Capítulo 13

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Nos reímos de nada mientras el verano se vuelve fresco.

Es hermoso cómo esta profunda normalidad se apodera de mí.

No estoy aburrido ni infeliz, sigo siendo tan extraño y salvaje.

Lana del Rey - Chemtrails Over the Country Club.

La carretera luce interminable y el ambiente se siente sofocante, el silencio los consume poco a poco, haciéndolos sentirse incómodos

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La carretera luce interminable y el ambiente se siente sofocante, el silencio los consume poco a poco, haciéndolos sentirse incómodos.

Zander siente que se asfixia en ese espeso ambiente que se mantiene dentro de la limusina. La mirada de Damiano se encuentra perdida por la ventana, mirando el horizonte que vuela a sus ojos. El menor contempla atento su aspecto, luce apuesto.

Jamás antes lo había visto vistiendo algo que no fuera un ostentoso traje y ahora lleva ropa casual, además de que ha cambiado el color de su cabello a un tono plata.

Completamente irresistible, cree Zander.

—¿Vas a decirlo o seguirás mirándome así?

Zander aparta su mirada de inmediato, se siente atrapado. D'Angelo se quitas sus oscuras gafas y lo mira fijamente.

—¿Tratas de memorizar mi rostro antes de marcharte?

El contrario resopla y evita mentir, porque quizá sí lo hacía.

—¿Decir qué?

—Tienes algo que decir, por eso me miras así.

Zander se mantiene pensativo. "Lo siento", quiere decirle, pero antes de que pueda pronunciar palabra alguna, el chófer indica que han llegado a su destino.

Damiano le ordena amablemente que los deje solos.

—Si esta será nuestra última noche juntos, entonces, deberíamos disfrutarla. Olvidemos por un instante todo lo que pasó en las últimas horas, ¿bien?

Damiano quiere fantasear una última vez antes de regresar a la realidad. Zander asiente y después sonríe altanero. Algo que el mayor ama y jura que extrañará tanto de él.

—¿Cómo debería actuar? —Zander quiere evitar sentirse triste por haberlo oído admitir que esa será su despedida.

—Sólo sé tú —contesta Damiano mientras toma al menor por la cintura, atrayéndolo hasta su lado. Quiere permanecer indiferente, pero por más que trata no puede hacerlo, porque al final del día lo conoce bastante bien para entenderlo, para evitar enfadarse.

—¿Un maldito sarcástico enojón?

Damiano lo mira divertido antes de suspirar.

—¿Recuerdas tu proposición de siempre?

El caos que implica amar ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora