capítulo 28

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Mientras caminaba bajo la noche, llevaba al gatito en brazos, donde tenía mi atención en este y observé como se daba la vuelta dejando ver su pancita, donde noté que era una gatita, sonreí al darme cuenta, y en eso, pensé en un nombre para la gatita, la levanté y la miré a los ojos, sus ojitos grises brillando al verme, ronroneando y frotando su cabecita contra mi mejilla, bajé la mirada y observé a mi alrededor, ví a varios demonios rodeandome, donde solo los miré de forma gélida y solemne.

-Mmm... Parece que se me juntó el ganado, ¿eh? -Pronuncié de forma monótona.

-¡Asi que tú eres el angelito que le causa muchos problemas a nuestros compañeros! -Refutó uno ásperamente

-Oh vaya, que rápido viajan los rumores -Respondí de forma sarcástica.

-¡Eres el imbécil que nos arrebató a Akane, la hiciste estar en nuestra contra, maldito!

-¿Se las arrebaté?... -Susurré antes de sonreír burlonamente- En lo absoluto, ella aceptó estar de mi lado y buscar la redención.

-Bueno, no importa... ¡De todas formas esa perra no era más que-...! -Aquel demonio no terminó siquiera de hablar cuando ya estaba detrás de él observando como su cabeza caía al suelo enfrente de los demás demonios para que después su cuerpo cayera al suelo, está vez no usaba una espada como antes, decidí usar una guadaña, donde al momento de decapitarlo fuera más fácil para mí, volteé a ver a los demás demonios antes de advertir:

-¡Todo aquel que insulte a Akane en mi presencia morirá! ¡Nadie se atreve a criticarla!

-¿¡Cómo no hacerlo!? ¡Es una estúpida!

-Se los advertí...

Ante eso, otra cabeza rodó por el suelo, la sangre goteando de mi guadaña, los demonios se abalanzaron contra mí para atacarme, levanté la mirada y observé a cada uno con una expresión vacía antes de hacer un leve movimiento y decapitar a unos y a otros rebanarlos por la mitad, quedando algunos pocos con vida.

-Todo aquel que sea perfecto que la juzgue y lance la primera piedra a ella... Ah, cierto... Ninguno aquí es perfecto, por eso terminan en su perdición, que patético -Susurré tranquilamente, observando los cadáveres de algunos demonios, donde algunos empezaron a huir y otros al fondo corrían hacía mi para atacarme.

Mi expresión cambió a una arisca y desafiante antes de bajar a la gatita al suelo y activar una barrera para protegerla, dejando algo de comida y un juguete para distraerla antes de crear más guadañas y espadas detrás de mí, donde estás apuntaron y salieron disparadas apuñalando a los cobardes y a los que buscaban atacarme, donde al resto, tomé impulso y mis alas despegaron a toda velocidad, pasando por los demonios, cortandolos en un santiamén, rebanandolos, partiendolos a la mitad y decapitandolos.

Años antes

-¡Es Shiro!- Gritó un demonio asustado.

-¡Ese bastardo! -Gritó otro gruñendo y apretando sus puños.

-¡Ataquenlo y matenlo, que no quede nada de él!

-¡O-Oigan, tengan cuidado, él es conocido por ser un arcángel que al eliminar a los demonios vuelve todo una masacre y su forma de asesinar es peor a la de un demonio!-Murmuró un cuarto demonio, con una voz trémula.

-Vaya... Me conoces muy bien, demonio... -Mi voz fue áspera y fría, donde desvainé lentamente mi espada y empecé a matar a cada demonio que atacara o tratara de escapar, era temido por los demonios, incluso apodado... Como el exterminador de demonios o justiciero por mi manera peculiar de eliminar demonios...

Donde unos terminaban degollados, otros sin extremidades y muriendo lentamente y otros... Expuestos a los pecados que los llevó a su perdición... Donde se basaba en utilizar el propio pecado que habían cometido en vida en su contra de forma mental hasta consumirlos físicamente, una muerte lenta y dolorosa...

-¡Por favor... Tenga piedad! -Suplicó un demonio, víctima de la tortura mental.

-Claro, tendré piedad como tú tuviste al matar a tu madre... Oh claro, la mutilaste... ¿Quieres la misma suerte? -Susurré entrecerrando los ojos, no sólo era conocido por matar de forma tan severa, sino también por el hecho de encarar los pecados de forma ácida; el demonio no logró soportar la tortura y se desplomó contra el suelo, siendo yo... Lo único que vió antes de perder conciencia.

Actualidad

Lo único que quedó... Fue un par de cadáveres y sangre brotando de ellos, donde mi guadaña derramaba sangre, la cual deslicé silenciosamente por el suelo, hasta llegar donde la gatita, me arrodillé frente a ella e hice desaparecer la barrera, donde esta saltó a mi regazo y empezó a lamer mi mejilla, donde mi expresión cambió a una gentil y suave, la cargué y desaparecí los restos de comida y tomé el juguetito (que era un ratoncito de peluche), antes de dárselo y caminar a casa.

Desaparecí mi guadaña y antes de dejar atrás a los cadáveres de demonios, los observé siendo consumidos por las llamas del infierno, siendo dirigidos al abismo.

Al ver sus cuerpos desintegrandose, desvíe la mirada a la gatita y acaricié su mejilla esponjosa, donde ésta ronroneo y se inclinó ante mi tacto.

-Bueno... ¡Te llamaré Yuki!, que significa valentía -Susurré suavemente, donde la gatita al escuchar el nombre emitió un pequeño maullido, moviendo su colita esponjosa de un lado a otro, apoyándose en mi pecho y ronroneando en forma de comodidad -Tendré que avisarles a Haru y a Akane que hay una nueva integrante a la familia, je.

-¡Me encargaré de darte la comida, crearte una camita y demás, incluso puedo hacerte ropita! -Observé a Yuki extender sus patitas y jugar con mis auriculares.

-Aww, ¿nunca habías visto unos?, sirven para poder escuchar aunque seas sordo, son útiles y cómodos -Espeté con una sonrisita, Yuki dejó ver su pancita para que la acariciara, donde extendí mi mano y froté su pelaje con delicadeza, alegrandonme por el tacto tan sedoso y suave. Yuki, movió sus patitas y comenzó a amasar mi camisa, algo en lo cual me hizo reír, sintiendome de mejor humor que antes.

-Me pregunto cómo reaccionarán Akane y Haru al verte... Creo que le agradarías mucho a los dos, así que puedes considerarte parte de la familia.

¿Verdaderamente lograré sentirme humano? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora