Capítulo 14: Arrepentimiento

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Minutos después, debajo de la ducha, se dijo que debía pensar en su relación con Donquixote Doflamingo en términos de un convenio de negocios. El problema radicaba en que el compartir su cama añadía un toque que no tenía nada que ver con los negocios.

Aún más inquietante era el hecho de que, en esas circunstancias, el compartir la cama de Donquixote Doflamingo sería una molestia y la más desagradable obligación. Sin embargo, el sólo pensarlo la hizo sentirse excitada.

—Es sólo porque el sexo es nuevo para mí y que él lo hace muy bien —se dijo, tratando de justificar su actitud. Y entonces, su lado más práctico acudió a su rescate. Sería mejor enfrentarse al porvenir con interés y no con disgusto—. Será más fácil si empiezo a pensar en mí misma como una mujer moderna y liberada —dijo en voz alta—. En esas condiciones, seré capaz de considerar el sexo como algo práctico y como una manera de no sentirme aburrida por las noches.

Pero cuando salió de la ducha, los ojos grises que la miraban desde el espejo, parecían escépticos.

—Me alegro mucho por ustedes —dijo Harriet mirando a su hija y a Doflamingo con duda. ________ se sentó en una de las sillas de la cocina—. Espero que no se ofendan si les digo que me sorprende. No parecían llevarse muy bien.

—Admito que al principio no —dijo Doflamingo pasándole un brazo por los hombros a ________, con gesto posesivo—, pero cuando nos hemos conocido más a fondo, me he dado cuenta de que mi padre tenía razón.

—¿Tu padre? —preguntó Harriet.

—Él fue la razón por la cual yo vine aquí —respondió Doflamingo apretando el hombro de ________ para recordarle que debía seguir sonriendo y evitar que reprimiera el comentario sarcástico que estaba a punto de hacer—. Él se quedó muy impresionado con ________ y me dijo que creía que ella sería una buena esposa para mí. Después de oírle hablar de ella durante dos semanas, decidí que la única manera de obtener un poco de paz sería venir aquí y comprobarlo.

—Me doy cuenta de que Homing estima a ________ —murmuró Harriet y la sonrisa que se esforzaba en ofrecer sólo servía para enfatizar la ansiedad que empezaba a nacer dentro de ella—. Espero que sean muy felices.

Al mirar a Doflamingo, ________ pensó que también él sabía que su madre estaba a punto de dejarse llevar por el pánico al no saber qué sería de ella y de sus hermanos cuando se hubiese ido su única fuente de ingresos. Doflamingo le hizo saber con la mirada que le dejaba a ella la decisión de decidir cuándo informaría a Harriet de sus planes. A pesar de la rabia que sentía contra su madre, por haberla colocado en una posición tan vulnerable, ________ empezó a decirle:

—No me agrada la idea de dejarte a ti y a mis hermanos en Maine. He estado pensando que sería buena idea que se fueran cerca de la tía Andrea.

—Sería fantástico —aseguró Harriet—. Andrea siempre me ha dicho que le encantaría que trabajara con ella como costurera —su voz se hizo seria cuando se dirigió a Doflamingo—. Mi hermana es dueña de una pequeña pero muy exclusiva boutique —movió la cabeza y miró en dirección de ________—. Pero me temo que la mudanza resultaría demasiado cara. Tendré que buscar la forma de trabajar aquí.

—Doflamingo se ha ofrecido a prestarnos dinero para la mudanza. Se lo pagaremos con lo que nos den por la casa y por el garaje —mientras hablaba, ________ luchó contra los deseos de echarse a llorar.

—¿De verdad? —Harriet miró inquisitivamente a Doflamingo.

—Quiero que mi futura esposa pueda concentrarse en mí y no esté siempre preocupada por su familia —le aseguró él.

Harriet embozó una sonrisa.

—Siempre me ha dado mucha rabia el estar tan alejada de Andrea.

—Entonces, ya está todo dicho. El martes, ________ y yo solicitaremos nuestra licencia matrimonial —y dirigiéndose a Harriet, añadió—: Te agradecería que mientras nosotros hacemos eso, tú hagas los arreglos necesarios para que la boda se lleve a cabo aquí en la casa dentro de una semana. Todo lo que necesitamos en un sacerdote y unas cuentas flores. Después del miércoles, tú, ________ y los demás volaran a Ohio a buscar una nueva casa. Mientras tanto, yo traeré a mis empleados para que vendan el garaje y esta casa.

—Yo... yo necesito tiempo para buscar un vestido —protestó ________, sintiendo como si hubiese quedado en medio de un torbellino. No, un tornado, pensó tomando en cuenta al hombre que tenía a su lado.

—Estoy seguro de que tu tía Andrea tendrá algo adecuado —señaló él cogiéndola por la barbilla y obligándola a captar la orden que le daba con la mirada—. Queremos empezar nuestra vida juntos lo más pronto posible.

—Sí —respondió ella tras una sonrisa de plástico. ________ sabía que él pensaba que cuanto más pronto comenzaran, más rápido terminaría el convenio.

—Bien, ahora, si me disculpan, tengo que hacer un par de llamadas telefónicas y después me iré a la cama. Ha sido un día muy largo —besó a ________ nuevamente en los labios, como si con ello sellara el trato. Le sonrió a Harriet y salió.

—¡No puedo creer en todo esto! —exclamó Harriet, rompiendo el silencio que se había hecho en la cocina, mientras ambas lo observaban alejarse. Durante los siguientes minutos, Harriet parloteó entusiasmada, expresando su sorpresa y su felicidad de poderse mudar cerca de su hermana. Después, poniéndose de pie, le dio un beso a su hija—. Nunca soñé que serías lo bastante afortunada como para atrapar a un hombre como Donquixote Doflamingo, con las relaciones de su familia y con tal riqueza.

—Yo tampoco —murmuró ________ y el tono cínico de su voz pasó inadvertido para Harriet, que continuaba maravillándose de su buena suerte. Como necesitaba estar sola. ________ dijo, con cansancio—: También para mí ha sido un día muy cansado, y parece que mañana lo será aún más. Creo que me iré a la cama —se deshizo del abrazo de su madre y salió de la cocina.

—Buenas noches, querida —oyó que le decía su madre cuando llegó a la escalera. Hizo una pausa al observar la puerta cerrada del dormitorio de Doflamingo... al parecer ya había terminado de hacer sus llamadas telefónicas... Cada minuto que pasaba se sentía más inquieta por el trato que acababa de hacer. A pesar de que el contrato había sido superficial el recuerdo de sus labios sobre los de ella continuaba haciéndola sentir bien. Frunció el ceño y se recordó que Doflamingo estaba más ansioso de que su matrimonio terminara que de que empezara y se hizo creer a sí misma que ella sentía de la misma forma. Con un movimiento brusco se llevó la palma de la mano a la boca en un intento de hacer desaparecer aquella sensación inquietante y cerró la puerta de su habitación.

Agotada, se puso el pijama y se deslizo entre las sábanas. Pero justo en el momento en que empezaba a quedarse dormida, oyó que alguien llamaba a su puerta.

—________ —escuchó la voz de Harriet al otro lado de la puerta—. Necesito hablar contigo.




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Al Mejor Postor - Donquixote Doflamingo X READER 💗🦩🍋Donde viven las historias. Descúbrelo ahora