Capítulo 21

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Haru y Akane se terminaron de arrasar con la comida, hicieron fila para ducharse y cepillaron sus dientes, fuí el último en hacer todo eso, me puse una ropa casual, usé mi habilidad para crear una litera y una cama aparte, me senté en la cama grande y observé como Akane y Haru jugaban piedra, papel o tijera para la parte de arriba, la verdad... Yo solo esperaba que el que durmiera arriba fuera el que no se caiga a mitad de sueño.

-¡Ja, gané! -Gritó Akane haciendo leves saltitos de felicidad.

-Oh bueno, lo intenté- Respondió Haru en un tono de derrota dejándose caer en la cama de abajo mientras que Akane subía a la de arriba.

-Bueno, al menos no se agarraron de las greñas- Respondí en un tono bajo y ronco, agarré una almohada y la abracé con ligera fuerza, froté mi rostro contra la suavidad y blandura de la almohada.

-¿Te gustan las cosas suaves, Shiro? -Preguntó Akane con una suave sonrisa.

-Si, me sirven para relajarme... Y más en mi momento de trabajo, por eso me gustan las almohadas y los peluches.

-¿De verdad? Me esperaba de todo menos eso, tienes una cara de poker siempre y es difícil leerte -Espetó Haru sorprendido -¿Qué te gusta y te disgusta, Shiro?

-Mmm, me gustan los peluches, almohadas, hasta ahora la comida ya que la probé y es bastante buena, me gusta hacer rutinas, ayudar a las personas, apreciar las emociones positivas de otros... No me gustan las malas personas, los ruidos muy fuertes y malas acciones.

-Mmm, curioso... ¡A mi me gustan los videojuegos, pasar tiempo con ustedes, darme una ducha calentita, los peluches de animalitos, dormir y por supuesto... Comer! No me gusta que se burlen de otros, ni las personas que lastimen a otros solo porque quieren -Respondió Haru.

-En mi caso... Me gusta el vino, comprar ropa, pasar tiempo con ustedes, dormir, hacer bromas, comer y por supuesto... Los accesorios y odio que me contradigan cuando tengo razón y toquen mis cosas sin permiso -Argumentó Akane.

Escuché a cada uno y tomé nota mental de cada uno de los gustos y disgustos de cada uno, noté como Haru se quedó dormido, cubierto con su manta, mientras tanto, Akane me miraba fijamente desde la parte de arriba de la litera, levanté la mirada y correspondí su vista.

-¿Sucede algo, Akane? -Hablé en un tono bajo y serio, no confiaba en ella, puesto a que seguía siendo un demonio.

-Aún desconfias de mí... ¿Cierto? -Mencionó bajando la mirada demostrando vergüenza y algo de tristeza.

La observé por unos segundos, notando la tristeza en sus ojos ónix, me levanté en silencio y me acerqué a la litera mientras me cruzaba de brazos.

-La verdad, aún desconfío... Sabes muy bien que sigues siendo un demonio y buscar redimirse es algo complicado, es difícil que un demonio logre algo como eso, pero tengo fe de que lo lograrías, solo debes enfocarte en mejorar como persona.

La ví bajandose de la litera lentamente, se acercó a mí y me abrazó enterrando su rostro en mi pecho, me había quedado rígido y tenso pero lentamente correspondí frotando su cabello en un pequeño masaje, levantó la vista y pude notar un ligero brillo en sus ojos, no era de esos típicos brillos lujuriosos, maliciosos o egoístas, solo era el brillo de una joven arrepentida que quería algo de compañía.

-Aunque digas que no tienes sentimientos... Haces el bien porque te gusta, eres genuino en lo que haces... Supongo que eres una creación perfecta de Dios -Susurró contra mi pecho, escuchando los latidos de mi corazón, que eran leves y débiles ante el oído.

-No soy perfecto, si lo fuera no sería considerado un asesino y sádico... Reconozco que mi forma de exiliar a los demonios es bastante cruel.

-Pero ellos lo merecían, solo cumples tu trabajo, no posees sentimientos para no caer en las tentaciones como en las que ellos cayeron, eres un arcángel... Un guerrero y protector, no dudes de tí, Shiro.

-Para ser un demonio, estás mejorando en tu comportamiento -Respondí formulando una leve sonrisa.

-Te lo agradezco, trato de hacerlo bien.

Ella me sonrió alegremente, donde posé mi mano en su cuello por unos segundos y luego la aparté lentamente a lo que Akane bajó la mirada y vió un collar de un dorado puro, con un rubí colgando, adornando en este, donde se sorprendió al verlo, me hizo agrandar mi sonrisa al verla tan feliz de su regalo donde dió un leve salto para besar mi mejilla y revolver mi cabello.

-¡Gracias, Shiro! -Habló de forma eufórica y dulce.

-Escuché que te gustan los accesorios, quería darte uno como regalo.

-De verdad que eres detallista, tendré que devolverte el favor apenas te vea.

-No es necesario, lo hice justamente para animarte, no quería verte desanimada.

-De verdad que eres un amor de ángel, ¿lo sabias?

-Je... Supongo que es algo nuevo de escuchar de un demonio.

-Bueno, entonces me alegra habertelo dicho.

-Ve a descansar, mañana será otro día.

-Si, está bien -Emitió un leve bostezo y subió a la litera, se cubrió con la manta y cerró sus ojos, dejando que el sueño y el cansancio reinara en ella.

Al verla quedarse dormida, me acerqué a la litera y creé más regalitos para ella, accesorios y una botella de vino, después me encargaría de regularla cuando vaya a tomar, bajé la mirada y observé a Haru dormir, me incliné y creé peluches de animalitos, de un gato, un perro y un conejito y una consola de videojuegos, después me encargaría de que no se volviera adicto después, los dejé dormir y agarré mi almohada y decidí observar por la ventana, la bella luna acompañada de estrellas, contemplé el ambiente y suspiré suavemente.

¿Verdaderamente lograré sentirme humano? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora