Capítulo 19: ¿Manipulada?

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Después del departamento de lencería siguieron hasta el de ropa deportiva y terminaron con un guardarropa completo, más dos vestidos de noche y algunas joyas elegantes. Ella sabía que Doflamingo sólo trataba de equiparla con todo lo necesario para que proyectara lo que él quería que fuese su esposa. Incluso las visitas a Broadway y las cenas tenían un propósito. El teatro le daría temas de conversación que la harían parecer una mujer culta. La llevó a unos cuantos museos, por la misma razón. Y las comidas en aquellos restaurantes servían para educarle el paladar. Sin embargo, él siempre actuó como si de veras estuviese disfrutando, haciéndola sentir cada vez más como una mujer cuyo amoroso marido intentaba mimarla.

«No pierdas la perspectiva», se advirtió a sí misma, y sin darse cuenta frunció el ceño. Él está tratando de suavizar esta difícil situación e intentando educarte para que no lo avergüences.

—Me estás mirando como si de repente hubieras descubierto un tercer ojo en mi frente —dijo de pronto Doflamingo, rompiendo el silencio.

—Lo siento —________ se ruborizó y fijó su atención en la carretera, mientras admitía—: Estoy un poco nerviosa. No estoy segura de poder encajar en tu mundo.

—Encajarás bien —le aseguró—. Sólo sé tú misma. Tienes un encanto natural.

La sorpresa y el placer se reflejó en su rostro, cuando se volvió a mirarlo.

—Me halaga que pienses así.

—No es un halago —aseguró—, son los hechos. El halago no suele ser sincero, se dice para alimentar la vanidad de una persona para poder manipularla a fin de conseguir una ventaja. Y a pesar de que me gusta manipular a la gente en mis negocios, en esta ocasión es diferente—un tono serio apareció en su voz—. No me gusta que la gente me manipule a mí, así que prefiero hacerlo yo, no te asustes _________.

La rabia que ________ había visto en él cuando le explicó la razón que había tras su propuesta de matrimonio, volvió a reflejarse en el rostro de Doflamingo, estaba confundida, pero, mientras ella y su familia estuvieran bien, no habría problema, podría ser manipulada por Doflamingo si eso la mantenía a su familia y a ella a salvo. Aturdida, miró por la ventana.

El resto del camino pareció interminable. Doflamingo había permanecido en silencio y ________ se había puesto cada vez más tensa. Mirando de reojo al hombre que tenía a su lado, fuerte y alto y esos brazos y esas venas que se podía marcar, era demasiado alto y eso le asustaba, dudó de que su matrimonio durara más de dos meses. Su odio a ser manipulado era demasiado fuerte.

La perspectiva de un matrimonio de menor duración la alivió algo. Sin embargo, sintió una sombra de decepción y su tensión aumentó. Furiosa con esa reacción tan irracional, se dijo a si misma que estaría aliviadísima cuando su relación con Doflamingo hubiese terminado. Siguió mirando por la ventana e ignoró a su marido durante el resto del viaje.

Su destino final estaba situado a unos cuantos kilómetros en el a, y nada de lo que Doflamingo le había dicho la habría preparado para la impresión que se llevó al ver la magnífica propiedad de la familia Donquixote, que abarcaba varias hectáreas.

Su destino final estaba situado a unos cuantos kilómetros en el a, y nada de lo que Doflamingo le había dicho la habría preparado para la impresión que se llevó al ver la magnífica propiedad de la familia Donquixote, que abarcaba varias hectáreas

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Solo un pequeña parte de la Mansión Donquixote se podía ver, se preguntaba _________ ¿Cuánto tardaría en recorrerla?, Mientras aparcaba el coche, Doflamingo, sin que ________ lo esperara, la cogió de la mano.

—Siento mucho lo que te dije antes —se disculpó él—. Es que odio sentir que se me está manipulando en una situación, incluso en una tan interesante y disfrutable como es el tenerte a ti como esposa.

—Podría jurar que en este momento intentas adularme —la voz de ________ sonó quebradiza.

Sin soltarle la mano, Doflamingo frunció el ceño y dijo:

—Sé que a ti no te gusta más que a mi el ser manipulada. Pero juntos podremos superarlo y entonces el resto de nuestras vidas nos corresponderá sólo a nosotros — se llevó la mano de ________ a los labios y la besó, como si con ello sellara un pacto de compañerismo; y, a pesar de sí misma, ________ sintió un soplo de calidez al pensar en la idea de ellos dos contra el mundo y solo en una habitación. Y entonces, mirando hacia la casa, Doflamingo añadió con sequedad—: Es hora de sonreír y parecer recién casados.

Siguiendo la dirección de su mirada, ________ vio la puerta principal; ésta se abrió y un hombre mayor, raro con lentes y algo saliendo de sus nariz pero sobre todo uniformado, seguido por otro más hombre alto  vestido de chófer, salieron. Cruzaron el porche de mármol y descendieron los escalones que los llevaban al camino.

—Bienvenido a casa, señor Doflamingo —saludó el mayordomo, revelando una cálida sonrisa que hablaba de la estimación que le tenía a Doflamingo, mientras éste rodeaba el coche para abrirle la puerta a ________.

—Gracias, Trebol —le respondió Doflamingo con una sonrisa sincera. Después, pasó un brazo por los hombros de ________ mientras ella salía del vehículo y se colocaba a un lado de él—. Ella es mi esposa, ________. ________, él es Trebol. Ha sido el mayordomo de la Mansión Donquixote, observando siempre el protocolo, desde antes de que yo naciera.

—Bienvenida a la Mansión Donquixote, señora de Donquixote —saludó el mayordomo, mientras hacía una pequeña inclinación respetuosa, y añadió con toda sinceridad—: Todos hemos estado esperando su llegada.

—Gracias —________ se esforzó en sonreír como correspondía, mientras, interiormente, respiraba aliviada y se acusaba de leer demasiadas novelas románticas. A pesar de todos sus esfuerzos por no pensar en eso, durante casi todo el trayecto, se imaginó que iba a ser recibida por una multitud de sirvientes que la miraban como si se tratara de una intrusa.

Señalando al hombre más alto y de rasgos que le asustaban, que ________ juzgó que tendría alrededor de treinta o más años, Trebol volvió a dirigirse a ________:

—Es mi hijo, Diamante. Cuando usted desee que la lleve a algún sitio, él se sentirá complacido de llevarla en el coche.

—Encantado de tenerla aquí, señora Donquixote —Diamante le dedicó una sonrisa cortés y se inclinó con respeto, como lo había hecho su padre instantes antes. Dirigiéndose a Doflamingo, dijo—: Y también a usted, señor.

—Qué agradable es volver a estar en casa —Doflamingo correspondió al saludo con la misma sonrisa amistosa que le había dedicado a Trebol, y luego, con voz autoritaria, añadió—: ¿Serían tan amables de llevar el equipaje a nuestras habitaciones?

—Sí, señor —Diamante se puso de inmediato en movimiento, dirigiéndose hacia el coche y empezó a sacar las maletas.

—Su hermano Vergo está en la sala, señor —le informó Mil a Doflamingo mientras la pareja de recién casados caminaban hacia la casa.

—Pensé que estaría en Europa uno o dos meses —dijo Doflamingo con tono irritado, y ante la mirada inquisitiva de ________, explicó—: Es mejor tomar a Vergo en pequeñas dosis o no tomarlo en absoluto. Sin embargo, como él también vive aquí, te lo encontrarás de vez en cuando y es mejor que hagamos las presentaciones.

A ________ no le gustó cómo sonaba todo aquello y hubiese sugerido que, si el conocer a Vergo iba a ser como pasar una prueba penosa, sería mejor posponerlo durante un tiempo. Pero no tuvo oportunidad de decirlo.





Otra disculpa :( por tardar se me olvida actualizar asi que ya estoy aqui para hacerlo. Espero que les guste y no olviden VOTAR estaré actualizando más seguido.

Espero que les guste y si les gusta el personaje Zoro, esta disponible una historia sobre él, la tengo en pause pero la continuare en esta semana, Los quiero mucho y gracias por cada comentario que ponen.🦩💖💖

Al Mejor Postor - Donquixote Doflamingo X READER 💗🦩🍋Donde viven las historias. Descúbrelo ahora