Finalmente llegó la hora de ir a casa, yo actualmente estaba en mi asiento esperando a que todos se fueran a sus hogares, cuando no quedaba nadie, solamente yo y Haru, él se acercó rápidamente a mí, de pie frente a mi asiento.
-¿Cómo sabias que tenía heridas?
-Porque noté que aparte de tener heridas en tu rostro que al parecer ya se curaron, noté también las quemaduras de tus brazos, no quiero ser entrometido... Pero ¿Qué te llevó a cometer ese acto?
-Yo... No creo que sea buena idea decirlo, apenas te conozco... Pero hay algo raro aquí -Haru levantó la mirada y me señaló- ¿Eres un brujo acaso? Después de abrazarte y escuchar lo que me dijiste, fuí al baño a mirar en el espejo y noté que mis heridas ya no estaban...
-¿Un brujo, eso es lo que crees que soy?
-¡No lo sé, solo sé que curaste mis heridas y lo agradezco! -Haru levantó la voz y rápidamente bajó la mirada y susurró apenado -Perdona, aún sigo en shock por eso.
-Bien, iré directo al punto, soy un arcángel- Respondí sin rodeos, Haru abrió sus ojos y se sorprendió
-¿¡U-un Arcángel!?
-Si, así como lo escuchaste.
-No puede ser posible, debes estar mintiendo, ¿cómo va a ser eso posible?
-¿No me crees?, bien, no necesito que me creas, simplemente lo dije para que pudieras saberlo.
-Espera, espera... Si eres un Arcángel, eso quiere decir que tendrías alas y una aureola, debe ser mentira, no, no, pero también pudiste haber tomado una apariencia humana- Al verlo tan pensativo, lo observé con curiosidad
-Pareciera que fueras a resolver un caso de asesinato muy difícil, relájate un poco, muchacho.
-¡Ya sé, muestrame tu apariencia de ángel, quiero verla! -Respondió emocionado, nunca había visto a un adolescente tan eufórico por saber que era un ángel, para ser precisos un arcángel, parecía un niño.
-Bien, pero que quede en claro que después borraré tu memoria.
Pude haber borrado su memoria al curar sus heridas y simplemente hacer como si nada hubiera pasado, pero tenía cierta curiosidad por Haru, sentía que tendríamos algo en común, pero primero tenía que ver si mis deducciones eran correctas. Chasqueé mis dedos y mi apariencia cambio lentamente, mis ojos dorados seguían fijos en los ojos ámbar de Haru, mis alas brotaron de golpe, dañando un poco mi uniforme, algo que después arreglaria más tarde, una aureola flotaba por encima de mi cabeza, pude notar la mirada de admiración de Haru.
-¡Oh! -Sus ojos se iluminaron cual niño pequeño feliz de ver un peluche nuevo, no tardó y acercarse hasta tocar mis alas, sintiendo la textura de las plumas -¡Son reales, genial!
-No te emociones mucho, después de esto olvidarás haberme visto con esta apariencia -Respondí en mi tono monótono y tranquilo.
-No seas así, prometo guardar tu secreto pero no borres mi memoria, me siento muy feliz de poder ver que aquella persona que curó mis heridas fuera un ángel -Lo vi enterrando su rostro en mis alas, Haru era un chico que aún conservaba su inocencia y pureza, parecia un pequeñin curioso -¡Me siento muy contento de saber que no estoy solo!
-¿solo? ¿A qué te refieres con eso?
-Al tener vitíligo y ser muy introvertido... Digamos que siempre estuve solo cuando me consideraron un bicho raro, donde nadie se me acercaba, me dijeron que parecía la cría de una vaca y que mi aspecto era repugnante, siempre me molestaban por eso -Noté como bajaba la mirada con vergüenza, al parecer llegamos a un punto sensible.
-Bien, entonces serás mi amigo Haru- Mencioné de golpe.
-¿¡En serio!? -No sabía si impresionarme o asustarme ante lo rápido que este chico cambiaba de humor, aunque claro, no sentía nada pero tenía que aparentar que si, de todas formas, en el fondo sentía que las emociones y sentimientos comenzaban a aflorar dentro de mi vacío ser como una flor creciendo en un desierto.
-Si, así es.
De verdad que los humanos tenían una obsesión con abrazar, no me acostumbraba todavía, el contacto físico me resultaba algo incómodo pero al verlo tan lleno de esperanza simplemente dejé que me abrazara, después de todo, era el primer amigo que tenía.
Al verlo alejarse un poco, noté como me miraba poniendo una mano en su barbilla y quedándose pensativo.
-Eres muy serio, ¿no sonríes o algo?
-Carezco de emociones, al ser un ángel, no siento amor, ni felicidad, ni tristeza, ni ira, ni rencor o placer y al ser un alma no nesecito comer ni dormir.
-oh cierto, no eres humano... ¡Pero no es justo, también tienes derecho a sentir, comer un buen almuerzo y soñar al dormir!, no puedes vivir así.
-Llevó alrededor de casi una centuria sin tener emociones, ya es algo a lo que estoy acostumbrado.
-Ay pero que aburrido, no seas aguafiestas, ¡ahora que somos amigos haré que experimentes emociones, pruebes una buena comida por primera vez y que cuando vayas a dormir tengas buenos sueños!
-De verdad que tienes un espíritu inocente, me satisface saber que aún hay personas que se conservan de esa forma, supongo que mi Maestro aún tiene humanos con bondad en su corazón -Hablé suavizando mi tono de voz y mi semblante, casi como para demostrar algo de orgullo por saber que aún hay buenas personas.
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¿Verdaderamente lograré sentirme humano?
SonstigesEn está historia se narra la vida de un Arcángel que según el mandato de Dios, le encargó ir a la tierra y comprender las emociones y sentimientos humanos... ¿podrá verdaderamente sentir como los demás humanos? Quien sabe. Todo lo que se escriba en...