Capítulo 11

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Cuando estaba a punto de irme, sentí como aquel joven tomaba mi brazo y me detenía.

-Te agradezco mucho por ayudarme... Pero no tenías que hacerlo, no vale la pena.

Volteé a verlo y pude ver que estaba herido, tenía heridas en su rostro y cuando lo examinaba más a cada segundo, noté quemaduras en sus brazos, desde ahí lo supe... Ese chico se lastimaba, podía ver en su mirada una tristeza acumulada.

-Debía hacerlo, no iba a permitir que unos matones que no saben comportarse como los hombres que son lastimen a otros solo por puras tonterías.

Pude ver como las lágrimas se acumulaban en sus ojos, supe que necesitaba actuar, halé de su brazo y lo abracé cuidadosamente, sabía que él se daría cuenta que no era humano, pero era una persona con el corazón quebrantado, pude ver cómo se aferraba a mí y sollozaba en silencio, podía sentir su cuerpo temblar, suavicé mi expresión y acaricié su cabello.

-No creo que sea lo mejor abrazarme, muchacho, no sé como consolarte...

-No tienes que hacer nada, el abrazo es suficiente. -Su voz era temblorosa y temerosa

Silenciosamente utilicé mis poderes para curar sus heridas sin que lo notara, dejando que el pelirrojo pudiera llorar todo lo que necesitaba, después de todo, si llegaba a tal punto de lastimarse, era porque sufría tanto que sentía que perdía su humanidad y que la única forma de recordar que era humano era lastimandose, porque el dolor le hacía recordar que estaba vivo.

Noté como se apartó de mi lentamente, frotando sus ojos y limpiando sus mejillas de las incontrolables lágrimas que sobresalían.

-No dejes que te molesten, no uses la violencia primero, habla y expresa y si verdaderamente estás en apuros, defiendete, no dejes que los demás te pisoteen.

- ¿P-por qué me dices eso? ¿Por qué tratas de ayudarme? Esos chicos tienen razón, soy un bicho raro, al tener vitíligo me observan como si fuera un ser extraño...

-¿Y eso qué? A ellos no les debe importar si padeces de vitíligo, escuchame una cosa... Siempre supe que las personas infelices siempre molestan a otras para hacer sentir mal a otros y sentirse menos infelices, son personas que buscan dañar porque ellos ya están dañados, no complazcas lo que buscan, demuestra que no eres alguien fácil de corromper.

-Gracias, Shiro, de verdad te lo agradezco mucho... Soy Haru Miyazaki, tu compañero de asiento.

-Haru... Un placer. -Lentamente me incline a su oído y susurré de forma agridulce - No deberías lastimarte, estás vivo y sientes dolor, puedes expresarte, puedes ofrecer y recibir, eres humano, no tienes que lastimarte para recordar que estás vivo.

Y con eso me aleje en silencio, pude ver cómo Haru me miraba sorprendido e inmóvil desde donde estaba, seguí mi camino en silencio, dejándolo a mitad de pasillo.

-¿E-ese chico como sabía sobre mis heridas? -Rápidamente corrió hacía el baño y al no ver a los matones entró y miro en el espejo, arremangó sus mangas y observó sus brazos, estaban curados al igual que su rostro, se sorprendió aún más, ¿quien era ese tipo? Él tuvo algo que ver con esto, ¿cómo pudo curar sus heridas?

Por otro lado...

Otra vez tocaba seguir con la jornada de clases, tomaba apuntes y resolvía las actividades rápidamente, no quería actividades pendientes en caso de que me tocara trabajar como arcángel; me mantuve en mis pensamientos hasta que sentí una penetrante mirada fija en mí, analicé mi entorno y ahí estaba Haru mirándome con incredulidad, ya se habrá dado cuenta, pensé.

El transcurso de la jornada siguió y siguió, podía observar a los demás estudiantes aburridos, mirando sus teléfonos, otros conversando, esperando la hora de salida, como iniciabamos desde temprano, desde las 8:30 de la mañana hasta las 5:15 de la tarde, supongo que era normal que se sintieran cansados.

De pronto sentí que alguien se me acercaba, podía sentir los pasos y giré mi cabeza para ver quién se me había acercado, era Haru.

-Necesito hablar contigo un momento, ¿puede ser después de clases?

A lo que yo respondí.

-Si, por supuesto, no tengo problema.

¿Verdaderamente lograré sentirme humano? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora