus mandíbulas, ________ supuso que estaba a punto de perder la compostura.

—Qué pena —suspiró Vergo, decepcionado—, la vida será muy aburrida en esta casa sin papá hecho una furia durante las noches, exigiendo saber con quién te estás acostando en ese momento.

________ sintió que se le retorcía el estómago, pero no mostró ninguna reacción externa ante la obvia agresión de Vergo, porque sabía que, si lo hacía, sólo lograría animarlo a continuar.

—Adiós, Vergo —la voz de Doflamingo era una clara amenaza.

Sabiendo que el quedarse sería peligroso, Vergo lo miró, se encogió de hombros, y salió.

—Es mejor que vaya a hacer esas llamadas telefónicas —informó Doflamingo rompiendo el repentino silencio.

—Y yo descansaré un poco, si es que tengo que conocer a tus amistades esta noche —dijo ________ con una tranquilidad que no sentía. Sabía que Doflamingo era un hombre sexualmente experimentado, pero el que se lo restregaran en la cara, era desagradable.

La chica regresó a su dormitorio y se acostó en la gran cama, mientras observaba los intrincados diseños de la madera labrada del techo. Estaba celosa y eso la hizo sentir rabia contra sí misma. No quería preocuparse por lo que Doflamingo hubiera hecho ni por lo que haría en el futuro, una vez que hubiera terminado su convenio.

Con decisión, se forzó a recordar la rabia de Doflamingo aquella tarde cuando habló de que había sido manipulado para que se casara. Pero, a pesar de que el recuerdo llegó vivido, también recordó la forma en la que le había besado la mano, haciéndola sentir que serían ellos dos contra el mundo.

—¡No! —dijo en voz alta—. Él y yo sólo seremos pareja durante un tiempo. Después, seguiremos distintos caminos. No habrá más «¡nosotros contra el mundo!».





La fiesta empezó. ________ había elegido un vestido de color palo de rosa que combinaba a la perfección con sus ojos grises. Doflamingo comentó que estaba adorable y cuando ella entró en la sala se sintió bonita y sólo un poco nerviosa. Algunos de los invitados ya habían llegado. Doflamingo la presentó y todos, por lo menos superficialmente, se mostraron corteses y amistosos. ________ notó la mirada celosa de un par de mujeres, pero esos celos no se mostraron ni en sus saludos ni en su conversación. Incluso Vergo se comportaba correctamente.

Uno de los hombres estaba narrando uno de sus recientes viajes a China y ________ empezaba a relajarse, cuando un silencio repentino se apoderó del ambiente. Siguiendo la dirección de la mirada de todos los presentes, ________ vio a una mujer muy guapa de pie en la puerta. Era alrededor de cinco centímetros más alta que ________, largo y negro, que le llega hasta la mitad de la espalda, de ojos castaños. Llevaba un vestido escotado que resaltaba sus grandes pechos y la tela se ajustaba a las líneas de su cuerpo, revelando una figura que hizo suspirar a un par de hombres.

—Violet siempre es capaz de llenar un vestido —comentó con admiración un invitado que estaba a un lado de ________. La acompañante de éste le dedicó una mirada cortante, logrando que se sintiera repentinamente incómodo. Guardó silencio.

—Doflamingo —la mujer le sonrió y se dirigió hacia el grupo en el que estaban Doflamingo y ________.

Inmediatamente, los demás se alejaron un paso, como si sintieran que pronto empezaría a desarrollarse una batalla y quisieran estar lo más lejos posible.

Después de besar a Doflamingo en una mejilla con tanta familiaridad que hizo que a ________ se le erizara la piel, la mujer se dirigió a ella.

—Soy Violet, de la familia Riku, una vieja amiga de la familia, y quiero decirles a ti y a Doflamingo que les deseo lo mejor —dijo con una voz profunda, mientras le ofrecía la mano.

________ la mira, ya que se dio cuenta del tono y la mirada de esa mujer.




Espero que les guste ahora si ya vengo a actualizar seguido.

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Al Mejor Postor - Donquixote Doflamingo X READER 💗🦩🍋Donde viven las historias. Descúbrelo ahora