¿Verdaderamente lograré sentirme humano?

Capítulo 16

Volví a aparecer en el paraíso, un amanecer cálido y acogedor, podía percibir el aroma de las bellas flores del jardín, el jardín de Dios.

-Supongo que aquí estoy- Suspiré y aprecié la vista del cielo, me sentía en paz mientras contemplaba el horizonte.

De repente sentí a alguien acariciar mi cabello, volteé a ver y era Dios, la misma luz sonriente, que no cegaba sino más bien... Iluminaba oscuridades.

-Estás haciendo un buen trabajo, hijo mío, lograste salvar el alma de un joven -Felicitó, no pude evitar sonreír ante la caricia en mi cabello.

-Maestro, quiero hacerle una pregunta...

-Claro, ¿qué deseas preguntar?

-¿Por qué las personas que sufren maltratos, son abusadas y viven en la oscuridad, terminan de esa forma si no han hecho nada mal?- Interrogué, este era un hecho que deseaba saber.

-Porque los lobos siempre atentan contra las ovejas de mi rebaño, siempre acechan y cuando una se descuida, atacan... Los lobos siguen al supuesto líder y cometen atrocidades con las ovejas, aún cuando ellas no tienen la culpa para volverlos lobos también, haciendo que abandonen a su pastor y abandonen el rebaño, volviéndose lobos... Lobos que buscan lastimar a mis ovejas.

-Pero... ¿Por qué lo permite? ¿Por qué tienen que cargar un peso que no les corresponde? ¿Por qué cuando pedían a usted, nunca hubo respuesta?

-Porque confío que a pesar de la adversidad, regresarán y demostrarán que a pesar de haber sufrido, no dejarán que los corrompan, no puedo cumplir a muchos sus peticiones porque la mayoría de esos deseos son egoístas, donde solo se quejan de no tener lo que piden, mi tiempo es perfecto, así como ayudaste a esa niña de sufrir por un lobo y la dejaste seguir viviendo como oveja y así como protegiste a Haru de esos lobos y lo acogiste para mantenerlo en el rebaño, llegaste como un milagro, porque son personas que verdaderamente deseaban ser salvadas y buscaban una forma de salir de aquello que los condenaba, no soy un genio, no puedo andar cumpliendo deseos que pueden ser egoístas porque solo provocaría que elijan un mal camino.

-Entiendo... Supongo que tienes razón, trataré de guiar a esas almas quebrantadas a tí y podamos curarlas, no será fácil... Porque es difícil lo que ellos sufren y por lo sumergidos que están en el abismo que ya nisiquiera saben como salir, me encargaré de salvarlos.

-Está bien que te preocupes y quieras salvarlos, pero ten en cuenta, no te presiones mucho, ya lo estás haciendo bien, hijo mío.

Pude sentir su abrazo, el abrazo de un padre a su hijo, me aferré en él, queriendo sentir su calidez, pude sentir como Dios me abrazaba y acariciaba mi cabello.

-Gracias, Padre...

Y después de eso, ahora estaba frente a un Haru durmiente, no había soñado, porque aún sentía la calidez de el abrazo, desde este momento, prometo proteger a los débiles, darles una razón de vida y ayudarlos a reconocer a Dios para que no se pierden en la oscuridad.

Me acerqué a Haru, que dormía pacíficamente abrazado a la almohada, una pequeña sonrisa adornó mis labios, sentía felicidad por primera vez y me iba a encargar de proteger la felicidad de aquellos que me la brindaron.

-Voy a protegerte como mi hermano y te brindaré el cariño que tu familia no pude darte, seré tu familia a partir de ahora... -Susurré suavemente, acaricié su cabello con gentileza, esperando a que despertara, de verdad que duerme como si invernara, parece un oso, solo falta que después de comer también se vaya a dormir.

Pero supongo que está bien, merece ser feliz y vivir cómodamente...