Capítulo 10

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¿Será que tú y yo somos los afortunados?

Todo el mundo me dijo que el amor era ciego, entonces vi tu cara y me volaste la cabeza.

Finalmente, esta vez tú y yo somos los afortunados.

Lana del Rey - Lucky Ones.

Zander mira rápidamente a D'Angelo y sin importarle la pesada mirada que le dedica, asiente

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Zander mira rápidamente a D'Angelo y sin importarle la pesada mirada que le dedica, asiente.

—Lo soy, en realidad desde que tenía 17 años, pero hace tanto que dejé esas cosas atrás... Por eso no te reconocí —Damiano vuelve a tensarse—. Cuando declaraste ser homosexual, fui muy feliz, —sigue hablando Zander con una ligera sonrisa sobre sus labios— no tenía dinero para comprar tus álbumes, pero siempre encontraba la forma de escuchar tu música y conseguir fotos tuyas... Tú sabes, para hacer mi sueño realidad.

Christian sonríe, descifrando sus pensamientos

—¿Cuáles eran tus sueños?

Zander mira nuevamente a Damiano y después baja su mirada avergonzado.

—Eran sueños húmedos —murmura muy bajo.

Christian se echa a reír divertido y Damiano lo mira enfadado.

—¿Qué has dicho? —cuestiona al fin Damiano, demasiado molesto, usando un tono de voz y poniendo una mirada que Zander nunca antes había visto u oído en él.

—Lo siento, Damiano... — susurra el azabache con sincero arrepentimiento—, pero, ¿qué harías tú si tuvieras frente a ti, a tu amor platónico, a ese que pensaste que jamás conocerías?

D'Angelo lo fulmina con la mirada y de inmediato se gira preocupado hacia Christian.

—¿Lo ofendí Christian? Porque sí es así yo…

—Todo lo contrario —asegura el azabache interrumpiendo la disculpa de Zander—. Me siento alabado de tener fans tan bien parecidos y divertidos como tú.

Y en ese momento, Zander jura ver incluso las enormes orejas de Damiano tornarse rojas debido a la furia que emana de todo su ser.

“¿En el trato estaba prohibido coquetear con el dueño de mis sueños húmedos?” Piensa Zander, sintiendo que debe arreglar las cosas.

—Sé lo que se siente eso, yo soy inmensamente feliz de tener un novio tan guapo, amable y divertido como lo es Damiano —asegura Zander mientras lo mira fijamente y Damiano de inmediato lo encara, olvidando su enojo y mirándolo sorprendido e incrédulo —. Y es la mejor sensación del mundo porque sabes que no hay nadie mejor que él.

—No sabía que te gustaba lo romántico, Damiano —dice el hombre mayor mientras Zander y el nombre se mantienen mirándose fijamente a los ojos—. Hasta dónde yo recuerdo lo detestabas.

El caos que implica amar ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora