CAPITULO EXTRA: 1

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CHIARA BIANCO

Primera escena.

Había estado a su lado sentada semanas hasta que él por fin despertó, aturdido. Suerte. Había tenido muchísima fuerte de salir con vida de ahí. Se estaba desangrando debajo de mi mano presionando su herida, vi su rostro pálido y como sus ojos se cerraron lentamente a pesar de que yo le rogaba que no lo hiciera. Había gritado, llorado y le había pedido disculpas por aparecer en su vida. Si yo no me hubiera mudado a Rusia, si yo no hubiera entrado en el juego de seducción en Roma, él no habría estado desangrándose en el salón de un lujoso hotel.

Escuché el disparo, vi a Masha apuntando al amor de mi vida mientras este intentaba procesar qué había pasado. Corrí hacia él lo deprisa que mis altos tacones me lo permitían y choqué contra su cuerpo cuando él cayó de rodillas. Cuando escuché el segundo disparo, sinceramente pensé que había sido para mí, pero no, Nina fue la que recibió la bala.

Nina sigue en coma, no sé si saldrá de eso y espero, que lo haga, espero que despierte y sea juzgada porque Masha, a pesar de apretar el gatillo, no estaba sola en eso y grabó y recopiló cada prueba contra Nina. Si ella se hundía, no iba a hundirse sola. Ahora está en prisión a la espera de juicio.

Nuestra casa está lista y yo entro, abriendo la puerta para Mark, que camina lentamente con una muleta en su mano para echar el peso de su cuerpo. Puedo ver las muecas de dolor en su rostro y desearía tener la fuerza suficiente para poder cargarlo escaleras arriba, sin embargo, he pedido que nos preparen una habitación de la parte de abajo para nosotros mientras él se recupera.

— Puedo subir las escaleras.

— No puedes, deja de ser cabezota.

Gruñe y se dirige a la habitación que han acomodado para nosotros. Niko y Viktor se están ocupando de la empresa, aunque Mark estaba dispuesto a ponerse a ello al tercer día de haber despertado. Me había negado rotundamente y él, había aceptado muy a su pesar. Tenía razón, necesitaba descanso y era el momento adecuado.

Él se deja caer en la cama con un jadeo y apoyo la muleta en la pared para ayudarlo a tenderse. Acomodo los cojines a su alrededor y suspira pesadamente. La policía había hablado con él, también conmigo y con todos sus allegados, pero no había falta decir mucho porque Masha lo había contado todo. Las piezas del puzzle conectaron y ahora sabemos quién estaba detrás de los ataques. Ellas habían intentado matarme dos veces, fracasando. O quizás querían hacerme daño o asustarme para que me fuera. Casi funcionó.

— Debería afeitarme algún día —me dice.

— Estás sexy así.

Él abre los ojos y me mira con una sonrisa en su rostro, pero la quita y alza su mano para coger la mía.

— Deja de mirarme así, por favor.

— Casi te pierdo, aún no puedo creer que estés aquí conmigo.

— Pues estoy aquí.

— ¿Señora? —Dymitri llama a la puerta— ¿Necesita algo más?

— No, gracias —le sonrío—, puedes irte a casa —asiente.

— Que se recupere, señor.

— Dymitri —le sonríe Mark y este nos deja solos de nuevo.

Tenía algo que enseñarle a Mark, algo con lo que había llorado a su lado mientras él estaba inconsciente. No había sido momento para decírselo en el hospital, y ahora, que estábamos en casa solos, lo era. Viktor lo había descubierto porque me había encontrado en muy mal estado una de las mañanas. Él aún mantenía guardando mi secreto.

A LA CAZA DE CHIARADonde viven las historias. Descúbrelo ahora