Por otra parte, Akane salió de la ducha y miró la mesita al lado de la puerta y al notar que había ropa no pudo evitar sonreír, tomó la ropa con cuidado, analizó que era un lindo vestido pegado al cuerpo, de un color blanco puro, era casual pero elegante al mismo tiempo y lo aferró a su pecho con una expresión suave, no tardó en ponérselo para después peinar su largo cabello y salir de la habitación, observando a Haru y a mí en la cocina.
-¿Tan rápido tienen hambre? -Preguntó con curiosidad mientras se acercaba a nuestro lado.
-A Haru le dio hambre y ando preparandole un ramen, para que pueda alimentarse.
-¡No lo digas de esa forma, no soy tan goloso! -Refutó con un puchero, cruzándose de brazos.
-Nunca dije que lo fueras, yo no me sacio porque no siento hambre y la verdad podría comer más que tú.
-Bueno, eso es un hecho.
Haru volteo a ver a Akane y notó el vestido y analizó con curiosidad.
-¿Y eso? Ni idea de donde lo sacaste pero te queda bien -Dio un pulgar arriba con una risita de por medio.
Volteé a ver a Akane y noté el vestido y al segundo de verlo levanté la mirada con una pequeña sonrisa.
-Te queda muy lindo, Akane.
-Gracias a ambos, lo vi en la mesita al lado de la puerta y me pareció hermoso, quería usarlo.
-Lo dejé ahí, pensé que te gustaría y también creé un clóset para ti y los uní junto al mío y al de Haru.
-Te lo agradezco, Shiro -Ella me sonrió levemente, a lo que correspondí a la sonrisa por unos segundos antes de volver a concentrarme y cocinar, donde después de unos 5 minutos terminé de cocina y le entregué el tazón de ramen a Haru.
-Ten Haru, disfrutalo.
-Claro, lo disfrutaré mucho porque lo hiciste con cariño para mí -Respondió con una sonrisa y probó un poco y su mirada se iluminó y siguió comiendo hasta rellenar sus mejillas.
-Oye, tampoco tan rápido, te vas a ahogar y aún estás joven para despedirte del mundo -Respondí dándole palmaditas en la espalda a lo que Haru tragó la comida y empezó a reír.
-Tranquilo, no me va a pasar nada -Se apoyó contra mí y siguió comiendo de su tazón con una sonrisa.
-No seas dramático Shiro, primero me muero yo que él... Ah no, ya estoy muerta -Ella respondió con una risita baja a lo que yo la miré arqueando una ceja.
-Bueno, no opino... Yo también -Respondí encogiendome de hombros mientras suspiraba levemente.
-Yo soy el único vivo aquí, voy a decir que vivo con fantasmas, uno que me cuida como niñero y otra que me acompaña en mis locuras.
Akane y yo volteamos a ver a Haru y este solo nos observó con una risita.
-¿Qué? No estoy mintiendo -Su sonrisa se hizo más amplia mientras seguía probando bocado hasta que al final terminó de comer y fue a lavar su tazón con una sonrisa.
-Oye Haru... ¿No hay deberes para mañana en el Instituto que te hagan falta?
-Nop, esos los hago en clases y los que no entiendo los hago en casa apenas llego, pero no tengo nada pendiente, ¿y tú?
-Igual, aunque todo lo termino en el Instituto.
-Oigan, ustedes van a un Instituto pero yo no, inviten -Comentó Akane antes de cruzarse de brazos, observandonos fijamente a los dos.
-Si quieres estudiar con nosotros puedo conseguir tu uniforme y prestarte mi computador para que puedas inscribirte- Alegué en una entonación grave y suave, formulando una leve sonrisa.
-¡Bien!- Afirmó satisfecha antes de ir a buscar mi computador y al encontrarlo regresó y se sentó en una silla y puso el computador en la mesa de la sala, encendiendolo en el proceso. Me acerqué a ella y me senté a su lado, ayudándola a buscar la página de inscripción, donde ella porfin se inscribió con nosotros y sonrió alegremente.
-¡Alfin! -Ella sonríe contenta antes de chocar su mano contra la mía -Ya voy a poder ir con ustedes.
-Excelente, entonces... -Chasqueé mis dedos y dejé una caja al lado de el computador frente a ella a lo que Akane se sorprendió -Toma, es tu uniforme.
-Oh, vaya... De verdad que eres más rápido que los servicios de entrega.
-Lo sé.
-Literalmente, hasta acude siempre en los momentos en los que estamos en peligro, yo creo que eso ya es instinto paternal -Argumentó Haru con un tono burlón.
-Yo si creo -Afirmó Akane en acuerdo con Haru.
-Soy un arcángel, ese es mi deber.
-Más que deber yo creo que ya es tu costumbre, apareces cuando uno está en aprietos, a mi me molestan y llegaste cuando iban a lastimarme más y me defendiste dándoles una paliza.
-Y a mí me diste la oportunidad de redimirme y me ayudaste a seguir adelante, además... Me tratas como si no fuera un demonio por mucho que me lo digas, me tratas como una humana.
Suspiré en derrota y solo dejé que ellos tuvieran la razón.
-Si, si... Tienen razón.
-Pero no es malo, siempre nos cuidas, tú mismo nos llamaste, "tus protegidos" -Comentó Haru con un tono gentil y amable -Eso nos demuestra que nos quieres aunque solo expreses muy pocas veces, pero de todas formas ya empezaste a sonreír mucho, eso me alegra, ya puedo notar tu sonrisa más genuina.
-Parece que estoy mejorando, ¿no?
-Y no sólo eso, también experimentó la ira pura, anoche estuvimos en una pelea con un demonio y cuando escuchó que hablaba mal de mí estaba que lo mataba a golpes -Empezó a reír al recordarlo.
-¿Qué? ¿En serio? -Interrogó Haru, con una mueca de incredulidad.
-Sip, yo misma lo vi con estos lindos ojitos míos.
-Ugh... ¿Es necesario recordarlo?
-Pues si, expresaste una nueva emoción.
-Lo sé, pero fue una emoción que no me gustó como tal... Fue algo que no pude controlar.
-Es normal, es la primera vez que la experimentas y sientes la adrenalina, viste que me insultaban y tus instintos solo reaccionaron para defenderme, cada día te ves más humano, ya no te ves tan inexpresivo, eso es bueno.
-Bueno, tienes razón.
-Obvio que la tengo -Respondió Akane con algo de orgullo en su voz.
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¿Verdaderamente lograré sentirme humano?
SonstigesEn está historia se narra la vida de un Arcángel que según el mandato de Dios, le encargó ir a la tierra y comprender las emociones y sentimientos humanos... ¿podrá verdaderamente sentir como los demás humanos? Quien sabe. Todo lo que se escriba en...